El Facundo malo

DESDE LAS CLOACAS

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

¿Recuerda usted a aquellos periodistas que “pegaban con la derecha, pero cobraban con la izquierda” ¡Jajajaja!

Yo conocí muchos durante el llamado “viejo régimen”. La definición abarcaba no sólo a quienes tenían sus chanchullos con uno que otro político, sino también a quienes defendían el sistema a capa y espada sin recibir nada a cambio, usaban esa función que la sociedad les había encomendado para atrincherarse en una ideología… aunque esa ideología o esa corriente ni los volteara a ver, ni los topaba.

Recientemente se dio a conocer la demanda por daño moral que una empresa de medios interpuso contra Hernán Gómez Bruera, quien no es la primera ocasión que se ve envuelto en este tipo de conflictos. Déjeme le cuento.

En 2019, el Instituto Mora decidió terminar relaciones con el entonces docente del centro de investigaciones, entre otras cosas, por desempeño deficiente, ausentismo y hasta cobro de cuotas indebidas, es decir, les pasaba la charola a los alumnos.

Lo que le platico no me lo estoy inventando y obra en documentos oficiales. Por ejemplo, un mail de la institución fechado el 11 de octubre de 2019, informa sobre “quejas de profesores internos, profesores externos, personal administrativo y alumnos del programa, sobre su constante ausencia y falta de compromiso para cumplir con la gestión y promoción de la maestría”.

En el documento también se dio cuenta de los viajes que Hernán Gómez realizó fuera de la Ciudad de México en días laborales, sin que hubiera comisión académica de por medio; el cobro que hacía de 200 pesos a los becarios y asistentes de la Maestría que llegaban tarde y hasta de un lío al que metió a la institución por una publicación en redes sociales en las que el académico Hernán Gómez anticipó el nombramiento del nuevo embajador de Argentina, aviso que causó el disgusto de la todavía embajadora.

Además, el Instituto Mora dejó constancia de que, en su plan de trabajo y cobrando el sueldo de profesor-investigador “A”, Hernán se comprometió a publicar un libro, pero, tras dos años, en lugar de entregar la obra al Instituto, se lo llevó a una editorial privada.

Luego de esta serie de controversias, insisto, todo asentado en documentos cargados en la Plataforma Nacional de Transparencia, el Instituto decidió terminar su relación con el académico. ¿Qué argumentó éste? Algo que argumenta ahora, que está en medio de una querella legal: que se le estaba atacando por su cercanía con el nuevo gobierno y que se estaba sancionando su libertad de expresión. Lo anterior sin hablar del escándalo por presunto acoso sexual del que se le señaló durante el “Congreso Iberosfera 2022” en Monterrey.

Hoy de nueva cuenta, como en 2019, argumenta que la demanda en su contra es “un intento evidente por silenciarlo e intimidarlo como periodista”. A lo mejor se le olvida que ese intento de silenciar a un periodista sí lo hace el actual régimen con quienes les son incómodos.

En el baúl. Uno de los mantras de la 4T es aquella marrullería de “Amor con amor se paga”, pero más que amor, entre los políticos vasallos de Palacio Nacional lo que hay es traición ¿Esa con qué se paga? En el cuartel de la Alianza “Va por la CDMX” han levantado la ceja tras conocer la reunión que hace unos días sostuvo Nora Arias, la actual presidenta del PRD en la CDMX, con el líder del Partido Verde, Jesús Sesma, por conocida zona de Lindavista. ¿Es la razón del golpeteo al PRD de Jesús Zambrano? Claro, la clásica táctica de provocar conflictos internos para justificar su cambio de colores. ¿Sabrá Santiago Taboada, candidato a la Jefatura de Gobierno, que le están jugando cubano y la señora Arias ya está más cerca de la 4T que de la alianza? Es pregunta con amor y odio.

Basta por hoy, pero el próximo lunes… regresaréeeeeeeee!

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