Morena se perfila para elegir a sus candidatos a gobernadores y jefe de Gobierno, diputados federales y locales, alcaldes y regidores; será un punto de quiebre para mantener su hegemonía en el país y garantizar la consolidación de la Cuarta Transformación o ir a una nueva alternancia con el regreso del PRI, el PAN y el PRD al poder.
En sólo 9 años, el lopezobradorismo pasó de ser un movimiento social que se escindió del PRD a constituirse en partido político llamado Morena, ser mayoría en ambas cámaras del Congreso de la Unión y ganar la Presidencia de la República, gobernar una cuarta parte de los municipios del país y tener 23 gobiernos estatales. Nada mal.
En este tiempo -ante una lucha intestina entre tribus que militaron en el PRD y a la que se sumaron en su guerra interna actores que venían del PRI y del PAN, de organizaciones sociales, o liderazgos regionales con poder real- Morena ha logrado gobernabilidad interna gracias a la habilidad de Andrés Manuel López Obrador.
Fuentes en Palacio Nacional me comentan que si bien el Presidente no estará en las boletas de 2024, su peso histórico sí. Aquí la pregunta es si el liderazgo político de López Obrador se mantendrá sólido o tendrá un declive ante su decisión de ceder a Claudia Sheinbaum su movimiento.
En fin, la gobernabilidad interna será clave para que la 4T vaya en armonía a enfrentar el 2024 donde 90 millones de electores podrán elegir al Presidente, 500 diputados federales y 128 senadores, y en elecciones concurrentes de 32 entidades a 20 mil cargos que incluyen ocho gobernadores, un jefe de Gobierno, diputados locales, alcaldes, y regidores.
El liderazgo de López Obrador es incuestionable. Aquí sus números: en las elecciones federales en que ha participado (2015, 2018 y 2021) el crecimiento de Morena ha sido absoluto al obtener una votación nacional de 8.39% (superior al promedio del PRD en sus mejores épocas), 37.5% y 34.09%.
En estos primeros seis años de competencia electoral (2015-2021), bajo el liderazgo de AMLO Morena ha competido en al menos 50 elecciones ganando 23 gubernaturas y colocándose como el partido a vencer en cada una de las entidades del país, incluso en los bastiones más importantes del PAN, en los que mantiene el PRI y las dos joyas de MC.
Un análisis de la Universidad de Guanajuato –desarrollado por Juan Pablo Navarrete Vela—destaca que en 2015 Morena tuvo una votación de entre 0.01% y 9.99% en 23 estados; en 8 tuvo entre 10% y el 19.99%, en uno una votación de entre 20% y 29.99%; en ningún estado una votación mayor a 30%
Las cosas cambiaron en 2018 pues en ningún estado tuvo votación marginal menor a 10%, en uno su votación se ubicó en el rango de 11% a 20%, en 9 estados logró entre 20% y 29.99%; en 8 entidades entre 30% y 39.99%, en 13 estado entre 40 y 49.99% y en uno más de 50% de votos según cómputos distritales del INE.
En 2021 las cosas comenzaron a asentarse: en dos estados obtuvo entre 10% y 19.99%, en 6 entidades logró entre 20% y 29.99%, en 16 logró entre 30% y 39%; en 7 entre 40% y 49.99% y en una más de 50% de los votos. De manera detallada, la competitividad y el tipo departido que era Morena en cada entidad se vio así:
En 2015 la fuerza de Morena no era competitiva en Colima, Nuevo León y Jalisco; tenía un impacto minoritario en Guanajuato, Yucatán, Tamaulipas, Sonora, Guerrero, SLP, Sinaloa, Nayarit, Michoacán, Coahuila, Durango, Aguascalientes, Querétaro, Chiapas, BCS y Chihuahua, una presencia intermedia en Hidalgo, Zacatecas, Morelos, Puebla, Edomex, Veracruz, Campeche, Tabasco, BC, Tlaxcala, QR y Oaxaca y grande sólo en la Ciudad de México.
Las cosas cambiaron para 2018, de acuerdo con los datos recabados en los Cómputos Distritales del INE para 2018, pues para ese momento Morena ya era un partido grande con alta competitividad en 31 entidades y sólo en Nuevo León se mantenía como partido intermedio. En 2021 incrementó su potencia a nivel local pero en dos estados disminuyó su presencia de grande a intermedio: Nuevo León y San Luis Potosí.
Con un Presidente con alta popularidad pero desgastado, excesos documentados en su primer círculo, con la estructura del gobierno federal y de 23 entidades, con el presupuesto público más alto de todos los partidos políticos, Morena –con una gobernabilidad en vilo- se encamina a su punto de posible quiebre: el 2024.
RADAR
Me comentan que la empresa de origen francés, JCDecaux (anteriormente conocida como Eumex), solicitó al Gobierno de la Ciudad de México un nuevo permiso para publicidad exterior, a pesar de que cuenta aún con una investigación abierta en la Contraloría capitalina bajo el expediente OIC/MEB/D/0027/2023 por haber violado el procedimiento para la tramitación del PATR correspondiente a la línea 7 de Metrobus que corre por Paseo de la Reforma, además de haber alterado el mueble que le fuera autorizado para ser instalado en ese corredor, permiso que ya le fue revocado por la Suprema Corte de Justicia.
Esta misma empresa ha exigido al actual Gobierno de la Ciudad de México el otorgamiento de un nuevo permiso para publicidad en totems, usando como argumento que es por orden de un juez, aún y cuando la ciudadanía ya no quiere más contaminación en las calles.
El Sexto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa resolvió dentro del expediente 280/2015 que la Autoridad del Espacio Público (autoridad que ya no existe) debe proveer lo necesario para llevar a cabo un procedimiento administrativo relativo al otorgamiento de un permiso y luego en abril de 2022 el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa negó un amparo a empresa, por violación al procedimiento para el otorgamiento del permiso.
Según autoridades capitalinas, la empresa tendría que retirar la publicidad colocada en las 56 estaciones y 3 terminales del tramo “La Villa-Reforma-Fuente de Petróleos” de la Línea 7 del Metrobús. Lo único evidente es que a pesar de estar señalada por haber violar las leyes en más de una ocasión, esta empresa sigue “convenciendo” a algunas autoridades con sus argumentos. Y pese a los constantes reveses, JCDecaux quiere vencer a la CDMX.
