Tamaulipas, derecho de piso y …¿de sombra?

GENTE COMO UNO

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Imagen: La Razón de México

Este sábado en La Vegas, Nevada, se lleva a cabo la pelea entre Saúl “Canelo” Álvarez y Jaime Munguía, en lo que ha sido, por mucho, uno de los eventos más publicitados de los últimos meses.

El cinturón hecho por artesanos tamaulipecos que recibirá el ganador de la pelea entre el Canelo y Munguía.

El ganador recibirá, entre otras cosas, un cinturón conmemorativo hecho por manos mexicanas, que en esta ocasión celebra el bicentenario del estado de Tamaulipas.

Por ello, mas de 10 artesanos tamaulipecos participaron en la elaboración de la pieza, que está inspirada en la icónica cuera tamaulipeca, que hoy más que nunca enorgullece a la entidad, como lo expresó el gobernador Américo Villarreal Anaya durante la presentación del cinturón.

Y es que por fin sucedió algo en Tamaulipas que hace que la conversación, a nivel nacional e internacional, se distraiga un poco del tema de la inseguridad y el crimen organizado, que desde hace tantos años azota aquella entidad y mantiene a su población en alerta, particularmente en ciertos municipios y especialmente en tiempos de campañas electorales.

El clima electoral en Tamaulipas se ha violentado tanto, que se han vuelto a encender las alarmas y es la razón por la cual la Secretaría de la Defensa Nacional ha desplegado cerca de mil elementos más en aquel estado fronterizo, para (intentar) garantizar que los ciudadanos puedan ejercer su voto en paz el próximo 2 de junio.

El primero de mayo pasado, fueron 400 los militares que se distribuyeron en Nuevo Laredo y la frontera chica del Estado, donde hace apenas dos semanas fue asesinado Noé Ramos Ferretiz, candidato a la reelección del municipio de Mante, donde fue acuchillado mientras realizaba un acto de campaña.

Hasta el 30 de abril pasado, el Instituto Electoral de Tamaulipas ya contabilizaba 33 solicitudes de sustitución de candidatos y otras 31 solicitudes de seguridad, de las cuales 16 corresponden a aspirantes hombres y 15 aspirantes mujeres.

De dichas solicitudes, 23 son de abanderados para presidencias municipales y es el Partido de la Revolución Democrática el que más ha pedido estas medidas de protección.

Son tiempos difíciles y este proceso electoral ya está prácticamente convertido en el más violento en la historia de México.

Aunado a ello, hace un par de semanas se reveló por una investigación periodística, una nueva modalidad de extorsión que resulta el colmo de la crueldad, en un territorio donde el clima es extremadamente caliente y la simple sombra de un árbol, ya no solo es una suerte, sino el nuevo modelo de negocio para el crimen organizado quien ahora cobra “derecho de sombra”.

El hecho puede resultar inverosímil, pero es la nueva realidad para algunos en Tamaulipas, donde una onda de calor puede alcanzar hasta los 45 grados y la sombra de un árbol es un refugio y hoy una nueva oportunidad que los delincuentes no iban a dejar pasar.

100 pesos mensuales es lo que deben pagar algunos habitantes por cada árbol que dé sombra en sus hogares. De acuerdo a testimonios difundidos por diferentes medios de comunicación, quien no quiera pagar la cuota, deberá talar los árboles, y si no pueden hacerlo, tendrá que pagarle a uno de los integrantes de estos grupos delincuenciales, para que lo haga.

Al parecer, muchos de estos extorsionadores se han presentado como integrantes de “Los Ciclones” (escisión del Cártel del Golfo, con presencia en Matamoros) y “Los Metros” (que hoy operan como una célula del Cártel del Golfo).

Y por desgracia, la de los árboles no es la única sombra que se cobra en aquella entidad, desde hace tiempo hay reportes de cobros también en la zona de playas, donde los trabajadores deben cubrir una “contribución” para poder instalar mesas y palapas para los turistas.

En octubre pasado se hizo viral un video en el que se observa al chofer de una pipa siendo obligado a tirar el combustible que cargaba al ingresar a Tamaulipas proveniente de Texas, a través del puente Los Tomates, en Matamoros, y todo por no haber pagado su respectiva cuota a los grupos criminales.

Se han denunciado desde hace muchos meses los cobros que le hacen a los transportistas, entre 400 y 600 pesos diarios para poder trabajar sobre todo en la zona sur del estado.

Así, comerciantes, fabricantes, agricultores y otros rubros de la economía estatal están siendo afectados por estos cobros, en esta entidad históricamente próspera, pero ya duramente golpeada por actividades de la delincuencia organizada, ante la mirada esquiva de su gobierno.

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