Despidos y represiones a quienes apoyen a Palestina

DESDE EUROPA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Cada vez son más los casos de personajes públicos que han sido “castigados” por difundir mensajes en apoyo al pueblo palestino ante la masacre del ejército de Israel que se ha empeñado en atacar a la población civil.

“Los terribles atentados de Hamas no pueden justificar el asesinato de más de cinco mil niños y niñas, ni bombardear escuelas, ni bombardear hospitales, ni el desplazamiento forzado de más de un millón de personas. El mayor horror del siglo pasado en Europa fue la deshumanización de toda una comunidad, la comunidad judía. No cometamos el mismo error con la comunidad palestina”. Así lo dijo el actor español Juan Diego Botto durante la celebración de los Premios Ondas la semana pasada en Barcelona.

Así como el actor y director español, muchas otras personalidades en el mundo deportivo, cultural y hasta político han exigido un alto al fuego en la Franja de Gaza, en donde los bombardeos y ataques del ejército israelí han dejado más de 15 mil muertes de civiles palestinos, principalmente mujeres, ancianos, niñas y niños.

Estas declaraciones no son un caso aislado; la muerte de miles de palestinos ha indignado al mundo entero. Sin embargo, a quienes han alzado la voz en pro de Palestina enfrentan las consecuencias de sus declaraciones en países donde supuestamente defienden la libertad de expresión, la justicia y la democracia.

Uno de estos casos fue lo que le pasó al jugador neerlandés de origen marroquí, Anwar El Ghazi, quién tras publicar en redes sociales su apoyo a Palestina, el club alemán de futbol Mainz anunció que rescindiría el contrato del delantero.

En el mensaje del jugador publicado en sus redes acusó al gobierno de Benjamín Netanyahu de ser un estado agresor. Poco después, el club alemán anunció que su jugador se había arrepentido por compartir dicho contenido; sin embargo, el mismo Anwar acusó a su equipo de mentir y reafirmó su posición ante la guerra en Palestina con este mensaje: "No me distancio de lo que dije y apoyo, hoy y hasta mi último aliento, a la humanidad y a los oprimidos”. La polémica terminó con el despido del jugador de los Países Bajos.

Algo similar sucedió en Estados Unidos con la actriz mexicana Melissa Barrera, quién fue despedida de la película de terror Scream 7 tras publicar un mensaje en la red social Instagram, en donde afirmó que la ofensiva en la Franja de Gaza es un “genocidio y una limpieza étnica”. La productora Spyglass calificó las declaraciones de la actriz como mensajes de incitación al odio, por lo que anunció su despido de la saga.

Los mismos aliados de Israel han pedido un alto a la matanza de civiles en Gaza. El presidente español Pedro Sánchez pidió recientemente que se acabe con la “matanza indsicriminada” de civiles en la Franja, a lo que el G

obierno de Netanyahu respondió que "Israel está actuando conforme al Derecho Internacional y luchando contra una organización terrorista”.

Estas situaciones muestran una realidad que se repite en Europa Y Estados Unidos. Y como bien se ha dicho, nada justifica la deshumanización de las personas y mucho menos la muerte de miles de inocentes, así que políticos y empresarios que se creen dueños del mundo no podrán callar a la humanidad ante este genocidio, sin importar despidos y represiones.

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