El Estado de Derecho, para los empresarios, implica reconocer plenamente, definir puntualmente y garantizar jurídicamente sus derechos, a la libertad individual para producir, ofrecer y vender, y a la propiedad privada de los medios de producción necesarios para poder hacerlo, generándoles confianza, condición para que directamente inviertan más, inversiones directas de las que depende la producción de bienes y servicios, la creación de empleos, la generación de ingresos, el bienestar.
Parte esencial del Estado de Derecho es la división de poderes, para que uno sea el Ejecutivo, otro el Legislativo y otro el Judicial, cada uno con sus tareas propias y contrapeso de los otros, división que ha venido desapareciendo, primero con el otorgamiento, ¡no ganado en las urnas!, de la mayoría calificada a Morena y aliados en el Congreso de la Unión, misma que ha hecho lo que AMLO ha querido, como en el caso de la aprobación de la reforma al Poder Judicial, que tendrá como efecto, consecuencia de la elección popular de jueces, magistrados y ministros, la politización y parcialización de la impartición de justicia a favor de quienes (gobierno, narcos, empresarios, etc.), hayan influido en la designación de los candidatos a juzgadores, que luego serán electos por la mayoría.
Si para todo efecto práctico desaparece la división de poderes, el Estado de Derecho, que es Estado de Justicia, degenera en Estado de chueco, que es Estado de injusticia, generando desconfianza entre los empresarios, lo cual ocasiona, en un primer momento, menor crecimiento de las inversiones directas, menor crecimiento de la economía, menor creación de empleos, menor generación de ingresos, menor bienestar, tal y como ya está sucediendo. En un segundo momento puede causar una recesión.
¿Cómo puede el gobierno contrarrestar, hasta cierto punto, los efectos del Estado de chueco sobre la confianza de los empresarios y sus consecuencias, desde el menor crecimiento de las inversiones directas hasta menor bienestar de las personas? Con el capitalismo de compadres, que es el contubernio entre el poder político y el económico, con el primero otorgando privilegios al segundo, y con el segundo otorgando incondicionalidad al primero, integrándose la cúpula del poder, que es político y económico. Para sus integrantes es un ganar – ganar.
El Estado de Derecho implica todos los derechos para todos los empresarios, por lo que es Estado de Justicia. El capitalismo de compadres significa algunos privilegios para algunos empresarios, por lo que es Estado de chueco, de injusticia. En México, ¿qué hay más, Estado de Derecho o capitalismo de compadres? Más importante, ¿qué habrá más en el futuro inmediato?
Según el Índice de Estado de Derecho 2023, del World Jusitice Project, México ocupa el lugar 116 entre 142 países. Según el Índice de Capitalismo de Compadres 2023, de The Economist, México ocupa el lugar 4 entre 22 naciones. Muy lejos de los primeros lugares en materia de Estado de Derecho. Muy cerca de los primeros en materia de capitalismo de compadres.
Para contrarrestar los efectos del Estado de chueco sobre la confianza empresarial, las inversiones directas, el crecimiento, la creación de empleos, la generación de ingresos y el bienestar, ¿el gobierno de Sheinbaum recurrirá a más capitalismo de compadres?