Los males del Hospital Infantil

ROZONES

Rozones*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Y es en el Hospital Infantil de México Federico Gómez, donde, nos comentan, no han mejorado mucho las cosas desde que trabajadores realizaron una protesta para exigir que sea sustituido el nuevo director, Adrián Chávez. Fue hace dos semanas que con una protesta se hizo notar que en el lugar había acoso, que trabajaban personas con poca preparación a las que se habían asignado altos sueldos y que además prevalecían condiciones precarias para las enfermeras. A esto se siguen agregando casos en los que los pequeños pacientes que ahí son atendidos no acceden a medicamentos que requieren. Ayer se conoció, por ejemplo, el caso de un niño que sufre atrofia muscular espinal, una enfermedad que no tiene cura, pero a quien, a decir de su madre, algunas medicinas podrían ayudarle a vivir mejor. El problema es que el hospital no las tiene. “Pregunté en qué tiempo podrían tener el medicamento, pero me dijeron que no hay tiempo”, lamentó la madre del paciente.

Tiempos de zopilotes

No deja de llamar la atención y de generar indignación, nos hacen ver, que en el caso del asesinato de un niño en el municipio de Paraíso, en Tabasco, no sean las causas o lo que hay que hacer para que hechos así no se repitan lo que en las últimas horas fuera el centro del debate y la acción públicas. El que maten de tres tiros a un niño de 12 años no ha movido en principio a expresiones de condena ni a acciones que den cuenta de un compromiso para que los responsables del caso sean encontrados y llevados a la justicia. Que si el menor, que es la víctima, debe o no ser denominado niño, que si la difusión del caso en medios ha tenido una motivación político-electoral, son los puntos que ayer estaban sobre la mesa. Los tiempos actuales, en los que la sensibilidad y la empatía no tienen espacio —ni un abrazo de la autoridad hubo a la mamá y a la abuela del niño asesinado ¡a tiros!—, son tiempos de zopilotes.

Buenas relaciones

Es sabido que la mayor o menor eficacia en las acciones de cualquier gobierno, depende mucho del desempeño de sus trabajadores. De ahí la relevancia que los gobernantes con más oficio dan a su relación con los sindicatos de trabajadores de la administración pública. Lo anterior viene a cuento, porque fue la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, quien ayer entregó la Toma de Nota al Comité Ejecutivo del Sindicato Único de Trabajadores de los Poderes, Municipios e Instituciones Descentralizadas del Estado de México. En el acto, nos cuentan, la maestra resaltó la contribución de los empleados del gobierno y dio un mensaje de interés en construir una buena relación gobierno-sindicatos. Es dato relevante, nos comentan, el de que en 86 años de vida de ese gremio, ningún gobernador había entregado personalmente una toma de nota. Ahí el dato.

Agenda de seguridad

Y por cierto que es en Guerrero donde están empujando la implementación de nuevas tecnologías con la idea de amplificar los indicadores de seguridad, sobre todo, en la zona de la capital. Y lógico fue que la gobernadora Evelyn Salgado acudió a supervisar esas acciones en el Centro de Control, Comando y Cómputo, el C4, en Chilpancingo. Las acciones de monitoreo en tiempo real de calles, avenidas y colonias, son parte esencial en las estrategias de seguridad en prácticamente todos los gobiernos en la actualidad, de ahí que durante el recorrido de supervisión, Salgado destacara la labor que se realiza en ese centro en las tareas de construcción de la paz en su entidad. También destacó la importancia del trabajo coordinado con los distintos órdenes de gobierno, y refirió que se seguirán redoblando esfuerzos para garantizar el bienestar de los habitantes de todas las regiones del estado, también como un eje para aminorar el crimen.

Y ahora, los partidos

Entre que negocian sus demandas y las autoridades federales no terminan de resolverlas, vaya que las protestas de la CNTE tienen en vilo a ciudadanos, Gobierno y ahora hasta a los partidos políticos, pues a medida que pasan los días van aumentando el nivel de la protesta y amenazan con que será más intensa. En el PAN ya los sueñan, aun cuando su dirigencia aprovecha el proceso electoral para señalar que es la autoridad federal la que los manda. Sin embargo, la movilización de los inconformes no sólo fue contra las oficinas albiazules. También alcanzó a los demás partidos donde hubo quemazones de propaganda electoral. Bueno, resulta que en el caso de Morena hasta encerraron al dirigente Mario Delgado, quien durante dos horas no pudo salir debido al bloqueo que impusieron a sus oficinas. A ver qué sigue, porque no está habiendo día en el que no realicen acciones de alto impacto. Uf.

El señor de las propiedades

Y fue ayer el senador panista Julen Rementería el que denunció lo que podría ser un caso de enriquecimiento ilícito del candidato a la alcaldía de Zacatecas por Morena, Jorge Miranda Castro. Y es que, sostuvo, el político que se busca reelegir y su familia cuentan con más de 50 propiedades, un caudal de bienes al que no podría acceder con su sueldo de funcionario público, señaló. “Quien es hoy el alcalde y se quiere reelegir, tiene entre él, su padre, su padre, dos hermanos, su esposa y tres hijos, 52 propiedades. Él mismo tiene siete propiedades en Zacatecas y ocho en Jalisco”, sostuvo el senador quien reveló que el tiempo en el que ha sido funcionario sus ingresos suman unos 15 millones, mientras que el conjunto de bienes tiene un valor de más de mil millones. Ahí la denuncia.

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