Por algo que me toca de modo directo por tratarse de mi país, en el cual vivo, pero también porque atañe a la política de América Latina, dedico mi columna de hoy a los acontecimientos actuales vinculados a las elecciones presidenciales acontecidas el domingo pasado en la Argentina.
La política económica del presidente electo empobreció el país y destruyó su industria durante la dictadura de 1976.
La ideología de aquel gobierno de facto era la que representa hoy la vicepresidenta electa.
Entonces, ambas -economía e ideología- tomaron el poder por medio de un golpe de Estado.
Hoy llegan al gobierno a través del voto de la mayoría de los argentinos.
Lo lamento profundamente. No solamente quien suscribe estas líneas, sino los más de 1000 firmantes de la carta que hemos redactado y que transcribo más abajo, a propósito del negacionismo del terrorismo de Estado perpetrado por la dictadura cívico-militar que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983, elevado hoy por la fuerza política vencedora en las recientes elecciones a la categoría de bandera.
¿Se puede decir cualquier cosa?
Somos trabajadores, psicoanalistas, psicólogos, profesionales de la salud, escritores, docentes, investigadores, artistas, estudiantes, etc.
Muchas y muchos trabajamos con la palabra, enseñamos en la universidad pública y con la palabra trasmitimos conocimientos. Sabemos que no es lo mismo una palabra que otra.
Sin embargo, parece que hoy se puede decir cualquier cosa impunemente.
Se puede decir que la dictadura del ‘76 fue una guerra. Se puede decir que no fueron 30.000 los desaparecidos en manos del terrorismo de Estado. Se puede insultar a nuestras Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y decir que los Derechos Humanos son un curro.
Estamos alarmados. No solo de aquello que se dice sino de la falta de reacción de quienes creíamos que estos debates estaban zanjados.
¿No habíamos dado vuelta esa página oscura de nuestra historia? ¿No habíamos gritado junto al fiscal Strassera “Nunca más”? ¿No le dijimos que NO a las leyes del indulto y el 2 X 1? ¿No estábamos orgullosos de ser un ejemplo para el mundo entero por nuestras conquistas en el terreno de los Derechos Humanos?
¿Acaso los más añosos no nos movilizamos en las Pascuas del ‘87 para defender la incipiente democracia y respaldar el gobierno del Dr. Raúl Alfonsín?
¿Qué nos pasó? ¿Cuándo retrocedimos tanto como sociedad, al punto de naturalizar el horror? ¿Cómo llegamos a tolerar que el negacionismo sea elevado a la categoría de bandera?
¿Cuánto más vamos a aguantar?
Defendamos el pacto democrático con las herramientas de la democracia.
Quienes firmamos esta nota consideramos indispensable la promulgación de una Ley que condene las expresiones negacionistas referidas al terrorismo de Estado perpetrado por la última dictadura cívico-militar argentina.
La iniciativa fue lanzada por Vanina Muraro y quien suscribe, y luego se sumaron otros profesores, docentes e investigadores de la Facultad de Psicología y de otras facultades de la UBA y también de otras universidades. Adhirieron profesores titulares de UBA, investigadores reconocidos de Conicet, escritoras/es, artistas y personas del ámbito de la cultura en general (Luisa Valenzuela, Liliana Heer, Jorge Dubatti, Reynaldo Sietecase, Cristina Banegas, entre otros).
La carta circuló por medios gráficos, radiales y televisivos de la República Argentina durante la semana previa a la elección presidencial del domingo pasado. La comparto aquí, a través de mi columna quincenal con los lectores de México, con la tranquilidad de conciencia de no ser cómplice de lo que considero un error histórico gravísimo en el que a mi pesar estoy implicado junto con mis compatriotas. Por lo dicho, queda claro que en profundo disenso.
NUNCA MÁS.
* Martín Alomo es Psicoanalista. Doctor en Psicología. Magíster en Psicoanálisis. Especialista en Psicología Clínica. Docente del Doctorado en Psicología y de la Maestría en Psicoanálisis (UBA). Codirector de la Maestría en Psicopatología (UCES). Entre otros libros, ha publicado Vivir mejor. Un desafío cotidiano (Paidós 2021); La función social de la esquizofrenia. Una perspectiva psicoanalítica (Eudeba 2020); Clínica de la elección en psicoanálisis. Vol. I y II (Letra Viva 2013).
