Tiempo de mujeres: el poder del nuevo latín

CIVITAS

Salvador Guerrero Chiprés*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Cincuenta años después se materializa la noción del “tiempo de mujeres” defendida por Rosario Castellanos.

Del patriarcado dominante de la Chiapas de los 50 —persistente hoy con la realidad de violencia reconocida por el Presidente Andrés Manuel López Obrador— a la reivindicación de la igualdad sustantiva hay una transformación sustancial posibilitadora del proceso político culminante con la realidad de una primera Presidenta.

La tristeza de la niña-narradora —el alter ego de la escritora— de Balún Canán (1957), al descubrir su menor importancia en la señorial familia Argüello con relación a la de su hermano, el heredero y privilegiado varón, simboliza el reducido espacio al cual podían acceder las mujeres. Cuando la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner se preguntó el origen de la expresión “tiempo de mujeres” en el evento en el cual el Jefe de Gobierno, Martí Batres, le concedió el reconocimiento de visitante distinguida, respetuosamente en voz alta y desde la audiencia, recordé a su autora: Rosario Castellanos en esta continuidad de esa cronología descubrible en el presente y muy próximo futuro.

Este 7 de agosto conmemoramos los 50 años de la muerte de Rosario Alicia Castellanos Figueroa, ocurrida en Tel Aviv, Israel, donde era Embajadora. Es considerada una de las impulsoras del feminismo mexicano, agrego, también de ese nuevo latín del poder protagonizado por mujeres.

En su novela, escrita apenas dos años después de la primera vez que las mujeres acudieran a votar, el personaje de Francisca Argüello se muestra valiente, capaz de llevar la administración y el buen gobierno de su hacienda.

Eran otros tiempos de mujeres. Los de ahora colocan a Claudia Sheinbaum Pardo en la antesala de la historia como la primera Presidenta, con el acompañamiento desde la Ciudad de México de Clara Brugada Molina. Las dos principales representantes del obradorismo.

Por primera vez el país tendrá a dos mujeres frente a los gobiernos federal y de la capital nacional. “México (...) se ha constituido, sin lugar a dudas, en un faro para todos los hombres y mujeres que abrazamos la política”, sintetizó la expresidenta en el evento con Batres.

Es todavía insuficiente la deconstrucción del patriarcado. Rosario Castellanos se distanció creativa y combativamente de aquél de carácter rural del sureste mexicano de la primera mitad del siglo XX. Experimentó y observó de primera mano limitaciones impuestas. Tradiciones indígenas y mestizas coexistían en un ambiente de profundas desigualdades.

En “Mujer que sabe latín...”, ensayo publicado en 1973, reflexiona sobre las barreras en su búsqueda de conocimiento y reconocimiento, las dificultades en el acceso a la educación y a la participación en la vida cultural y académica.

La frase popular “mujer que sabe latín, ni encuentra marido ni tiene buen fin” es su punto de partida para abordar temas clave, entre ellos, la igualdad.

Es tiempo de mujeres de poder. Nuevo latín.

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