ESSA: el avión perdido y el barco mocho

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Mauricio Flores*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Sí, así como lo lee: la administración de Exportadora de Sal, durante la dirección de Nonato Avilés Rocha, “perdió” el avión ejecutivo para el transporte de clientes y especialistas… y pagó casi la totalidad de un remolcador que no estaba construido ni a la mitad. Todo ello acaecido cuando Graciela Márquez y Tatiana Clouthier fueron secretarias de Economía… y que hoy todavía, a través de la dirección jurídica de esa paraestatal, se pretende pasar como “bola engañadora” a los ojos de Raquel Buenrostro.

Empecemos con el avión, un Beechcraft XB-GRN, cuyo evento más reciente —y cereza del pastel— está en la imputación que el 21 de junio pasado emitió el director de investigaciones de la Unidad de Combate a la Impunidad de la Secretaría de la Función Pública, Jorge Luis Vargas, contra el exdirector general de ESSA, Avilés Rocha, contra el director de administración Jesús Martínez Torres, el director de sistemas, Luis Antonio Castro Lere, y del gerente de adquisiciones, Aarón Sánchez Castillo.

Los cuatro fueron acusados de falta grave —y que debe judicializarse— por algo tan torpe como tramposo como el adjudicar en 2019 por asignación directa reparaciones de dicho avión con el taller Circle Air Group, en San Diego, California, cuando legalmente —pues no había emergencia para la reparación— era obligatorio concursar el servicio. Pero además, por enviar allá el aparato sin contrato, sin autorización presupuestal … y cuando la cuenta salió no de 1 si no de 2 millones de dólares, no pudieron pagar ni el estacionamiento del aparato, el cual se perdió por adeudo con todo y permiso de vuelo y derecho de aeropuerto. Hay cuando menos otros 7 funcionarios de ESSA involucrados.

El asunto del remolcador es un poco más enredoso, pero no menos demostrativo de cómo la corrupción sigue. Fue la construcción de la embarcación AMC-775 Cormorán que no llegó a chichicuilote pues se pagó a los Astilleros Marecsa casi la totalidad (84%) del contrato ESSA-GAA-155-2019 valuado en 11.4 millones de dólares pero, conforme el reporte de auditoría del 11 de febrero de 2020 efectuada por la Secretaría de Marina, sólo existió un 38% de avance del navío cuando éste supuestamente está por ser concluido conforme al oficio 106/2020.

Marecsa, firma sinaloense de Gabriel Delgado, ganó el concurso a finales del sexenio de Enrique Peña, con miras a entregar el remolcador al término de 2019, siéndole facilitadas cinco modificaciones de contrato para prorrogar casi un año la entrega. Durante el proceso de ejecución se realizaron pagos parciales sin existir comprobación de avances reales (estimaciones) tal y como expresó la Auditoría Superior de la Federación en la auditoría de cumplimiento 2019-2-10K2N-19-0368-2020-368.

La responsabilidad de los pagos en exceso, según la normatividad, recae nuevamente en el director general Avilés Rocha, su director de compras Aarón Sánchez; en tanto que la falta de rigor legal para detener actos indebidos y el daño patrimonial consecuente y la omisión de no denunciarlos ante la instancia correspondiente recae en la directora jurídica de ESSA, Felipa Quiñonez Marques. Pero el chisme ahora es que el exdirector Nonato Avilés Rocha, por ser “entenado político” del gobernador bajacaliforniano Víctor Castro, y presumiendo cercanías con Marcelo Ebrard y con Claudia Sheinbaum, cuenta que regresa de nuevo a tomar la conducción de ESSA. Ya todo puede pasar.

PRI, cambio de marca y estatutos. El hecho de que no saliera a votar hace un mes el 65% de los electores (salió 60%) como se proponía la Alianza Fuerza y Corazón por México y su candidata Xóchitl Gálvez mostró que casi 40 millones de personas no encontraron motivación ni emoción para unirse a las causas opositoras pese a los magros (e incluso pésimos) resultados de la administración de Andrés Manuel López Obrador.

Al cálculo aliancista le fallaron 5 millones de votos que hoy son el punto de quiebre en que los partidos de oposición batallan para evitar la sobrerrepresentación legislativa de Morena y aliados que con 54% de los votos buscan apropiarse de 75% de las diputaciones y senadurías… a fin de hacer cambios constitucionales para reinstalar un régimen de partido único.

Y al mismo tiempo, la oposición busca reinventarse para no extinguirse ante el oficialismo.

El próximo fin de semana es clave para el Partido Revolucionario Institucional en cuya XXIV Asamblea Nacional se propondrá el cambio de nombre, logotipo y de estatutos; en otras palabras, el fin del PRI como hoy lo conocemos, en busca de sumarse y aliarse a las exigencias ciudadanas pues los problemas están presentes y creciendo tal y como reveló la llamada Marea Rosa.

En la Asamblea, Alejandro Moreno tiene la delicada tarea de evitar que el tricolor caiga en la tentación de ser “una oposición leal”, en la deriva organizativa y/o en un infantilismo radical insostenible. Y si se extingue el PRI, no habrá mucho qué extrañar: el viejo y rancio priismo hoy vive en Morena.

Banorte, mejor banco de consumo en México. Por cuarto año consecutivo el banco que encabeza Carlos Hank González obtiene el reconocimiento como el Mejor Banco de Consumo y de Mejor Gobierno Corporativo en México por parte del World Finance Banking Awards.

La institución, dirigida por José Marcos Ramírez, fue distinguida por su enfoque al cliente en medio del ambiente retador del cambio climático, situación geopolítica, economía global y acelerado cambio tecnológico; y también por su labor de transparencia y rendición de cuentas hacia accionistas, colaboradores y clientela.

Así el banco fuerte de México.

Temas: