¿No será irrelevante?

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

La receta prescribe que, si la inflación sube, debe aumentarse la Tasa de Interés Interbancaria, TII. Otra versión: si el pronóstico de inflación aumenta, debe subirse.

Inflación y pronósticos subieron, la TII debería haber aumentado. No fue así: el Banco de México decidió bajarla de 11.00% a 10.75%, medida criticada por ser contraria a lo que prescribe la receta, misma que no ha dado los resultados deseados. ¿No será irrelevante que haya bajado?

¿Qué tan eficaz fueron los aumentos en la TII para, iniciado el repunte en la inflación, ubicándose por arriba de la meta del 3% (más menos un punto porcentual de margen de error), devolverla, por lo menos, al 4%?

El repunte inició en marzo de 2021, con la inflación en 4.67%. Los aumentos en la TII comenzaron, con tres meses de retraso, en junio, pasando de 4.00% a 4.25%, iniciándose una racha alcista que duró hasta marzo de 2023, cuando alcanzó 11.25%. ¿Qué pasó con la inflación? En primer lugar que, hasta septiembre de 2022, cuando alcanzó 8.70%, siguió subiendo: entre junio de 2021 y septiembre de 2022 la TII aumentó de 4.25% a 9.25% y la inflación pasó de 5.88% a 8.70%. Aumentó la TII y la inflación siguió subiendo. En segundo lugar que, entre octubre de 2022 y octubre de 2023, bajó de 8.70% a 4.26%, y la TII pasó de 9.25% a 11.25%. Aumentó la TII y la inflación bajó, acercándose al límite superior de la meta (4%). En tercer lugar que, entre octubre de 2023 y julio de 2024, la inflación repuntó de 4.26% a 5.57%, y la TII bajó de 11.25% a 11.00%. Bajó la TII y la inflación subió, alejándose de la meta.

¿Qué tan eficaz han sido los aumentos en la TII para ubicar la inflación por debajo del 4%? Para una explicación más detallada de lo que llamo “lógica ilógica” véase: https://www.razon.com.mx/opinion/columnas/arturo-damm-arnal/logica-ilogica-568789, lógica ilógica que aparece una y otra vez en lo relacionado con la inflación.

Leemos, en el documento del Banco de México Instrumentación de la Política Monetaria a través de un Objetivo Operacional de Tasa de Interés, que “un banco central no puede controlar directamente la inflación ni las variables que la determinan”. Sin embargo, se lee, en los programas monetarios, que “para conducir la política monetaria (…) se estableció como meta permanente de inflación una variación anual de 3% del Índice Nacional de Precios al Consumidor”. No se puede, según el Banco de México, controlar directamente la inflación ni las variables que la determinan, ¡pero se fijan metas de inflación!, misma que no se puede controlar, ni directamente, actuando sobre ella, ni indirectamente, actuando sobre las variables que la determinan.

La inflación, que es el aumento en el Índice Nacional de Precios al Consumidor, está relacionada (de distinta manera si se debe a un aumento en la demanda agregada o a una reducción en la oferta agregada), con la cantidad de dinero se intercambia en la economía, que se usa para demandar bienes y servicios, variable sobre la cual, en buena medida, el banco central sí tiene control, variable que, I-N-C-R-E-I-B-L-E-M-E-N-T-E, nunca se menciona, ni en los programas de política monetaria, ni en los anuncios de política monetaria.

Si la inflación está relacionada causalmente con la cantidad de dinero que se intercambia, no con la TII, ¿no será irrelevante que haya bajado, como fue ineficaz su alza?

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