Milei destroza los pronósticos

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Argentina el candidato oficialista, Massa, se ha llevado la victoria y el pase a la segunda vuelta, en la que tendrá que medirse con el ultraderechista y libertario Milei. El resultado es sorpresivo puesto que Massa representa no sólo al partido en el poder, sino que es el ministro de Economía saliente en un país que casi alcanzó 140% de la inflación en el último año; una verdadera crisis económica de difícil solución.

Las encuestas indicaban que sería un triunfo sencillo para la representante de la derecha tradicional, Patricia Bullrich; sin embargo, la irrupción de Milei le dio un golpe al tablero y precipitó este resultado.

Massa obtuvo 37% de la votación; Milei, 30%, y Bullrich, 24%. Dos tercios de los votos optaron por el cambio, dándole la espalda al partido en el poder y representante de la izquierda. Sin embargo, el triunfo de Massa nos indica que la postura libertaria y antisistema de Milei asustó a cierto sector del electorado que prefirió darle su voto al candidato del partido en el poder antes que arrojarse al abismo que representa Milei.

La perdedora de la noche fue Bullrich, quien se esperaba fuera la ganadora y próxima presidenta de Argentina. Milei no sólo le quitó cada uno de los votos que él obtuvo, sino que le quitó los votos de las personas centristas que prefieren ver a Massa en el poder antes que adentrarse en las radicales propuestas del ultraderechista. Así, la historia se tuerce y la sucesión presidencial entra en un terreno desconocido.

Milei es un libertario. Aboga por un Estado mínimo que deje al flujo libre del mercado incluso sectores tan delicados como la sanidad y la educación. Del mismo modo, está en contra de los programas compensatorios que siguen la línea de la justicia social, lo que implica desaparecer los apoyos a sectores vulnerables de la población. Con 140% de inflación en Argentina, casi toda la población está implicada con factores de vulnerabilidad, por lo que esta postura pone nervioso a más de uno.

Massa ha sabido manejar la incertidumbre y desconcierto que provoca Milei. Su campaña se ha enfocado en recordarle a los votantes cuánto dependen de los programas del Estado: de la salud pública, los apoyos a la educación, los subsidios y los programas de desarrollo social. Todo esto, argumenta, se perdería si llegara Milei a la presidencia. Hasta el momento, su victoria es señal de que su mensaje ha calado hondo. Sin embargo, dos tercios de los votantes optaron por el cambio.

La clave estará en la mente de los votantes de Bullrich. ¿Qué preferirán? ¿La derecha libertaria en situación de crisis económica? ¿La continuidad de la izquierda? ¿El abstencionismo? La moneda está en el aire.

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