Washington y Madrid

LAS BATALLAS

Francisco Reséndiz. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: Especial.

Xóchitl Gálvez tiene claro lo que habrá de vivir. Será la protagonista de una encarnizada lucha desigual contra un grupo decidido a concretar un cambio de régimen en el país y consolidarlo hacia la izquierda. Ante la fortaleza de su adversario ha emprendido una cruzada para hacerse de aliados en el mundo que sirvan de contrapeso en la sucesión mexicana.

Me dicen fuentes diplomáticas que pese a la narrativa generada desde sectores de la 4T, el viaje relámpago de la candidata presidencial de oposición a Washington y Madrid ha sido exitoso por varios motivos, el principal: poner en el radar de la OEA y de España (ambos enemigos de AMLO) la realidad mexicana de cara a la campaña electoral 2024.

Pese a ser un órganos regional centenario, la poderosa Organización de Estados Americanos (OEA) mantiene, de la mano de Estados Unidos, una influencia tal en la región que ha llevado a naciones a colapsar tras procesos electorales y a mantener reiterados choques con gobiernos que han pertenecido al eje formado por Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y México.

Aunque la “Guerra Fría” quedó atrás hace mucho tiempo, Xóchitl Gálvez fue a Washington a dejar claro de qué lado de la banqueta está y no es del lado de los países con modelos de izquierda. La OEA -con sus dos brazos: la Corte y la Comisión interamericanas de Derechos Humanos- es un factor que debe y preocupa en Palacio Nacional.

La solicitud del INE para que la OEA envíe una misión de observadores electorales y el llamado de Gálvez a defender la democracia en Washington, a la par del encuentro con el expresidente Felipe Calderón en Madrid y su reunión con representantes de las 250 empresas más poderosas de España no gustaron en en la casa presidencial.

Y es que la reunión con Luis Almagro, secretario general de la OEA, fue un mensaje claro al presidente Andrés Manuel López Obrador quien a su vez ha criticado tanto el papel del organismo regional (señalado por los gobiernos de izquierda de estar plegado a los intereses de Estados Unidos) y el desempeño de Almagro en casos como Bolivia y Nicaragua.

En Estados Unidos, Xóchitl pidió defender la democracia y en España se pronunció reconstruir la relación política bilateral, la cual ha llevado a su mínima expresión por el presidente de México pese a que hay 7 mil empresas españolas con inversiones en nuestro país y 3 mil mexicanas con negocios allá, sin mencionar la comunión entre ambos pueblos.

Solo echemos un vistazo. La OEA, sin Venezuela, Cuba y Nicaragua, tiene 34 países miembros pero cuenta con al menos 35 países observadores como Australia, Bélgica, Dinamarca, Francia, Finlandia, Alemania, Italia y Japón, naciones que se tomen muy en serio el tema de derechos humanos para el impulso a inversiones.

Pero el cabildeo y activismo internacional que ha hecho Xóchitl –me subrayan las fuentes consultadas- va más allá de sus eventos públicos; las reuniones privadas deben llamar la atención sobre la red de apoyo internacional que construye la hidalguense con una fuerte influencia de personajes como Ildefonso Guajardo y Felipe Calderón… al tiempo.

RADAR

Desde tierras guerrerenses nos comentan que Acapulco ha enfrentado un largo proceso de reconstrucción tras el impacto del Huracán Otis en octubre pasado. Ante críticas, rumores y especulaciones, nos aseguran que el trabajo y la cercanía de la alcaldesa Abelina López con la gente se nota en los avances que ha tenido el puerto en los últimos meses.

Nos hacen ver que la reconstrucción de Acapulco, ha sido gracias al trabajo diario y en equipo, con las brigadas municipales y el apoyo de la sociedad civil, y que son varios operativos que se han implementado para atender las necesidades de los acapulqueños y el turismo, por ejemplo "transporte seguro".

En el equipo de la alcaldesa Abelina López dicen: “aceptamos la crítica, no las mentiras” y advierten que las mejoras son significativas, que la reactivación del puerto se ve, que es un trabajo que lleva tiempo, pero el gobierno municipal ha demostrado cercanía con la sociedad, constancia y compromiso. Hay que apoyar a Acapulco.

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