Las posverdades de este 2024

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.  

Buen 2024 para usted lectora, lector. Comenzaré mi año en La Razón con una cita textual de Wikipedia que a su vez se refiere a la RAE. El mundo del vil fusil.

Saludos ministra.

“La Posverdad o mentira emotiva, es un neologismo que implica la distorsión deliberada de una realidad en la que priman las emociones y las creencias personales frente a hechos objetivos con el fin de crear y modelar la opinión pública e influir en las actitudes sociales, tal como lo define la Real Academia Española de la Lengua... Para algunos, la posverdad es sencillamente mentira o estafa encubiertas en expresiones que buscan ocultar la propaganda política o el uso de las relaciones públicas como instrumentos de manipulación mediática”.

Como sociedad global enfrentamos un año nuevo plagado de mentiras, filias y fobias nacidas de las realidades que imaginamos y no de las que, según hechos verificables, son.

Lo primero que vamos a padecer va a ser la polarizada narrativa electoral mexicana.

Las ganas de ver arrasar a una o alcanzar a la otra. La emotiva convicción de que todo ha ido mejor versus la ilusión de ya no es como antes.

Pagamos combustibles más caros, pero sin gasolinazos; militarización de la obra pública nacional que no es militarización, sino apoyo, por quién sabe cuántos sexenios, de soldados, marinos y guardias nacionales, para que la 4T funcione estos años tras haber heredado un aparato de Gobierno inservible por corrupto.

Pero no tenemos datos de cuándo estará en condiciones de servir bien y sin robar. La perorata electorera de los morenos puros contra los demás conservas; de los disque honestos sin pericia, en contra de los “no somos perfectos” pero sí funcionales. Aunque corruptos. Saludos al PRI.

La posverdad no tiene denominación de origen ni patente azteca. El mundo nos va a regalar un montón de elecciones envueltas en más de lo mismo.

Estados Unidos producirá lo suyo; demócratas moderados o furibundos republicanos capaces de repetir, con Donald Trump, los ambientes más violentos de los que tenemos registro. Nacionalismo sin rubor en contra de mitos ambientalistas y pro migrantes. Hegemonía preservada a como dé lugar o buenondismo en el nuevo orden geopolítico.

Para armar millones de campañas en un planeta atestado de ciudadanos enredados en la simplicidad de posteos desde dispositivos móviles que demandan lo mínimo posible de intelecto, está la IA, el ChatGPT y toda la informática generativa al servicio de pocos, en perjuicio de muchos.

Quizá el mayor desafío del porvenir sea la distinción entre hecho noticioso e información dirigida a alimentar nuestras aficiones, adicciones, así como nuestras repulsiones con todo aquello en lo que no “creemos”. Ahí está un reto que depende de los individuos socialmente sensatos.

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