Amarga Navidad

DESDE EUROPA

Héctor Badillo.
Héctor Badillo. Foto: La Razón de México

Ya se cuentan dos meses y medio desde el inicio de las hostilidades en suelo palestino, aún sin rastro de los responsables de los ataques terroristas del 7 de octubre y con más de 20 mil muertes de civiles, entre las que se cuentan mujeres y niños inocentes e indefensos en 70 por ciento.

Hoy 25 de diciembre de 2023, Gaza es el lugar más peligroso del mundo para los menores de edad, según informó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

En Belén, una de las ciudades más importantes para los creyentes, no se celebró este año la Navidad en repudio de la masacre en la Franja de Gaza a manos del ejército israelí. Las autoridades y los líderes religiosos decidieron cancelar las festividades y actividades navideñas de este año.

El Gobierno de Benjamin Netanyahu no tiene pensado parar hasta desaparecer todo lo que, según él, está relacionado con el grupo Hamas, sin importar las miles de muertes de mujeres, hombres, niñas, niños y ancianos, que nada tienen que ver con este conflicto.

El mundo reprueba y critica la actuación de Israel, pero ninguna organización internacional hace algo en realidad para frenar la matanza de civiles dentro de la Franja de Gaza y el atropello de los derechos fundamentales, pues al contrario, motivados por Estados Unidos y países de Europa, brindan apoyo armamentista a Israel.

Es también cierto que ante esa masacre de gente inocente en la Franja de Gaza el apoyo internacional a la invasión del Gobierno israelí cada vez es menor por la injusticia y la masacre que allí se vive. El impulso diplomático de los países occidentales ha disminuido con el paso de los días. Ahora la gran mayoría de aliados de Israel exige un alto el fuego, salvo Estados Unidos, su principal proveedor de armamento, y otros países como Reino Unido y Alemania, otro proveedor de armamento militar.

España es otro de los aliados de Israel que más ha presionado por un alto el fuego en Gaza. El presidente español Pedro Sánchez aprovechó la felicitación navideña de este domingo, por videoconferencia con las tropas españolas desplegadas en el extranjero, para condenar la invasión y pidió “detener de forma inmediata el sufrimiento inaceptable e insoportable de la población civil”.

Sin embargo, aunque Israel termine los ataques aéreos y terrestres, la población palestina sufre además de sus víctimas la destrucción total de la ciudad y de sus viviendas, así como las consecuencias de una guerra que prendió todas las alertas de organismos internacionales que dicen velar por los derechos humanos, pero que poco han reaccionado ante la injusticia de los ataques.

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