México ante Trump o Biden

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Mientras en México estamos a tan sólo 10 días de las elecciones para definir la Presidencia de la República, en Estados Unidos definirán quién será su próximo presidente el próximo mes de noviembre.

Hace unos días entrevistamos a Juan Ramón de la Fuente, encargado del Plan de Gobierno de la candidata Claudia Sheinbaum, y nos decía que, si ganan las elecciones presidenciales, ya se está trabajando en dos proyectos, en dos escenarios distintos, dependiendo quién quede en la presidencia de los Estados Unidos, si Donald Trump o Joe Biden, porque eso define el tipo de relación que tendrá México con EU.

Y es que parte central de la campaña presidencial en EU, ambos candidatos manejan un discurso duro contra México, desde el tema de los migrantes hasta el comercial. La relación bilateral no será fácil. EU es el principal socio comercial de México y nuestros país ha violado sistemáticamente el T- MEC, que es el tratado comercial más importante de la región.

Quien resulte el nuevo mandatario electo o electa deberá enfrentar como uno de sus primeros retos restablecer la relación con EU, de quien ya somos el mayor exportador.

Por ejemplo, con la inversión China que llega a México, mucho del acero proveniente de Asia se reetiqueta para que aparezca como si fuera de fabricación mexicana y pague menos impuestos al ser exportado a EU. Se exporta más acero de México a nuestro vecino país del norte que el que producimos. Al mismo tiempo que EU culpa a los cárteles mexicanos de ser los responsables de la inundación de fentanilo a su país, que causa miles de muertes.

En caso de que Joe Biden quede al frente de EU se cree que se daría continuidad a la relación bilateral, que incluye su política migratoria en la frontera que comparte con México, así como los tratados comerciales del T-MEC, revisando cada uno de los temas que están generando conflicto. Y es que a Biden le genera conflicto la relación de México con las economías asiáticas y con Rusia, de quienes siente pueden desequilibrar la frontera, sobre todo en temas de espionaje y seguridad.

En el otro escenario está la victoria de Donald Trump, quien mantiene un discurso de odio, como los ataques constantes contra migrantes, sus amenazas de cerrar la frontera con México e iniciar una guerra contra los cárteles de la droga, en caso de ganar. Incluso, ha dicho que, en caso de ganar la Presidencia de su país, ellos mismos se encargarían de acabar con los cárteles mexicanos, lo cual también es un problema por temas de soberanía nacional.

Hasta el momento, el Presidente López Obrador ha minimizado las declaraciones de Trump, asegurando que “no hay problema con el expresidente, pues en su mandato sólo hubo unas diferencias en el manejo de la frontera por pretender establecer aranceles a mercancías mexicanas, pero que al final se llegó a un acuerdo”.

Actualmente, Trump está en el cierre de su juicio penal en la corte federal de Manhattan;hasta el 23 de abril había prometido subir al estrado para defender su inocencia, pero su defensa le aconsejó postergar su declaración lo más posible para que lo que se exponga en el juicio no afecte la popularidad en las encuestas que lo tienen como favorito para ser el próximo presidente de EU. El expresidente está acusado de 34 delitos de falsificación de documentos comerciales y su proceso se centra en las acusaciones de que mintió en los registros para encubrir un escándalo sexual relacionado con la estrella de cine para adultos, Stormy Daniels. Que el dinero utilizado para sobornar a la actriz provenía de su campaña política de 2016.

En medio del escándalo, Trump se ha quejado de que lleva días escuchando argumentos que califica falsos y que le impiden llevar a cabo su campaña presidencial rumbo a las elecciones de noviembre. Ahora, estableció que se está jugando prácticamente la vida.

Si llegara a ganar la Presidencia de EU, las leyes dicen que puede postergar su pena mientras es presidente y hay que recordar que el mandatario tiene la facultad de dar amnistía a cualquier persona que decida. Podría, incluso, amnistiarse a sí mismo y se acabaría el juicio. Aunque hay una controversia en este tema porque se dice que, si es declarado culpable, el juez del caso, Juan Merchan, podría imponerle penas que van de la libertad condicional a cuatro años de prisión. Si es condenado, pero es elegido presidente de nuevo, no podría indultarse a sí mismo, porque la acusación fue presentada por el estado de Nueva York. Pero la pena queda en pausa mientras él sea presidente, y está a discusión si se puede indultar a sí mismo. Pero en caso de ganar la Presidencia, esas penas se tendrían que cumplir hasta que termine su mandato.

Choque de poder

Joe Diden y Donald Trump volverán a enfrentarse en las elecciones de noviembre.

Recordemos que, en México, el Presidente López Obrador logró pasar una ley bastante similar en la cual, él puede darle amnistía a quien quiera, sin importar en qué fase del proceso judicial se encuentre el juicio.

En EU, Trump puede regresar por su partido, el Republicano, por cuatro años más a la Casa Blanca y, de acuerdo con la Constitución de ese país, puede postularse a la Presidencia, pese al juicio penal en su contra que ha marcado un precedente. Esto se debe a que la ley establece muy pocos requisitos de elegibilidad para los presidentes. Deben tener al menos 35 años, ser ciudadanos naturales “de nacimiento” y haber vivido en EU al menos 14 años. No hay limitaciones basadas en la reputación o los antecedentes penales, aunque algunos estados prohíben a delincuentes contender a cargos estatales y locales, estas leyes no aplican a cargos federales.

Lo único que Trump no podrá hacer es votar, pues está registrado en Florida y, en caso de ser condenado por un delito grave, sería privado del derecho al voto allí.

Si Trump pierde la elección y el juicio y debe cumplir una condena en la cárcel, sería un caso inédito, pero además, hay que recordar que, de acuerdo con la ley federal de EU, los agentes del Servicio Secreto deben proteger a los expresidentes y para ello, utilizan tecnología, inteligencia y tácticas de última generación. Imagínense al servicio secreto cuidando a Trump en la cárcel.

Mientras tanto, en la lucha por la presidencia de EU, ambos candidatos están endureciendo su postura contra México, eso les da votos y lo único que podemos esperar en estos próximos meses, sea quien sea el ganador en nuestro vecino país del norte, es un discurso de confrontación con México, desde los temas de migración y comerciales hasta los de seguridad.

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