A treinta años de Belém do Pará

HABLANDO DE DERECHOS

Jacqueline L'Hoist Tapia<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Jacqueline L'Hoist Tapia*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

El 9 de junio de 1994, la Organización de los Estados Americanos adoptó la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como Convención Belém do Pará, este tratado fue un hito en la lucha por los derechos de las mujeres en la región. A treinta años de esta promulgación, vale la pena realizar un análisis que examine los avances y desafíos en la erradicación de la violencia contra las mujeres en América Latina.

La Convención de Belém do Pará ha sido un instrumento valioso para el desarrollo de marcos legales y políticas públicas para prevenir, atender y sancionar la violencia contra las mujeres en América Latina. Los países han adoptado leyes específicas contra la violencia de género, como lo es la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en México; el feminicidio y otras formas de violencia, y también se han creado instituciones para atender la violencia contra las mujeres en la mayoría de los países en América Latina.

A pesar de los avances, la violencia contra las mujeres sigue siendo un problema grave. Según la CEPAL, en 2021, 13,200 mujeres fueron víctimas de feminicidio en la región. Es decir, existen esfuerzos como las Alertas de Género en México, que podrán tener sus ventajas, pero para muchas organizaciones de la sociedad civil, siguen siendo ineficaces ante la falta de una evaluación y coordinación adecuadas. Ante esto, podemos decir que, en México, a pesar de la programación de recursos tanto económicos como materiales, seguimos con la cifra de 11 mujeres asesinadas al día.

En contraparte, tenemos otros contextos como el de Argentina, donde la semana pasada el mandatario de este país anunció la disolución del Ministerio de la Mujer, con la justificación de que el organismo promovía una agenda ideológica y sin ningún plan para seguir combatiendo la violencia contra las mujeres en un país donde 250 mujeres fueron asesinadas tan sólo el año pasado.

Queremos avanzar, pero ¿hacia dónde nos estamos moviendo? A treinta años después de la Convención de Belém do Pará, queda un largo camino por recorrer para erradicar la violencia contra las mujeres en América Latina. Se requieren esfuerzos sostenidos para abordar las causas estructurales de la violencia, fortalecer los marcos legales e institucionales, y promover una cultura de respeto e igualdad de género. La sociedad civil también debe seguir siendo un actor clave en esta lucha por la justicia y la dignidad de las mujeres.

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