La semana pasada el Presidente Andrés Manuel López Obrador, aseguró que el proceso interno para definir al abanderado de Morena a la Presidencia de la República, no generaría ninguna ruptura, esto pese a los amagos de Marcelo Ebrard por emprender la retirada… ¿Una más?
Y es que las patadas por debajo de la mesa dentro del partido en el Gobierno no son recientes ni han surgido a partir de la elección de Claudia Sheinbaum como coordinadora de los Comités para la Defensa de la Transformación.
De hecho, una enemistad se convirtió en desaire el jueves pasado durante la toma de protesta de Delfina Gómez como gobernadora del Estado de México. Sin duda, uno de los eventos políticos más importantes para el “obradorato” y en el que el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, brilló por su ausencia, ya que decidió no asistir.
¿Cuál fue la razón para que Batres prefiriera ocupar el día con reuniones, conferencias, revisando asuntos de Gobierno y así no acudir al Congreso mexiquense, donde el Presidente se robó la nota con su presencia y con las sendas declaraciones en favor de Enrique Peña Nieto y Alfredo Del Mazo?
Me cuentan fuentes cercanas al primer círculo del Estado de México que el problema no es con la gobernadora —con quien hay muy buena relación—, más bien con el que tiene marcadas diferencias es con el próximo jefe del Gabinete y Proyectos Especiales, Higinio Martínez.
La rencilla y el desamor, me explican, surgió entre Martí e Higinio desde el Senado, por temas como la definición de la Mesa Directiva. El líder y fundador del llamado Grupo de Acción Política quedó muy sentido con Batres por su apoyo a Alejandro Armenta para encabezar la Mesa y no a favor de él.
Desde esa posición, Higinio pensaba que podría impulsar sus aspiraciones a la gubernatura del Estado de México, pero el ascenso de Armenta bloqueó sus sueños de llegar y el resto es historia. ¿Martí fue el responsable? No, pero pudo apoyarlo y no lo hizo.
En política esos detalles no se olvidan y parece que Martí lo sabe, quizás por eso decidió no asistir a tan importante evento en el teatro Morelos de la capital mexiquense, en el que por primera vez una mujer, de su partido, asumiría el Gobierno de la segunda entidad más relevante del país, sólo después de la Ciudad de México.
¿De qué otra manera se explica su ausencia? ¿Habrá sido ese desencuentro político en el Senado la única razón del distanciamiento? ¿Hay una explicación más a fondo de las relaciones del grupo político que acaba de tomar las riendas del poder en el Estado de México, con lo que representa el equipo de Martí? Es pregunta de confusión múltiple… ¡Jajaja!
Al tiempo.
En el baúl. Cada vez son más comunes las denuncias de beneficiarios de programas sociales que un día, sin mayor explicación, dejan de recibir los apoyos. Cuando van a preguntar, los funcionarios de Bienestar les explican que deben actualizar sus datos. Una vez hechos los trámites, las personas adultas mayores ó con alguna discapacidad esperan la retribución de los apoyos “caídos” (los que dejaron de recibir mientras quedaba vigente su información) pero lo hacen en vano, los pagos atrasados nunca llegan ni quedan retroactivos ¿A dónde se va todo ese dinero?
Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeee!
