Con esa revelación pública mañanera de que cuando Arturo Zaldívar presidió la Suprema Corte, el Presidente López Obrador admitió que intervenía en algunos casos para que él ayudara, hablara con los jueces y se resolvieran, pero que cuando llegó Norma Lucía Piña Hernández, a presidir el alto tribunal “y dice los jueces son autónomos, o sea, licencia para robar, hagan lo que quieran” y así tienen fuerza al interior del Poder Judicial, en una relación de componendas y de complicidades “como si se tratara de una mafia”.
Al referirse a la orden de un juez para que Emilio Lozoya Austin, siga su proceso en prisión domiciliaria, dijo, en respuesta a una pregunta, que si eso hubiera ocurrido con Zaldívar, éste difícilmente hubiera actuado así y tampoco se le hubieran descongelado las cuentas a la esposa de García Luna, ni hubiera contratado a un asesor de éste, “que trabaja ahora de ayudante de la presidenta “Irma Piña”, al confundir el nombre de la titular de la Corte.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
A 24 horas de que se cierre el registro de candidatos a cargos de elección, por presiones y rotundo rechazo de militantes de Morena, se frustra la pretensión de expriistas que renunciaron al tricolor y buscaron refugio, y protección, en el partido que gobierna entre sus plurinominanles, lo que ha puesto en predicameento a su dirigente nacional, Mario Delgado, ante una rebelión interna que se niega, pero persiste.
Entre quienes se cuentan para llegar al Senado por esa vía, figura un puñado de fieles lopezodoristas-experredistas que de ninguna manera cederá sus lugares a quienes dejaron las filas priistas para buscar fuero, es decir protección.
Tras de que un juez ordenó la liberación de Emilio Lozoya para seguir su proceso en prisión domiciliaria, Gabriela Murillo, hija del extitular de la entonces PGR, Jesús Murillo Karam, pidió otorgar esa medida a su padre, quien desde hace tiempo permanece internado en la Torre Médica de Tepepan, en un precario estado de salud.
En una entrevista con Ciro Gómez Leyva, dijo que su padre no se puede levantar ni caminar, por la alta presión, está deprimido y eso le está afectando la memoria, por lo que pidió que se le conceda seguir su proceso en su domicilio.
En el juicio que se le sigue en un tribunal de Nueva York al expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, el fiscal David Robles lo acusó de enviar toneladas de cocaína a Estados Unidos, usó el poder de su país, a militares y al sistema de Justicia par proteger a los narcotraficantes, a cambio de mucho dinero.