Se han encontrado más de dos mil 700 fosas clandestinas con restos humanos entre el 2018 y el 2023. Todas estas personas enterradas aquí son desaparecidas, algunos están en las cifras que se tienen oficialmente, pero a miles de personas sepultadas aquí nadie las ha reclamado.
Éstas son las fosas descubiertas, no se tiene ni idea de cuántas existen realmente en México.
Hay otro tema, la migración que ha crecido dramáticamente. En La Razón de ayer hay un amplio reportaje sobre la crisis migratoria. Activistas estiman que la crisis migratoria en nuestro país, para este 2023, será mucho más grave que la que ya se vivió en el 2019. (https://www.razon.com.mx/mexico/activistas-ven-nueva-ola-indocumentados-peor-caravanas-2019-546240).
Muchos de estos migrantes que buscan una mejor vida son engañados por polleros y terminan perdiendo la vida en México, a ellos nadie los reclama.Quienes manejan a los migrantes son parte de una red de crimen organizado enorme que se dedican a mover gente de un país al otro, muchas veces los extorsionan a ellos o a sus familias y si no tienen quién les mande dinero los matan. Esos cuerpos fácilmente pueden acabar en fosas clandestinas. Y es que estos “polleros”, además se dedican a otros negocios ilícitos como el tráfico de armas y drogas, aquí utilizan también a muchos migrantes.
Estos desaparecidos no los cuentan como asesinatos, es más, ya ni siquiera son un simple número. Además, hay que sumar a los miles de desaparecidos cuyos familiares los están buscando. ¿En qué país vivimos que esta situación es poca alarma?
Muchas veces hay que salir de México a exponer el problema para que se visualice.
Cecilia Patricia Flores, madre buscadora en Sonora, viajó a Washington D.C., Estados Unidos, el pasado 23 de septiembre para reunirse con líderes de todo el mundo. Fue la única mexicana convocada a esa reunión realizada en la Casa Blanca. Ahí expuso que su lucha había traspasado fronteras y que ahora su caso, y el de miles de madres buscadoras en México, ojalá sea visibilizado a nivel mundial.
En la reunión Flores dijo que en nuestro país existen casi 290 mil 847 personas no localizadas, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas. De esta cifra, 30 mil han ocurrido en los últimos cinco años.
En un video Ceci Flores indicó: “Estoy abrazada del recuerdo de mis hijos. Un día voy a encontrarme con ellos y les rendiré cuentas, sabrán que su mamá removió kilómetros de tierra, caminó desiertos, desenterró esperanzas y recorrió el mundo buscando paz para sus hijos y los de todos los desparecidos”. Como Ceci Flores hay miles de madres buscando a sus hijos. La “madre huérfana”, como ella misma se nombra, ha localizado a más de mil 500 personas en distintas fosas. Su liderazgo en la búsqueda de personas desaparecidas la han colocado como una de las 100 mujeres más influyentes en 2022 de la revista Forbes.
Sobre la marcha ella y otras madres buscadoras han tenido que aprender a ser policías de investigación, peritos y hasta médicos forenses ante la inacción de muchas autoridades municipales, estatales y federales.
Rastreadoras en búsqueda de sus familiares
Una llamada anónima permite que estas mujeres se movilicen y comienzan a realizar los trabajos para confirmar la veracidad de los datos que alguien les proporcionó por teléfono, pese al riesgo que corren, siempre impulsadas por el deseo de que, en esa ocasión, esa llamada les ayude a encontrar a su ser querido.
Madres buscadoras denunciaron que la desaparición de personas en Sonora tuvo un repunte de 400 por ciento entre 2017 a 2020; en el mismo lapso, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas en México muestra que el 23.31 por ciento de las víctimas han sido localizadas con vida. De los desaparecidos, alrededor del 80 por ciento de esas bases de datos corresponden a hombres y el resto (20 por ciento) son mujeres.
En total, según colectivos, casi seis mil sonorenses permanecen desaparecidos hasta este año.
En el caso de Ceci Flores, su activismo comenzó el día que le arrebataron al primero de sus dos hijos, Alejandro Guadalupe Islas Flores, quien tenía 21 años, ocurrió en octubre de 2015, cuando estaba en Los Mochis, Sinaloa.
Cuatro años después, el 4 de mayo, sus otros dos hijos fueron “levantados”: Marco Antonio y Jesús mientras estaban en Bahía de Kino, Sonora. Al segundo, el más pequeños de sus hijos, se lo regresaron con vida cuatro días después en plena celebración del Día de las Madres.
Desde ese 2019, Ceci intensificó la búsqueda de sus dos hijos y se creó el colectivo de Madres Buscadoras. Han participado en la búsqueda de más de 600 personas.
En 2022 recibió amenazas de grupos criminales, la propia Cecilia Flores aseguró que se ofrecían 50 mil pesos por quien diera informes de ella. El riesgo de perder ella misma la vida no la ha frenado para seguir en su búsqueda. Eso sí, ha tenido que cambiar su hogar en múltiples ocasiones.
Apenas el pasado10 de septiembre, Ceci denunció a través de redes sociales que su grupo fue atacado con armas de fuego cuando realizaban trabajos en el Cerrito de la Virgen en Hermosillo, Sonora.
Al día siguiente, el 11 de septiembre, la titular de la Secretaría de Gobernación, Luisa María Alcalde, dijo que fueron disparos al aire, lo cual no era un atentado.
Hace unos días el Presidente López Obrador realizó una reunión con distintos gobernadores para pedirles que revisaran caso por caso de las denuncias de los desaparecidos, diciendo que en realidad no son tantas las personas a las que no encuentran.
Ése es el apoyo que han recibido las madres buscadoras por parte de las autoridades en México. Una pregunta ¿Los disparos al aire, no son un atentado contra estas mujeres? ¿Qué se espera, que las maten para que las autoridades afronten el problema?
El tratar de disminuir el problema de los desaparecidos en México como se ha hecho en los últimos años, no significa que no existan, es un hecho contundente.
Ojalá la exposición de Flores en Washington aporte para visualizar y enfrentar la grave crisis de los desaparecidos en México.
