El euro digital pretende revolucionar el dinero electrónico

DESDE EUROPA

Héctor Badillo*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

El Banco Central de Europa, en conjunto con los bancos nacionales de la Eurozona, tiene planeado emitir un euro digital que sea el equivalente electrónico al efectivo para el uso cotidiano.

La gran pandemia de Covid-19 nos lanzó al futuro forzando a digitalizar un sinfín de actividades e industrias ante el encierro de las personas. Fue este evento sanitario sin precedentes el que impulsó a la banca europea a desarrollar este ambicioso proyecto que promete crear una moneda digital que reemplace el dinero físico.

Esta iniciativa que se lleva planificando desde octubre del 2021 responde al mayor uso de pagos electrónicos, las compras en línea y en la disminución de uso de efectivo que hizo caer por primera vez la distribución de billetes el año pasado en Europa.

La intención del Banco Central Europeo es que el euro digital se convierta en una opción adicional al dinero en efectivo para todos los ciudadanos de la zona euro sin generar ningún costo extra para los usuarios.

La gran diferencia de esta moneda digital europea con las criptomonedas que hoy inundan los movimientos virtuales es que la moneda de la Unión Europea estaría respaldada por un banco central, lo que elimina los riesgos financieros

Los retos a los que se enfrenta el euro digital son los sistemas de seguridad que en el mundo virtual pueden ser vulnerados por los cibercriminales. Otro es que no sea una herramienta que facilite el blanqueo de capitales, una práctica ilegal que está utilizando el mundo virtual para expandir sus tentáculos criminales.

Uno de los puntos que más preocupa a la banca convencional es la salida de los depósitos bancarios ante una tenencia alta de la moneda digital. La Federación Bancaria Europea estima que con un límite de 3 mil euros, que es lo que está planteando el proyecto, podría originar la salida de más de 700 mil millones de euros en depósitos.

El Banco Central Europeo quiere que la sociedad de la eurozona utilice esta nueva moneda digital en su vida cotidiana; sin embargo, un límite bajo podría resultar insuficiente para los usuarios del euro digital, por ello que el límite de tenencia es uno de los principales retos a los que se enfrenta esta moneda virtual.

Este proyecto que quiere llevar a un siguiente nivel el pago de bienes y servicios no es una propuesta única de la Unión Europea, otras naciones del continente que no utilizan euros, como Reino Unido o Noruega también están desarrollando su propia moneda digital a la par de la UE.

Éste es sin duda un paradigma en el terreno económico mundial por todos los retos a los que se enfrenta la banca convencional, pero también muestra el camino que va a seguir el futuro del dinero y que seguramente abrirá otras posibilidades. El euro digital ya es uno de estos avances que podría llegar en el año 2027 y que debemos seguir muy de cerca.

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