La semana pasada se decidieron las candidaturas de Morena para los gobiernos de nueve estados, resolviéndose así la tensión dentro de las filas de ese partido, para bien o para mal. Los acuerdos estuvieron restringidos a una regla de paridad de género establecida por el Instituto Nacional Electoral y ratificada por el Tribunal Electoral por medio de la cual cinco de las gubernaturas debían ser asignadas a mujeres y cuatro a hombres.
Dado lo anterior, el resultado de los acuerdos fue el siguiente: Clara Brugada será la “coordinadora de la defensa de la 4T” en la CDMX aun cuando Omar García Harfuch la aventajaba en la encuesta por 14 puntos. Para muchos esta decisión le da la victoria a los “puros” dentro del morenismo, como Martí Batres, quienes apoyaban a Brugada, frente al grupo más cercano a Sheinbaum que apoyaba a un perfil que no encaja precisamente con el de aquel morenismo.
Eduardo Ramírez, coordinador de la bancada en el Senado, venció por dos puntos a la senadora Sasil de León y será candidato a gobernador de Chiapas, entidad que hospedará a López Obrador cuando termine la Presidencia. Alma Alcaraz, diputada local, fue seleccionada como candidata para Guanajuato, bastión panista, aun cuando el extitular de la Profeco, Ricardo Sheffield, fue el puntero en las encuestas. Eso le da posibilidad a Sheffield de participar como senador de la República y aspirar más adelante a un asiento en el gabinete de Sheinbaum.
La diputada federal Claudia Delgadillo contenderá por la gubernatura de Jalisco, bastión de Movimiento Ciudadano (MC), dejando en el camino a Carlos Lomelí, exsuperdelegado en esa entidad y envuelto en un escándalo de presunta corrupción relacionado con sus empresas farmacéuticas. Delgadillo enfrentará a Pablo Lemus, alcalde con licencia de Guadalajara, por parte de MC. En Morelos, Margarita González, exdirectora de la Lotería Nacional y con amplia experiencia en el sector turístico, copropietaria del parque Las Estacas, venció a Víctor Mercado, hombre muy cercano al gobernador Cuauhtémoc Blanco.
En Puebla la disputa entre Ignacio Mier, coordinador de bancada de Morena en San Lázaro, y Alejandro Armenta, expresidente de la Cámara de Senadores, se inclinó en favor de este último, quien también venció a la exalcaldesa de Puebla, Claudia Rivera. En Tabasco, Javier May, incondicional del Presidente, miembro del grupo Tabasco y exdirector de Fonatur, será el candidato a gobernador, tras superar ampliamente en la encuesta a Yolanda Osuna, alcaldesa de Centro (Villahermosa).
En Veracruz, la exsecretaria de Energía, Rocío Nahle, competirá por la gubernatura tras superar a Manuel Huerta, superdelegado en la entidad. En Yucatán, Joaquín Huacho Díaz Mena, quien perdió la oportunidad de ser gobernador frente a Mauricio Vila, será el candidato a gobernador tras derrotar a la senadora Verónica Camino Farjat.
Así las cosas, parece que Morena está dejando Guanajuato en manos del PAN y Jalisco en Movimiento Ciudadano. Hasta el momento parece que Morena podrá quedarse fácilmente con Chiapas, Morelos, Tabasco, Puebla y Veracruz. Queda por ver qué tan competida será la elección de la CDMX, en donde Santiago Taboada, del PAN, está medianamente bien posicionado y en Yucatán, donde Renán Barrera, alcalde de Mérida, también tiene oportunidades de mantener al PAN al frente del estado.
El proceso de selección de Morena dejó menos lesionados que el de la elección del candidato presidencial, en el cual Marcelo Ebrard puso en entredicho su continuidad en el partido. Después de meses de ambigüedad y con la oportunidad de registrarse por Movimiento Ciudadano se antojaba que el excanciller intentara prolongar su lucha por el 2024, pero optó por quedarse en Morena. Su decisión fue agradecida por una parte del partido, pero también condenada por otros quienes han hecho suya la aclaración de que en el guinda “no hay grupos”. Esta última postura da a entender que para muchos Morena va a ser un lugar hostil para Ebrard y los suyos.
El candidato de MC para la gubernatura presidencial será Samuel García, gobernador de Nuevo León. A meses de que se lleve la elección presidencial, no está claro si Samuel tiene posibilidad de competir seriamente y si una ansiedad por el poder lo podría dejar con una gubernatura trunca y con poco espacio para construir una carrera exitosa más allá del 2024. Más aún, su candidatura parece rivalizar más con la de Gálvez y el Frente que con la de Morena, generando un escenario más cómodo para Claudia Sheinbaum.
Lo que sigue es ver las fórmulas en el Congreso, diputaciones y senadurías, y los arreglos de coalición. Recordemos que quizás la elección más importante en 2024, por la conformación que arroje, es la del Congreso federal.
