¿Recuerda usted esa ocasión en la que una tribu del partido en el Gobierno se inconformó por la postulación de una figura pública vinculada al tema de la seguridad a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México?
El desconcierto le costó el puesto a un subsecretario de Gobernación luego de que, en una conferencia, un periodista le preguntara si en las reuniones para la construcción de la llamada “verdad histórica” había estado presente el funcionario en cuestión.
El subsecretario no sólo afirmó, sino que hizo énfasis en que sí había estado en esos encuentros y al final, por si sí o por si no, el partido terminó bajando al susodicho de la contienda por la Jefatura de Gobierno de la capital.
Si fue a raíz de la exhibición en dicha conferencia, que el partido decidió bajar al personaje del que le hablo, no lo sabremos. Lo que sí es cierto es que la postulación del personaje hizo evidente la existencia de un ala o corriente dentro del partido.
Pues bueno, me cuentan fuentes dentro del mismo partido político, que esas mismas tribus, quienes no están conformes con el pragmatismo de ganar por ganar aunque tengan que adoptar a viejos adversarios, ahora pretende sacar de la jugada a otro político de esos que nomás vieron que el barco se iba a hundir y cual rata en quemazón, saltaron.
Le hablo del exgobernador de Oaxaca Alejandro Murat, a quien el habitante de Palacio Nacional ha apapachado a más no poder, durante su administración e incluso ahora, que ya ni siquiera gobierna.
Me dicen que los rumores sobre su posible cambio a Morena, un supuesto encargo en una embajada o en el Senado y hasta sus manifestaciones en favor del proyecto de la aspirante a la Presidencia, prendieron las alertas y ya se echó a andar toda la maquinaria para marginarlo de la contienda de 2024, una operación muy similar a la que también operó en la CDMX.
Los señalamientos van desde las irregularidades en la hacienda pública por mil 169 millones de pesos, hasta una investigación que se entregó a la Unidad de Inteligencia Financiera por lavado de dinero y que se orquestó en el famoso Auditorio Guelaguetza de la capital oaxaqueña.
La operación ha sido coronada por la advertencia del actual gobernador de la entidad, Salomón Jara Cruz, quien aseguró que no habrá impunidad para su antecesor si se comprueba que incurrió en delitos durante su mandato.
Pero detrás de todo esto hay un juego de vencidas entre la forma de ver y operar la política desde Palacio Nacional y quienes están dentro del partido. Es decir, una confrontación dura y directa con el hijo pródigo de Macuspana ¿Quién ganará?
En el baúl. “Por medio de la presente les informo que hay escasez de agua y toallas para secado de manos y esto es tema general en la Secretaría de Gobernación”. Así dice un e-mail que ha circulado estos días en las oficinas de Bucareli. La dependencia, ante el fin de año o el inicio de la temporada electoral, no tiene papel ni agua para lo más esencial ¿Será que esto es a lo que le llaman pobreza franciscana? Podría ser.
Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeee!