En medio del proceso de ir contra Xóchitl Gálvez encontraron un resquicio. La hidalguense se ha de levantar previendo nuevos ataques. Su candidatura tiene inquietos a Morena y a sus seguidores, como se aprecia en medios y redes sociales.
Llevan meses tratando de encontrarle algo. La tienen más que ocupada, apenas estos días pudo presentar propuestas sobre el país que imagina, se ha dedicado a responder a la andanada cotidiana.
Suponemos que Xóchitl sabe que “el que no quiera ver fantasmas mejor que no salga en la noche”. Los ataques que ha recibido quizá sólo sean una mínima parte de lo que le puede esperar. Sin embargo, algunos de ellos adquieren una dimensión mayor y tiene que buscar muy en el corto plazo una manera de enfrentarlos y en la medida de las posibilidades resolverlos.
Que aparezcan personajes que se asuman como encargados de definir quién es indígena y quién no, es auténticamente un despropósito y un acto clasista. A pesar de estas actitudes, este tipo de ideas acaban metiéndose en el imaginario colectivo, sobre todo entre quienes son furibundos seguidores de Morena. Se trata de desacreditarla a como dé lugar y en esto no solamente están los seguidores del Presidente y la “causa” sino el Presidente mismo; en esto andamos y andaremos hasta el día de las elecciones.
El martes pasado conversamos brevemente con la hidalguense y lo primero y casi único que nos dijo fue que “a diario espero un nuevo ataque y sé que así será hasta el final”. Una de las claves está en cómo responde y qué tanto tiene peligrosos y riesgosos esqueletos en el clóset, no hay quién no los tenga, pero, es Xóchitl.
Tienen echada a andar la maquinaria. Desde el gobierno se están usando todos los recursos posibles de información interna para investigar lo que tenga que ver con Xóchitl. La quieren descarrilar porque se sabe bien que está en vías de ser un adversario de peso electoral en las que no solamente va a ella sino el entorno que pueda sumar.
La acusación sobre el presunto plagio de su tesis de licenciatura para recibirse como ingeniera en computación es un asunto delicado. Muchas son las razones de ello, una de las más importantes tiene que ver con lo que está pasando con la Ministra de la Corte. Si se trata de encontrar resquicios han encontrado uno para darle rienda suelta a la hilacha. La hidalguense ha explicado de dos maneras el asunto. Por un lado refiere que se recibió con un trabajo escrito, pero bajo la premisa de experiencia laboral, lo cual es ciertamente un mecanismo para recibirse. La otra razón es la que entra en un terreno que no está fácil de entender ni resolver, dijo que la “pendejié”, o sea lo reconoce.
A la UNAM no le quedó de otra que salir a escena, aunque con una rapidez manifiesta, la cual no tuvo originalmente con la ministra. Sin embargo, la universidad hace bien en dar la cara, esperemos que tenga una pronta respuesta y que se busque una salida a un hecho que hoy aparece como irregular al otorgarle el título a la hidalguense.
Es evidente que este caso es similar al de muchos otros. Las tesis de licenciatura se han ido convirtiendo en un dolor de estómago para todos. Los estudiantes tratan de salir de la universidad a como dé lugar y se llega a presentar cualquier documento o ensayo con tal de que les otorguen el título. Con terminar la carrera a los estudiantes deberían entregarles el título.
El problema con Xóchitl es que está en la mira y que quizá hizo cosas que en su momento ni siquiera consideró, pero está en la mira y seguirá en la mira.
RESQUICIOS.
Omar García Harfuch es visto por Claudia Sheinbaum para gobernar la capital. Es una propuesta interesante y de riesgo. El entorno del exencargado de seguridad es delicado, el atentado que sufrió no pareciera ser sólo parte del pasado. Sumemos que las y los capitalinos dejamos claro en la pasada elección que estamos por el equilibrio, no la tiene segura a pesar de que habló Claudia.