Ricardo Monreal y Adán Augusto López han tomado el control de la organización de un ejército de militantes y simpatizantes de la 4T para trabajar, desde el territorio, no solo para garantizar el triunfo de Claudia Sheinbaum en las elecciones presidenciales, sino lograr el mayor número de victorias en los 20 mil cargos de elección que se disputarán en 2024.
Así, Morena se alista, de la mano de Monreal y Adán Augusto, para ir además por mayorías calificadas en ambas cámaras del Congreso y en las 32 elecciones concurrentes, ganar las nueve gubernaturas en juego, incluida la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y alcaldías clave para el desarrollo nacional.
En esta organización, Monreal y Adán —me dicen en el cuarto de guerra de Sheinbaum— se han repartido los estados para lograr una coordinación que no deje espacios a un Frente Amplio que igual se organiza para enfrentar al lopezobradorismo, pero hay personajes leales a Sheinbaum, principalmente en la CDMX, que cuestionan a sus dos coordinadores.
Hace poco más de un año, en la primera semana de septiembre de 2022, Monreal y Adán se reunieron en el Estufón de la Abuela, a las puertas del Club de Golf de la ciudad de Pachuca, ahí le reconocieron desde Palacio su liderazgo y la necesidad de tenerlo en el ejército político de la 4T. Hoy Monreal apela por la unidad y Adán se ve cómodo cerca de su inminente candidata.
Y sí, Monreal siempre ha sido considerado factor dentro de Morena y Palacio Nacional por su capacidad para operar en al menos 15 estados, varios de ellos donde la oposición derrotada en una primera instancia puede recuperarse, por su su cercanía y gestión de diálogo con la mayoría de los gobernadores, y su capacidad para organizar a ras de tierra.
Según el primer esbozo del equipo de Adán, en el país habrá 70 mil comités de defensa de la Cuarta Transformación, cada uno integrado por diez activistas y un coordinador, en total 770 mil operadores a nivel territorial, es decir, trabajarán en ejidos, pueblos, barrios, colonias, que reportarán a coordinadores distritales y estos a los coordinadores estatales.
Monreal y Adán (coordinadores territorial y político de Sheinbaum) han fortalecido su interlocución. López Hernández se convirtió en su interlocutor con el Ejecutivo y el hombre que le bajaba las instrucciones del Presidente para que se operaran en el Senado y hoy trabajan de la mano.
Nos comentan que esa cercanía de hoy con Sheinbaum y Adán, después de tener una relación tan fría con AMLO y de ser acusado de la derrota de Morena en la CDMX en 2021, Ricardo Monreal ha desatado alguna clase de celos en el equipo de la próxima candidata presidencial del movimiento lopezobradorista.
Ya comenzó una corriente de quienes no quieren ver ahí a Monreal. Incluso, hay una parte del equipo de Adán y otra de funcionarios que llegan del gobierno de la CDMX para sumarse al trabajo proselitistas de su próxima candidata que ya está esparciendo intensamente la versión de que Monreal va a regresar al Senado, pero no hay forma de ser coordinador en la campaña de Sheinbaum y senador de peso completo. Uf, y apenas se están organizando.
RADAR
Nos comentan que en Guanajuato, el bastión mas poderoso que aún conserva el Partido Acción Nacional, ya empiezan a calentar motores para la elección del próximo año. Y desde ahora se vive una división que comienza a subir de tono entre morenistas de raíz y pragmáticos de aquella entidad.
Y es que nos comentan que el director del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, Ernesto Prieto Ortega, tiene un fuerte arraigo en las bases y liderazgos de Morena, mientras que personajes como Ricardo Sheffield —quien renunció ayer a Profeco— todavía son considerados como panistas por lo que son mal vistos por la militancia y el movimiento de la 4T. Si Morena quiere arrebatar esa posición al PAN deberá pensar muy bien hacia quien inclina la balanza.