El arte más poderoso de la vida es hacer del dolor un talismán que cura: una mariposa que renace florecida en fiesta de colores.
Frida Kahlo
Frida Kahlo era una mujer que tenía una conciencia clara de su presencia; se imponía por sí misma, por ser ella, libre, sin ataduras y entregada por voluntad al arte de la pintura, universo que supo construir y deconstruir cuántas veces lo deseaba. Ese universo era el espacio que habitaba cuando expresaba sus emociones y su visión del mundo y en este sentido, su forma de ver las cosas, su manera de mirarlas tocó el alma del arte e invadió el imperio de los sentidos. Por ello este 13 de julio fue la conmemoración luctuosa de Frida Kahlo quien hace 70 años trascendió a la inmortalidad y en varias partes de México y del mundo se llevaron a cabo actividades artísticas y culturales para recordarla.
Aunque a Frida Kahlo se le ha querido ubicar como un referente de la cultura popular mexicana, su trascendencia la ha llevado a colocarse de manera importante a la vanguardia de los movimientos feministas, artísticos y culturales del mundo. Es una de las mujeres más iconográficas en la historia contemporánea y por ello, aunque se insista mayormente en ubicarla dentro de la cultura popular mexicana, su figura rebasa el ámbito nacional y su nombre se eleva con gallardía en el contexto global desafiando cualquier canon y las categorías en la cuales se le pretende encasillar.
El discurso de su obra, la cual ella misma rechazó que fuera surrealista, es por sí mismo poseedor de una vigencia excepcional; su dolor, sus rostros, sus corazones traspasados, penetrados y dolientes, son los que al mismo tiempo reflejan las cicatrices de las “Fridas” que ella misma creó en sus más de 50 autorretratos y que revelan no sólo su capacidad de resiliencia sino también, las diferentes formas de sobrevivir al dolor que una mujer puede desarrollar para enfrentarse a cualquier eventualidad . Quienes hemos visto sus obras, no podemos más que reafirmar que el secreto del arte reside en la conmoción que genera en los sentidos y en las interrogantes que inevitablemente despierta en quienes aprecian sus obras.
La mujer que supo contemplarse y hacer de ella misma la mejor de sus obras de arte, al mismo tiempo fue una luchadora social que estuvo presa por participar en un levantamiento estudiantil debido al maltrato que recibían los presos políticos por parte del gobierno, pero fue más allá porque supo ser aliada permanente de toda causa revolucionaria y su activismo artístico es también una de las luchas más importantes de una mujer que supo defender en los hechos, la soberanía del cuerpo femenino, la libertad de su pensamiento, la independencia de las ideas y la reivindicación de sus derechos.
Quizás por todo esto, nuestra Frida Kahlo será eterna y la seguiremos llamando “nuestra” en México, en su patria que la reconoce. De la mujer que supo diseñarse sería importante retomar esta frase que resume lo que supo hacer con su existencia: Tan absurdo y fugaz es nuestro paso por este mundo, que sólo me deja tranquila el saber que he sido auténtica, que he logrado ser lo más parecido a mí misma. Su empatía por quienes han sentido lo mismo que ella, hacen inevitable evocarla: Yo solía pensar que era la persona más extraña en el mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de la misma forma en que yo me siento.