“En algunos drogan para anular la voluntad; si se exceden te matan”

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Imagínate salir a un bar a divertirte, que se te pasan las copas, puede ser que alguien te haya metido una droga o bien, que al salir del antro y tomar un taxi, en éste te den una sustancia para perder la voluntad.

Una vez intoxicado te llevan a un table, te sacan fotos con mujeres o bien, si eres mujer, las fotos son con poca ropa, y las utilizan para extorsionarte. Así, cuando metan cargos a la tarjeta de crédito o débito, no hay denuncia.

Esto es lo que le sucedió al empresario Íñigo Arenas Saiz, quien perdió la vida porque lo drogaron y se les pasó la dosis.

Se detectaron cuatro cargos por un total de 40 mil pesos en la tarjeta del empresario, realizados en el antro Black Royce. Esto pasa casi todos los fines de semana en la Ciudad de México.

María Elena Morera, presidenta de la organización civil Causa en Común, dice que este tipo de operaciones se dan hace mucho tiempo, y asegura que meseros, capitanes, vallet parking y taxistas están confabulados. Esta semana platicamos con ella.

MARÍA ELENA MORERA (MEM): Desde el año pasado empezó a llegar gente que me pedía apoyo para poder denunciar o qué hacía en casos en que los taxistas se los llevan a otros antros y no se acuerdan de nada porque perdieron la voluntad. En el trayecto a otro bar les roban pertenecias. Del primer caso que tuve conocimiento fue en el París Bar, que está en la colonia Juárez, de la Ciudad de México, donde a una persona que iba, además, en un Uber, porque también algunos casos hay que son falsos Uber, pero éste sí se lo pidieron los amigos, se subió él a un Uber, porque dejó su coche con los amigos porque ya estaba pasado de copas y no quería irse así a manejar a su casa. El del Uber, en lugar de llevarlo a su casa, lo llevó a este antro, al París Bar, y ahí le sacaron todo el dinero de las tarjetas, pero además, lo drogaron, porque cuando él regresó, lo regresaron a su casa en otro taxi, llegó a su casa y lo que me cuenta la esposa es que no es que fuera tomado, iba drogado, haz de cuenta que como niño chiquito le dijo: “Vámonos a dormir”, y lo llevó de la mano hasta la cama, y al día siguiente se dieron cuenta de que le habían sacado todo el dinero de la tarjeta, incluso en este caso él me comentó que recordaba algo de estar sentado con mujeres, que había otras personas ahí, que había botellas en la mesa, pero no recordaba mucho más. Entonces la denuncia era complicada al no recordar muchas cosas; sin embargo, estaba claro que el chofer lo había llevado a ese lugar y cuánto tiempo había estado ahí, porque estaban registrados los tiempos del teléfono.

BIBIANA BELSASSO (BB): Es precisamente lo que hacen estas drogas que se utilizan para perder la voluntad y la memoria.

MEM: Así es, básicamente lo que yo he visto en varios casos que conozco, es que los drogan con dos tipos de medicamento diferentes, el Clonazepam, que son gotas para los ojos y que ingeridas te causan desvanecimiento, y la que ahora están usando más es la Escopolamina, que es una droga que sale de una planta, que por cierto tiene una flor bonita, y esta droga lo que te provoca es sumisión química, eso significa que anula la voluntad, pero la persona sigue respondiendo a los estímulos externos y esta droga, además del peligro que tiene, que si se exceden te matan, como creemos que fue el caso de Íñigo Arenas, lo que sucede es que con la pérdida de voluntad haces muchas cosas que no harías si no tuvieras pérdida de voluntad, como por ejemplo, le piden a las mujeres que se desvistan y lo hacen, les toman fotografías y después con eso las extorsionan. Entonces, todo está hecho para que la gente no denuncie y en caso de que denuncie sea muy difícil de identificar a los criminales.

La activista María Elena Morera, en imagen de archivo.

BB: Pero además, son extorsionados para que no denuncien.

MEM: Claro, es igual a hombres y a mujeres. Claro que las mujeres siempre corren más riesgo, pero es igual, a los hombres también se van con eso, los desvisten y les dicen que van a enviar la foto a su familia o le voy a enviar la foto a tu esposa, porque además se quedan no solamente con los datos de las contraseñas de sus tarjetas de crédito, sino que no sabe la persona qué más información sacaron de su teléfono.

BB: ¿Cómo funcionan estas redes?

MEM: Por lo que nos han dicho usuarios de estos antros, ha ocurrido en el bar República, que está en Polanco; en el Sens, que está en Bosques de las Lomas, y otro que yo tengo aparte, que me imagino que son otro tipo de usuarios, el París Bar, en la colonia Juárez, pero ahí es adonde los llevó ya el taxista. Por lo que dice la gente que le ha sucedido, por lo que me han dicho, ellos creen que los drogaron desde el mismo antro en el que estaban primero, porque lo que dicen ellos es que si bien habían tomado, no habían tomado tanto como para que los sacaran del bar, entonces creen que desde ahí los drogan, los saca un mesero del bar o de los que atienden ahí en el antro y luego están coludidos con los cadeneros o con los taxistas que están afuera, que son los que los siguen drogando en el trayecto hacia el otro antro, como ocurrió con este que cerraron en Naucalpan, el Black Royce.

BB: ¿Es una red estructurada?

MEM: Pues mira, es que ya no sabemos qué es delincuencia tan organizada o menos organizada, puede ser una pandilla de ladrones que encontró un nicho perfectamente claro en el que es difícil que la gente denuncie. Además, hay que decirlo, estos bares son bares irregulares, porque en Polanco, por ejemplo, donde está el bar República, ahí no puede haber bares, el único lugar donde puede haber bares es en el polígono donde están los hoteles en Polanco, y por eso es que dicen que no es un bar abierto, sino que es un club cerrado, lo cual es una mentira.

BB: ¿Te han llegado muchos casos con estas características?

MEM: Yo me percato hasta el año pasado que me llegaron casos directos, antes de eso había ya sabido de algunos casos. El primero que me enteré fue el de Gerardo Carrasco, que fue saliendo del bar República, él toma un taxi que estaba ahí enfrente y le dice que es un Uber, que si quiere que lo lleve, y al parecer es una red de falsos Uber, donde se los llevaban y los drogaban y les quitaban las cosas de sus tarjetas de crédito o simplemente los asaltaban ya dentro del taxi y luego ya los bajaban, los tenían secuestrados tres o cuatro horas en lo que les bajaban todo lo de sus tarjetas de crédito. Después de ese caso, nos llega el de esta persona que te digo del París Bar, el año pasado, y a raíz de eso fue que me empecé a fijar en estos casos donde ya la mecánica era diferente, porque te digo, la gente que a mí me ha platicado cree que los drogan desde el primer bar, no hasta el segundo bar, y las autoridades de la Ciudad de México ni hacen nada ni ponen orden en los antros y esto provoca que cada vez tengamos más casos y la gente es difícil que lo denuncie.

BB: ¿Qué tan común es que sucedan estos casos?

MEM: Desde luego que todos los fines de semana se llevan dos o tres víctimas por lo menos.

BB: Decíamos que denunciar luego es difícil, pero, ¿qué pueden hacer las víctimas?

MEM: Que la gente que lea tu columna, si no quiere hacer una denuncia formal, puede escribir a comunicacionsocial@causaencomun.org.mx, para ir documentando cada vez más casos y cómo están sucediendo estos casos para poder tener más información y poder exigirle a la autoridad que ponga atención, que investigue los casos y que ponga orden en los antros.

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