Hoy conmemoramos 70 años del voto de la mujer, y me emociona mucho ver cómo nuestro querido México ha evolucionado con los años en el tema de equidad e igualdad de género.
Pensar que hace 70 años las mujeres hicimos historia me enorgullece, no sólo porque ahora podemos ejercer nuestro derecho al voto, sino porque podemos votar y ser votadas. Y una muestra de ello es que todo indica que, en el proceso electoral del 2024, dos mujeres contenderán por el cargo más importante, la Presidencia de la República, un hecho histórico sin duda.
Sé que cada año lo decimos, pero es importante no olvidarlo, aún estamos en deuda, porque mientras en México nos sigan matando por el hecho de ser mujeres, nuestra lucha no se puede detener. Hoy más que nunca seguiremos haciendo valer nuestros derechos y el de las niñas, adolescentes y jóvenes.
Hemos avanzado sí, hoy tenemos paridad en el Congreso, hoy tenemos nueve gobernadoras, una presidenta en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, una presidenta en el Instituto Nacional Electoral y una más en el Inai, y no tengo la menor duda de que iremos por más cargos. No sólo por el hecho de ser mujeres, sino porque somos capaces, profesionales e inteligentes.
Datos del INE señalan que desde las elecciones federales de 2009 se ha mantenido la tendencia de que más mujeres acuden a emitir su voto; en 2018 se calcula que 63.1 por ciento del electorado acudió a las urnas, 34.8 por ciento mujeres y 28.3 por ciento hombres.
A 70 años de que se concretó el derecho al voto, las mujeres somos el 52 por ciento de los 89.3 millones de personas que pueden elegir a sus gobernantes.
Gracias a las mujeres sufragistas como Elvia Carrillo Puerto, es que hoy podemos salir a las urnas y emitir nuestro voto con total libertad. Por ello es indispensable seguir defendiendo y garantizando nuestros derechos, pero, sobre todo, hacerlos valer.
El techo de cristal no se ha roto del todo, aún hay comunidades en nuestro país en donde a las mujeres no se les deja votar y mucho menos ser votadas, en donde se sigue pensando que las mujeres no pueden ocupar cargos públicos, ni tomar decisiones.
Hago un llamado a todas las mujeres de nuestro país, de todos los sectores, de todos los partidos políticos, para que en la lucha de la defensa de nuestros derechos seamos sororas y solidarias, porque nuestros derechos y nuestras luchas no tienen colores partidistas ni ideologías.