Josu Landa es un filósofo, poeta y ensayista, mexicano por adopción, que ha escrito una extensa obra en la que la filosofía, la poesía y el ensayo conviven y se retroalimentan. Entre nosotros, sólo Ramón Xirau, me parece, logró integrar esas tres disciplinas de una manera tan lúcida y creativa.
Filos de reserva es el título más reciente de su copiosa producción. La obra, compilada por Donovan Arteaga, editada por Manuel Monroy y publicada por la editorial Beyond dimensions, reúne ochenta escritos de diversos tipos —artículos, entrevistas, reseñas, conferencias, presentaciones, notas y homenajes— publicados por Josu Landa en la última década y que habían aparecido en diversos sitios. Josu Landa ya había recogido con anterioridad otros de sus escritos sueltos en sus libros Tanteos (2009) y Ensayes (2014). Esta última antología de Josu Landa es una muestra más de la amplitud de sus intereses, de su aguda inteligencia y de su dominio del lenguaje.
Filos de reserva se divide en tres partes: columbres, que incluye artículos sobre diversos temas estrictamente filosóficos, vislumbres, conformado por ensayos acerca de temas de actualidad social y cultural desde una perspectiva crítica y deslumbres, que son escritos diversos acerca de obras poéticas, artísticas y ensayísticas.
La primera parte nos muestra al Josu Landa filósofo, que después de una larga carrera como profesor en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, ha madurado una aproximación original a los grandes problemas de su disciplina. La filosofía de Landa parte de los griegos y regresa a ellos con frecuencia, para recuperar de ese inagotable abrevadero los conceptos y las intuiciones con las que se enfrenta a las grandes preguntas. Landa ha desarrollado una lectura personal de los filósofos presocráticos, Platón, Aristóteles y los pensadores cínicos, estoicos y epicúreos que ha desarrollado en varios de sus libros previos —por ejemplo, en Éticas de crisis: cinismo, epicureísmo y estoicismo (2012)— y profundiza en esa interpretación en varios de los ensayos de la primera parte de Filos de reserva, por ejemplo, en su reflexión “Platón: la experiencia de la verdad”. En esta sección también encontramos otros ensayos de Josu Landa que resultan de un diálogo con otros autores del pasado, como Unamuno y Schopenhauer.
En la filosofía de Josu Landa los conceptos de verdad, sentido y vida están íntimamente ligados. Filos de reserva es un ejemplo de cómo él no sólo analiza los vasos comunicantes entre estos tres conceptos, sino que, además, los pone en operación para explicarnos la realidad que nos rodea.
En la segunda parte del libro, encontramos al Josu Landa crítico de la sociedad y la cultura contemporáneas, un crítico que no se reserva nada, aun yendo contra las modas más extendidas. En esta miscelánea hallamos desde ensayos sobre la matanza de Ayotzinapa o la guerra de Ucrania, hasta críticas al sistema educativo, al ruido mediático y a la campaña contra la enseñanza de las humanidades. En estas páginas, Josu Landa se nos presenta como un filósofo político en la mejor tradición platónica. Este apartado también incluye unas cuantas reseñas, algunas más críticas que otras, a libros de filosofía que han aparecido en la última década, tanto en México como en el extranjero.
La tercera parte del libro es una muestra de la presencia activa de Josu Landa en diversos círculos académicos, literarios y artísticos de México y otros rumbos, en particular, de su natal Venezuela. Sus escritos sobre Octavio Paz, Efraín Huerta, Ramón Xirau, Rafael Cadenas, Elsa Cross, Eduardo Milán, Cristina Falcón Maldonado, Roberto Appratto, Armando Rojas Guardia y otros poetas latinoamericanos son ejemplos de su lectura penetrante e informada de la literatura en nuestro idioma. En esta sección Josu Landa también incluye algunos textos breves sobre otros filósofos, como Carlos Pereda, y artistas plásticos, como Jesús Jáuregui.
Filos de reserva es una valiosa compilación de la prosa de Josu Landa que agradecemos sus lectores. Hablando como uno de ellos, considero que el autor debería hacer una antología de su poesía que, hasta ahora, ha estado dispersa en numerosos libros, compilaciones y revistas que no son fáciles de encontrar, ya sea porque se han publicado en otros países o porque las editoriales en las que han aparecido son de escasa circulación.