La historia es de terror, tres amigos amantes del surf, de las olas y el mar llegaron a Baja California para pasar unos días inolvidables y lo que encontraron fue la muerte.
Los hermanos Jake y Callum Robinson, originaros de Australia, y Jack Carter, estadounidense, siempre andaban en búsqueda de buenas olas para practicar su deporte, cerca de Ensenada en el Pacífico mexicano está un paraíso para practicar surf.
Llegaron con sus tablas en una camioneta con placas de California, buscaban acampar en Bocana Santo Tomás, una zona donde había poca señal de telefonía móvil. De acuerdo con sus familiares, el pasado 27 de abril les perdieron el rastro, por lo que solicitaron ayuda para su localización.
Empezaron las investigaciones y a los pocos días se descubrieron tres cuerpos dentro de una fosa clandestina de 15 metros de profundidad, habían sido asesinados a balazos. Junto a ellos había otro cuarto cuerpo de un mexicano, que se presume ya estaba en el pozo antes de encontrar los restos de los extranjeros.
La fiscalía de Baja California trabajó en colaboración con el FBI y el consulado de Australia, porque se buscaba a los tres extranjeros.
Lo que se dice es que a los jóvenes extranjeros los intentaron asaltar y le quitaron la llanta de refacción y otras piezas a una camioneta. Los surfistas pusieron resistencia al asalto y les dispararon.
Supuestamente, la intención era solamente el robo, pero en el momento de que los extranjeros pusieron resistencia los balearon, trataron de desaparecer los cuerpos y luego incendiaron la camioneta.
Hasta el momento hay tres personas detenidas, dos de ellas, un hombre y una mujer, por posesión de metanfetamina y una más por el delito de desaparición forzada. Este último sujeto fue identificado como El Kekas, quien también está involucrado en otro tipo de actividades ilícitas como narcomenudeo y robo de auto.
El desenlace de estos tres turistas es lamentable, pero se encontraron sus cuerpos rápidamente en una fosa clandestina por la presión y el apoyo de autoridades estadounidenses y australianas. El FBI jugó un papel muy importante en esta investigación.
Y es que en México hay miles de desaparecidos a quienes no han encontrado. Muchas zonas del país tienen fosas clandestinas. Algunos de los restos que se encuentran ahí son de migrantes y personas del crimen organizado, pero también hay muchísimas personas que simplemente quisieron visitar nuestro país, como fue el caso de estos muchachos.
La violencia ha escalado en México en estos últimos años y está afectando fuertemente al sector de turismo.
Hace unos días relataba en esta columna que el mes pasado el Gobierno de Estados Unidos emitió una alerta para sus ciudadanos a que no visitaran ciertas zonas de Chiapas, luego de la visita del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, a ese estado. Por la “creciente violencia y preocupaciones de seguridad en Chiapas”, el embajador consideró pertinente emitir una alerta de viaje para restringir a sus ciudadanos y empleados de su Gobierno viajar a esa entidad de nuestro país.
Despiden a los surfistas desaparecidos
Alertas migratorias de Estados Unidos y otros países para alertar a los turistas que visitan nuestro país se han dado en varias ocasiones, sobre todo recientemente.
Urge controlar la seguridad en México. Los grupos criminales han cobrado mucha fuerza y además se sienten impunes. Para México, que el sector de turismo se vea afectado por la seguridad es muy grave, miles de familias tienen un sustento económico por este sector.
Mientras tanto, en Baja California, donde fueron asesinados los turistas la confrontación entre grupos criminales sigue causando que la inseguridad se incremente.
Ensenada es uno de los municipios más violentos de Baja California, donde existen disputas entre el grupo que opera para Ismael El Mayo Zambada, el cártel de Los Arellano Félix y más reciente el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Los Arellano es uno de los grupos más violentos que ha controlado el estado desde hace décadas, el cual estuvo a cargo de los hermanos Benjamín, Ramón, Francisco Javier, Rafael, Eduardo y Enedina, señalada como la actual líder.
Ensenada es un puerto clave para el trasiego de drogas, como metanfetaminas y fentanilo, así como armas, ya que puede ser utilizado para la recepción y envío de contenedores que ocultan drogas entre mercancías legales, dificultando así su detección.
La ubicación geográfica del puerto es estratégica: se encuentra en la península de Baja California, con acceso al océano Pacífico, lo cual facilita el tráfico marítimo de drogas procedentes de Sudamérica hacia México y que luego son enviadas hacia Estados Unidos.
La extensión costera permite el uso de embarcaciones pequeñas y medianas para el traslado de sustancias ilícitas, minimizando la detección por parte de las autoridades.
Las carreteras que conectan con el resto de la península y con la frontera de Estados Unidos permiten el movimiento de drogas hacia los principales mercados de consumo. Además, la presencia de áreas rurales y menos pobladas en sus alrededores puede facilitar operaciones encubiertas y el establecimiento de laboratorios clandestinos.
En 2022, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal calificó a Ensenada como la séptima ciudad más peligrosa del mundo, con una tasa de 76.9 homicidios por cada 100 mil habitantes.
La violencia en México tiene que parar, mientras ésta es la realidad que se vive en el país, el día de ayer el Presidente López Obrador en su conferencia matutina dijo que había más homicidios en el país, sin embargo, había disminuido la violencia.
Pregunta seria, ¿Cómo es posible que disminuya la violencia, pero que aumenten los homicidios?
La violencia desmedida que se vive en México y que no reconoce el Presidente López Obrador se ha desatado en gran medida por su política de “abrazos y no balazos”.
Las familias mexicanas y quienes visitan nuestro país no se merecen vivir en la indefensión y en el peligro. Las autoridades están obligadas a garantizar la seguridad, pero ni siquiera la reconocen.