En la página de internet de la Secretaría de Seguridad Ciudadana se advierte con rimbombante texto, que la misión de sus elementos es “Garantizar y preservar la paz, salvaguardando la integridad física y patrimonial de las personas que habitan y transitan en la Ciudad de México...”
Todos los días algunos lo cumplen a cabalidad. Esta semana se dieron a conocer casos como el del oficial que quedó herido con un arma punzocortante por frustrar un robo en una tienda de conveniencia en la alcaldía Iztapalapa; o el de otros dos que lograron recuperar a un menor de edad, raptado por ladrones que robaron el vehículo en el
que se encontraba.
Mientras tanto, otros empañan el oficio de las formas más insospechadas, como Jorge Luis López Villegas, el elemento activo de la Unidad de Policía Metropolitana Fuerza de Tarea, quien esta semana se hizo viral por aparecer en un video con contenido sexual explícito, grabado al interior de las instalaciones de la Línea 6 del Metro de la Ciudad de México, en el andén y un vagón.
¿Dónde quedaron aquí las medidas de prevención, control y seguridad en el Transporte Colectivo? Una vez más se confirma que son insuficientes o no se observan ni se cumplen.
Luego de los hechos, el Metro anunció en comunicado “el reforzamiento de la vigilancia en sus instalaciones para inhibir cualquier anomalía”. ¿Anomalía? Aquello fue prácticamente un abuso sexual masivo.
Y es que este policía podría haber participado en la comisión de un delito aún más grave del que se menciona superficialmente, pues según la tipificación del delito de abuso sexual en la legislación penal federal, “también se considera abuso sexual cuando se obligue a la víctima a observar un acto sexual”.
Honestamente, yo dudo que muchos de los que se encontraban en ese vagón, sin saber lo que ocurriría, deseaban haberlo presenciado. Posiblemente la mayoría hubiera preferido no hacerlo.
Para la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, llevar a cabo actos sexuales en espacios públicos puede ser considerado una falta administrativa, y tiene consecuencias como el arresto de 13 a 24 horas, o multas que van de 21 a 40 veces la Unidad de Medida y Actualización vigente, aproximadamente 2 mil 279 pesos a 4 mil 342 pesos en este 2024.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana anunció la suspensión temporal de López Villegas y su convocatoria para rendir declaración, para realizar una investigación de los hechos.
El policía declaró estar fuera de servicio cuando participó en la creación de dicho contenido. Aseguró que todo fue actuado y que no representaba a la corporación en ese momento. Pero eso es inexacto, porque un funcionario público representa en todo momento a la institución en la que trabaja.
El jueves pasado al medio día, se convocó a una manifestación a fuera de las instalaciones de la SSC para defender al elemento y pedir que no se estigmatice su empleo alterno, que tiene que ver con la generación de material exclusivo para la plataforma de paga conocida como OnlyFans.
“Fuera de mi trabajo soy un ser humano como todos… una cosa es mi trabajo y otro es mi personaje”, dijo para diversos medios cuando esperaba una audiencia con Asuntos Internos.
Tomando sus argumentos de forma textual, y en estricto apego a la ley, se trató entonces de un ciudadano más, que cometió una falta administrativa, actuando contra la ley, en un espacio público del servicio de transporte a cargo del gobierno capitalino.
Sin embargo, este policía, luego de su audiencia con Asuntos Internos, anunció que sería reintegrado a sus labores cotidianas, mientras se determinan las sanciones que procederán en su caso.
En un correcto orden de ideas, aquí hay varios puntos a señalar:
La falta cometida no tiene que ver con su trabajo alterno, que no es nada indigno o enjuiciable, siendo parte de su vida privada y su derecho de expresión.
El asunto se vuelve injustificable, porque él pertenece a una corporación en la Ciudad de México de 90 mil 44 uniformados, muchos de ellos con acciones loables, como lo fue incluso el mismo Jorge Luis López Villegas, que tiene una medalla por su labor tras el paso del huracán Otis en Guerrero.
Pero hoy destaca más por un hecho bochornoso, y por encima del enorme esfuerzo que diariamente la corporación policiaca capitalina tiene que hacer en ciertas áreas, para limpiar la deteriorada imagen de los policías capitalinos y reforzar su credibilidad.
Esa credibilidad que esta semana fue blanco de memes y burlas, abriendo otra grieta en la confianza de la ciudadanía en los uniformados, que así un día nos cuidan y otro nos abusan virtualmente, porque “era su día libre”…