El gran éxito que podría conseguir la coalición Fuerza y Corazón por México es ganar la Jefatura de Gobierno de la CDMX en las próximas elecciones del 2 de junio. La catástrofe electoral de Morena en la elección de 2021 podría repetirse. Actualmente, 50% de la población de la ciudad es gobernada por la oposición, cuando en 2018 sólo controlaba el 18%. En 2021, Morena se quedó con 7 alcaldías al oriente de la capital, mientras que el PAN (5), el PRI (2) y el PRD (2) se quedaron con 9 en el poniente, algo nunca antes visto.
Este comportamiento se replica en la intención de voto en donde Santiago Taboada aventaja en el poniente y Brugada en el oriente. A nivel general, las últimas encuestas muestran que Taboada está a una distancia de menos de 10 puntos de Clara Brugada, la candidata de Morena, PT y PVEM. Salomón Chertorivski de MC está por debajo de los 10 puntos. A su vez, la cifra de indefinidos ronda el 13% en las encuestas de intención de voto. Hay pelea.
En las alcaldías el Frente aventaja en Álvaro Obregón, Benito Juárez, Coyoacán, Cuajimalpa, Cuauhtémoc, Magdalena Contreras y Miguel Hidalgo. Por su parte, Morena lleva las de ganar en Azcapotzalco (hoy en manos del Frente), Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Milpa Alta, Xochimilco, Tláhuac, Venustiano Carranza y Tlalpan. Se anticipa una contienda cerrada en Álvaro Obregón, Cuajimalpa y en Magdalena Contreras.
Aunque Morena va al frente, la contienda está lejos de estar resuelta. Un factor a considerar en esta elección es que tendrá una mayor participación electoral que la de 2021, por tratarse de una elección general en la que también se elige la Presidencia de la República y el Congreso de la Unión. Típicamente las clases medias son las que menos salen a votar, por lo que un incremento en participación electoral responde a un incremento de participación de votantes de todos los niveles socioeconómicos, pero sobre todo de este sector.
La victoria de Morena y AMLO en 2018 respondió parcialmente a que las clases medias le dieron su voto de confianza y castigaron al PRI y al PAN. Recientemente, esta confianza se ha diluido y posiblemente Morena recibirá un apoyo menor de este sector. El juego en CDMX está en la operación de convencer a los indecisos y contrarrestar o potenciar el bono de votos de la clase media.
Morena puede mantener la capital, pero se está debilitando. Esta tendencia se replicará en futuras elecciones en todo el país, por el simple paso del tiempo y la incapacidad de atender las preocupaciones del electorado. La pelea es el 2024, pero también el 2027 y el 2030. Por ello, es importante proteger el futuro de las instituciones democráticas que dan garantía de que en el futuro podamos elegir entre alternativas viables tanto del partido gobernante como de la oposición.