El atentado contra el expresidente Donald Trump y nuevamente candidato a ese cargo, el sábado en Pensilvania, sacudió no sólo a Estados Unidos sino al mundo entero cuyos mandatarios y jefes de Estado, incluido el actual de ese país, Joe Biden, candidato también, lo que acaba por complicar la ya de su difícil campaña electoral en la que ambos están enfrascados, dada la situación personal que enfrentan: uno, acusado de decenas de delitos y otro, con dificultades de memoria que motivan preocupación global.
Trump dirigía un mensaje sobre migrantes desde un templete ante sus simpatizantes cuando recibió un balazo en la oreja derecha y al ver la sangre, se tiró al suelo mientras varios agentes del Servicio Secreto lo cubrieron y, a distancia, el autor del disparo fue ultimado y dos personas más, asistentes al acto, fallecieron, mientras unos asistentes permanecieron estupefactos y otros buscaron alejarse del lugar ante el temor de tiroteos.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Dirigentes de organizaciones que agrupan al personal del Poder Judicial de la Federación anunciaron el inicio de defensa de sus derechos laborales que pueden ir más allá de paros escalonados y llegar hasta una suspensión total de actividades, si las bancadas de Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados insisten en aprobar sin cambios la controvertida reforma, cuyos cuestionamientos sólo se escuchan en los “diálogos-monólogos” que ésta convocara.
Una muestra la dieron jueces y magistrados en el evento que hubo en Xalapa, en la que rechazaron unánimemente las acusaciones del presidente López Obrador de que sean corruptos y liberen delincuentes, además de duras expresiones por la propuesta de ser electos por voto popular, en vez de ir al fondo del problema en la impartición de justicia.
Insisten desde Palacio Nacional y Morena en que el 2 de junio, “el pueblo votó a favor de la reforma al Poder Judicial”, lo que es falso porque quienes acudieron a las urnas lo hicieron por quienes estaban en las boletas, no por iniciativas del Ejecutivo federal.
Por lo pronto, la andanada mañanera contra los magistrados del Tribunal Electoral por confirmar la intromisión presidencial en el proceso y la violación política de género contra Xóchitl Gálvez, a los que tildó de “mentirosos y corruptos” por acusarlo sin pruebas —sic— puede motivar reacciones.
Más presiones al Tribunal Electoral de CDMX que volvió a ordenar recuento de votos en la alcaldía Cuauhtémoc en donde Morena busca despojar de su triunfo a Alessandra Rojo de la Vega, postulada por la coalición opositora para favorecer a Catalina Monreal, hija del líder del Senado, Ricardo Monreal, exdelegado de esa importante y codiciada área capitalina.