Sábado 9 de marzo de 2013. En un inmenso auditorio de la Academia Militar de Caracas se escucha el murmullo que inunda los funerales de Estado del presidente Hugo Chávez; de repente hay silencio y cientos gritan uniformes una consigna que mueve el alma: “alerta, alerta, alerta que camina la Espada de Bolívar por América Latina”. Son las 2 de la tarde.
No pasan dos minutos cuando ya cantan -igual al unísono- la canción que reivindicó a la izquierda latinoamericana ante regímenes golpistas, militares, de derecha y de ultraderecha: “El pueblo unido jamás será vencido, el pueblo unido jamás será vencido... De pie, cantar que vamos a triunfar. Avanzan ya banderas de unidad. Y tú vendrás marchando junto a mí y así verás tu canto y tu bandera florecer, la luz de un rojo amanecer anuncia ya la vida que vendrá...”. Era una tarde soleada hace 10 años.
La mañana del pasado sábado, en la Ciudad de México esos recuerdos se agolparon en mi mente. La radio pública transmitía, a través de Radio Educación, un concierto de Inti-Illimani Histórico, el grupo chileno que creó y estrenó esa canción meses antes del trágico golpe de Estado contra el gobierno socialista de Salvador Allende.
Ayer me decían en Palacio Nacional que el cambio de régimen ya es un hecho en el rompimiento del poder público con el poder fáctico del dinero y de los grandes medios de comunicación corporativos, y que por ello es clave el uso de los medios públicos de radiodifusión para empujar “una nueva forma de pensar” entre los mexicanos.
Anoche releía “Comunicación y Poder”, del gran Manuel Castells (Alianza Editorial, Madrid, 2009). En su obertura, el sociólogo dice que el poder de la comunicación está en el centro de la estructura y la dinámica de la sociedad y que “la forma esencial de poder está en la capacidad para modelar la mente”. Va más allá:
“La forma en que sentimos y pensamos determina nuestra manera de actuar, tanto individual como colectivamente. Es cierto que la coacción y la capacidad para ejercerla, legítimamente o no, constituye una fuente básica de poder, pero la coacción por si sola no puede afianzar la dominación”.
No es sólo por una formidable canción que se transmitió el sábado en Radio Educación, pero valdría la pena realizar un profundo análisis del uso que dan los gobiernos federal y estatales a los medios públicos de radio y televisión, a los sistemas estatales de radio y televisión, a la red nacional de medios públicos, a Canal 11, a Canal 22…
Hace un año, Jenaro Villamil, presidente del Sistema Publico de Radiodifusión del Estado Mexicano, preparó durante semanas la cobertura que dieron la radio y la televisión públicas a la marcha que encabezó el presidente Andrés Manuel López Obrador en respuesta a las marchas que se habían gestado en defensa del INE, contra los feminicidios.
No sólo eso. Actualmente se transmiten programas, paneles de “análisis” y un gran número de productos de radio y televisión donde se crítica (con energía y muchas veces con justificación) los excesos del régimen anterior y a sus protagonistas… a los del PRI y a los del PAN.
¿Propaganda, periodismo o ataques a los adversarios contra los que hoy compiten? ¿Es momento, de hacer una revisión crítica de las decisiones editoriales de los medios públicos y el artículo 1 de la Ley del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, que ordena difundir contenidos que promuevan la integración nacional y la pluralidad de ideas? Para que no se apasionen, son preguntas honestas.
RADAR
El viernes Morena habrá de anunciar sus decisiones en torno la asignación de candidaturas a gobiernos estatales. El partido guinda irá a las elecciones concurrentes en nueve entidades del país, donde se elegirán gobernadores y jefe de Gobierno, con cinco candidatas mujeres y cuatro hombres.
Al interior de Morena me dicen que en Chiapas no habrá sorpresas, pues la senadora Sasil de León se mantiene como el perfil mejor posicionado en cuanto a mujeres en las encuestas internas y por consiguiente –de prevalecer el criterio de género en esa entidad- será la persona que lidere los esfuerzos de su partido rumbo al 2024 en el estado y caminará, como inminente candidata al gobierno chiapaneco, al lado de Claudia Sheinbaum en las elecciones 2024.
Me aseguran que la joven senadora chiapaneca encabeza distintas encuestas internas y suma apoyos de la sociedad en los 124 municipios del estado que ha visitado en al menos dos ocasiones durante su carrera política.
MORELOS
En Morelos se presenta una situación similar. La fortaleza que han presentado mujeres que aspiran a encabezar los trabajos de Morena en sus entidades ha puesto en aprietos a varios hombres que –me aseguran- exigen a la dirigencia nacional no aplicar el criterio de género, pero que la decisión está tomada.
En Morelos, Margarita González Saravia, ex directora de la Lotería Nacional no pierde fuerza pese a tener en frente a personajes ligados con el sector mas duro de Morena –y que definen como “los puros”- y se perfila para ser su próxima candidata al gobierno de la entidad.
Así, me aseguran que pese a resistencias, el acuerdo del INE para que sean cinco mujeres y cuatro hombres los nominados, zanja el camino a la ex ex funcionaria hacia los comicios del próximo años pues también se ha posicionado como la mejor mujer en las encuestas internas del partido.