Es mentirosa la afirmación de que hay “más inversión extranjera directa” (IED) en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador: en masa total, el primer lugar corresponde al sexenio de Enrique Peña Nieto con 193 mil millones de dólares y, en el mejor de los casos, en el actual gobierno se acumularán 174 mil millones de dólares; pero cualitativamente, mientras que entre 2012-2018 casi 50% de esos capitales fue nueva inversión, entre 2019-2024 el arribo de recursos frescos será cuando mucho 15% del total.
Mala idea de los asesores presidenciales, así como del líder de Morena, Mario Delgado, usar los datos de IED como propaganda de la “gran confianza de los inversionistas” en la autodenominada 4T. Cualquier persona con un mínimo de curiosidad estadística puede obtener esos números de la Balanza de Pagos que publica el Banco de México, a cargo de Victoria Rodríguez Ceja, institución que por fortuna se mantiene autónoma dado el frágil equilibrio de poderes y la fuerte presión ciudadana.
Esos números muestran que son muchos los escollos para que la IED se establezca en México pese a la vecindad con Estados Unidos: inseguridad, carencia de certeza jurídica, falta de agua, de electricidad, infraestructura de transporte y urbana…, pero también por los engorrosos, burocráticos, atrofiados e incluso tramposos y corruptibles trámites aduanales.
La deficiencia de las aduanas de México, ahora a cargo del general André Fullón, ya se reporta en el Índice de Desempeño Logístico (IDL) 15 del Banco Mundial que mide la capacidad de los países para trasladar bienes a través de las fronteras de manera más rápida y confiable: en el año 2012, México ocupaba el lugar 47 de eficiencia, mientras que en 2023 obtuvo el lugar 66 de 139 países evaluados, por debajo de Brasil, Chile, Perú y Uruguay.
O sea, el trámite aduanal empeoró pese a toda la inversión en modernización tecnológica y control militar de procesos.
Dadas las deficiencias estructurales e institucionales de México, es fácil advertir hacia donde está fluyendo principalmente los capitales de relocalización de cadenas de valor.
No en vano en el documento 20 Ideas para México que publicaron las Empresas Globales, que preside Alberto de la Fuente, las 60 multinacionales más importantes del mundo proponen una ruta de acción de cuatro puntos.
1) Realizar una regulación aduanera bajo el principio de buena fe y análisis de riesgo.
2) Simplificar procesos y eliminar trámites innecesarios, entre ellos los avisos automáticos a la importación… que suelen ser el garlito para detener y gravar el comercio.
3)Impulsar trámites y cumplimiento electrónico.
4) Cooperación con los principales socios comerciales de México, en particular EU y Canadá… amén de invertir en infraestructura aduanera, física, humana y tecnológica, en los cruces fronterizos con Estados Unidos que se omitió en estos años.
Por cierto, luego de las reñidas elecciones federales, ya entrado junio, las empresas globales —que representan 40% de la IED en México— renovarán su presidencia representativa en México. “Como veo, doy”, se diría en el póker.
Lucy Meza, presas Solidaridad I y II. En el estado de Morelos —como en casi todo el país— la carencia de agua es un problema de igual relevancia que la inseguridad pública. Pero si desde el sexenio pasado la inversión en infraestructura hidráulica era insuficiente, en el actual gobierno la reducción en más de 30% agravó los impactos del cambio climático… y peor tantito con gobiernos omisos (y genuflexos a la Federación) como el de Cuauhtémoc Blanco, que poco o nada hicieron para desarrollar proyectos y captar recursos financieros para ello.
Por ello, resulta especialmente relevante que en el programa de gobierno de la candidata de la Alianza Va por Morelos, Lucy Meza, se contengan propuestas de alto valor social y económico, construir las presas Solidaridad I y II, pues en Morelos no existe infraestructura de gran envergadura para captar agua pluvial y de escurrimientos de las zonas montañosas.
El mito de que el agua subterránea de El Tepozteco está disponible para apagar la sed es sólo un mito. Su yacimiento es tan profundo que resulta hoy incosteable su extracción.
Construir infraestructura de captación y de reposición de redes de distribución y drenaje, es parte de un plan de gobierno de coalición donde la razón está por arriba de los dogmas y las obediencias ciegas.
Pero, ¿cómo fue que Lucy Meza deja Morena y hoy lidera la Alianza Fuerza y Corazón por México? Ya le cuento.
Alessandra, de Tlatelolco-Nonoalco a Tepito. La relevancia de la alcaldía Cuauhtémoc que reviste en la agenda política y social de Xóchitl Gálvez se plasmó este fin de semana con la presencia de la candidata del PAN-PRI-PRD en esa demarcación, en apoyo a la candidatura de Alessandra Rojo de la Vega, para encabezar al núcleo urbano de la CDMX.
Nunca antes algún aspirante presidencial fue a la Unidad Tlatelolco-Nonoalco. Ahora hay propuestas específicas para sus habitantes… y para el barrio bravo de Tepito donde Rojo de la Vega gana aliados y simpatías.
Los huecos de Alanís. Aquí le adelante sobre la renuncia por jubilación del “filósofo de la minería”, Fernando Alanís, a Peñoles-Fresnillo, y de cómo ahora el presidente de las compañías mineras, Alejandro Bailleres, buscaba reconducir el negocio heredado de su padre pues el director jubilado sabía de todo… y de nada. Pero que se generó tal pelito palaciego, que el objetivo de reconducción quedó tan distante como Jorge Álvarez Máynez de la silla presidencial. Ya le cuento.
