Cien días secuestrados

VOCES DE LEVANTE Y OCCIDENTE

Gabriel Morales Sod*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

Es difícil imaginar un día en la vida de los 136 israelíes y extranjeros secuestrados en Gaza. El miedo, la incertidumbre, el dolor, la tortura y el abuso. Imposible es imaginar por lo que han pasado los rehenes en los cien días desde el ataque de Hamas el 7 de octubre del año pasado, que se cumplen esta semana.

Ha pasado ya más de mes y medio desde la última liberación de rehenes y conforme pasan las semanas se disuelve la esperanza de que regresen con vida. Un reporte que publicó el fórum de las familias de los rehenes esta semana, con base en testimonios de quienes fueron liberados, relata una imagen surreal. Abuso sexual y violación de mujeres, tortura, malnutrición, rehenes con enfermedades crónicas sin medicamentos y varios de ellos cargando con graves heridas desde el ataque.

En Israel, el movimiento por la liberación de los rehenes ha ido creciendo en tono y fuerza en las últimas semanas, poniendo enorme presión sobre el Gobierno de Netanyahu para priorizar la liberación de los rehenes sobre todo objetivo. Sin embargo, en una decisión controvertida, el primer ministro autorizó el asesinato de uno de los más altos mandos de Hamas en Beirut, la semana pasada, dificultando enormemente el regreso a la mesa de las negociaciones.

El día de ayer, Benny Gantz, líder de un partido de centro que se unió a la coalición en el contexto de la guerra, a quien en todas las encuestas perfilan como el próximo primer ministro, declaró que la liberación de los rehenes es el objetivo más importante de la operación militar, tratando de poner un alto la presión de la extrema derecha para continuar la guerra a toda costa.

Sin embargo, no basta con la presión del público israelí a su Gobierno para asegurar la liberación de más rehenes. Qatar, quien junto con Egipto está actuando como mediador entre Hamas e Israel, insinuó que puede haber en la mesa un trato que incluya la liberación de todos los rehenes a cambio de la salida de Israel de Gaza y de un salvoconducto que le permita al liderazgo de Hamas salir de la Franja. Éste parece ser el mejor resultado posible. La liberación del pueblo palestino del liderazgo del grupo islamista, extremista y terrorista Hamas y la liberación de los rehenes a cambio de un cese al fuego. El control de Gaza pasaría a manos de grupos palestinos civiles quienes, con enorme ayuda internacional, se dedicarían a la reconstrucción de Gaza. Hamas, en respuesta, inmediatamente declaró que no se rendirá. Para acorralar a Hamas es indispensable que incremente la presión internacional.

Este fin de semana, para conmemorar los cien días, se esperan eventos masivos del movimiento de las familias de los rehenes. Su tenacidad es nuestra esperanza.

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