El Eje México-La Habana-Caracas

LAS BATALLAS

Francisco Reséndiz*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

A punto de concluir el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, de manera discreta, el gobierno de México ha consolidado una alianza estratégica-ideológica con los dos referentes principales de la izquierda más dura en la región: la de los régimenes de Cuba y de Venezuela.

De acuerdo con integrantes del Servicio Exterior Mexicano, consultados por este columnista, sectores con amplia influencia en Europa y América del Norte ven con preocupación no sólo que haya una alineación ideológica de los gobiernos de AMLO, Maduro y Díaz-Canel.

Las fuentes consultadas advierten que partidos y fuertes empresarios de esas regiones consideran un riesgo que estas tres naciones consoliden la columna vertebral de una América Latina inclinada hacia la izquierda y que opere a partir de un acuerdo clave del Foro de Sao Paulo: avanzar unidos en la lucha antiimperialista y popular. El factor clave para esa alianza serán los resultados de las elecciones mexicanas del 2 de junio.

Esta versión, consultada en Palacio Nacional, fue respondida con mofa. “Se trata de una tontería que no tiene sustento alguno”, me comentaron extraoficialmente en la casa presidencial. Pero declinaron hacer comentarios sobre la condición que guardan las relaciones trilaterales.

No es un secreto la compra de piedra a Cuba para el Tren Maya, tampoco la participación de personal cubano de salud (con privilegios sobre el personal mexicano) para atender en México la crisis derivada de la pandemia de COVID-19 en nuestro país y que cobró la vida de más de 334 mil personas.

Tampoco es un secreto que México ha decidido apoyar al régimen de Maduro y dar apoyos mensuales de 110 dólares, al menos durante seis meses, a los migrantes venezolanos que decidan regresar a su país además de garantizarles puestos laborales en las empresas mexicanas con operación en el país sudamericano.

Pese a la condena internacional, México ha evitado pronunciarse sobre la democracia en ambas naciones, en cambio, se ha enfrascado en señalamientos contra el gobierno de Estados Unidos por la publicación de reportajes que -sin pruebas- han vinculado dos de sus campañas presidenciales con financiamiento ilegal de grupos delictivos.

Previo al gobierno de AMLO las relaciones de México con Cuba y Venezuela estuvieron inmersas en los desencuentros. Sólo algunos ejemplos: Vicente Fox fue evidenciado por Fidel Castro con el “comes y te vas”, luego retiró a su embajadora en La Habana y pidió al embajador cubano dejar México, además del grupo de cubanos expulsados por supuesto espionaje a EU.

Con Felipe Calderón también hubo desencuentros, el principal fue por los comentarios contra México derivados de la crisis por la fiebre porcina o por el AH1N1 y la cancelación de vuelos cubanos a México no desde México. Peña Nieto recompuso la relación de México con Cuba y hasta fue a visitar a un Fidel Castro enfermo y después asistió a sus funerales de Estado.

Pero el trato con Venezuela fue más ríspido. Principalmente en la coyuntura presidencial mexicana de aquel lejano 2006.

Varios periodistas de diversos medios, entre ellos el que hoy escribe esta columna, documentamos diversos hechos que llevaron a concluir que había una intervención de Venezuela en México a favor de la izquierda que le disputó la elección presidencial de Felipe Calderón.

Se recogieron entrevistas con el embajador venezolano Lino Martínez quien definió a AMLO como “un rayo de luz con la capacidad de organizar al pueblo, que no está organizado, y dotarlo de un ideal de lucha”. Se acusó colaboración de Venezuela y Cuba con el EPR a través de funcionarios del entonces gobierno del Distrito Federal.

Además de las declaraciones de Marcelo Ebrard en un acto con el embajador suplente de Lino Martínez, Vladimir Villegas, y del encargado de negocios de la embajada de Cuba, Eduardo Vidal; ahí el ex aspirante presidencial dijo:

“Nosotros tenemos ahora un gobierno federal vergonzante, enemigo de Cuba y Venezuela, pero ese gobierno no representa al pueblo de México. El pueblo de México somos nosotros que estamos aquí, ése es el pueblo de México y nosotros estamos con Bolívar, con Martí, con nuestros hermanos de Cuba y de Venezuela. Gracias por estar aquí y cuenten con nosotros”.

El 7 y 8 de marzo de 2006 en el periódico La Crónica de Hoy publiqué dos reportajes con los títulos “Operan grupos bolivarianos 10 centros logísticos del DF” y “Crean eje México-Caracas-La Habana, donde confirme la cercanía de grupos de izquierda con el entonces gobierno de Hugo Chávez y posteriormente con información oficial de inteligencia profundice en el tema.

Pero el activismo y la relación entre México y Venezuela se ha mantenido y fortalecido con el gobierno de AMLO y el régimen de Maduro.

Apenas la semana pasada el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez (PSUV), agradeció a los mexicanos haber declarado a El Libertador, Simón Bolívar, como solemne ciudadano de México, hace 200 años, y dijo que por ello todos los venezolanos son mexicanos. Subrayó la importante de “no dejarse imponer agendas que solo han saqueado y sojuzgado a América Latina con horror y genocidio”.
"Ha llegado la hora estelar de América Latina, ha llegado la hora de mirar un futuro unidos, el tiempo de ver nuestros pueblos buscando una solución a lo que ha sido una consecuencia directa de años", subrayó el presidente de la AN.
En ese acto solemne, realizado en la sede legislativa venezolana, la senadora mexicana del PES, Elvia Marcela Mora, llamó a los países de América Latina y el Caribe a honrar la Doctrina Bolivariana. Denunció que, actualmente, todas las soberanías de Latinoamérica quieren ser manchadas por un grupo de países potencias.
Llamó a la unidad de todos los latinos víctimas de los ataques injustos de naciones llamadas desarrolladas. "La derecha desea debilitar la educación pública, pues no se lo vamos permitir", comentó. Pidió -según lo consignó la Asamblea Nacional de Venezuela en su sitio web oficial- no abandonar la batalla contra la intervención de agentes externos, y rechazó los bloqueos o medidas coercitivas unilaterales impuestas por otros países.

En medio de las sucesiones presidenciales mexicana y venezolana de este 2024, la discreción seguirá jugando su papel en esta gran alianza estratégica-ideológica entre México, Cuba y Venezuela.

RADAR

AGRESIÓN. Desde Yucatán nos comentan que la 4T ha recibido diversos ataques que han vandalizado su propaganda electoral. Apenas ayer el candidato a senador por la 4T, Jorge Carlos Ramírez Marín, denunció el daño causado a la publicidad electoral colocada en un espectacular de la carretera Mérida-Motul, la cual fue la única afectada de las numerosas propagandas que hay a lo largo de esta vía.

Nos dijo que que “es una pena que este tipo de violencia se represente en una contienda democrática”, y en menos de un mes, es el segundo incidente ocurrido en contra de candidatos de la Coalición “Sigamos haciendo historia en Yucatán”, que encabeza Morena, en coordinación con el PVEM y el PT, pues primeramente sucedió con el aspirante a gobernador.

“Eso nos no va a intimidar, nos da tristeza, ya que se presume de civilidad pero hay personas que recurren a este tipo de delitos”. Tras inspeccionar lo ocurrido, Ramírez Marín señaló que “de repente, las cintas que sostienen a la lona se cortaron solas, se desprendieron solas, se rompieron solas”. “Esto no es jugar fuerte, es una especie de miseria que no debería reflejarse en un pueblo civilizado”, acotó.

Que todo vaya mejor para el proceso electoral yucateco y no se desborde la pasión más allá del debate de ideas.

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