El uso de aparatos de comunicación como bombas para matar a los mandos de Hezbolá marca el inicio de “una nueva fase de la guerra en Medio Oriente”, como lo calificó el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
Este fin de semana, tras la operación con dispositivos electrónicos que explotaron en suelo libanés, dejando al menos 30 muertos y cientos de heridos, comenzaron los bombardeos y el uso de drones explosivos entre Israel y Líbano.
Israel se está preparando para iniciar una incursión terrestre al sur del Líbano con la intención de liberar a los 80 mil desplazados del norte de Israel, según dijo el gobierno de Netanyahu, que aseguró que “Israel ha golpeado a Hezbolá de formas que no podía imaginar”, y que si el grupo chiita libanés “no ha entendido el mensaje, lo hará”.
Con esta nueva ofensiva parece que nadie tiene la capacidad o la disposición de frenar a Netanyahu a pesar de que la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, Países Bajos, ha solicitado órdenes de aprensión en contra del primer ministro israelí y otros funcionarios que han formado parte de este crimen de lesa humanidad.
La intención de Israel está clara, acabar con todo lo que tenga que ver con Hamas en nombre de los rehenes secuestrados el pasado mes de octubre, cuando empezó una operación que ha desencadenado un auténtico genocidio en contra del pueblo palestino.
Las acciones del ejército de Israel, que ha violado el derecho internacional, son ejemplo de la postura radical que ha tomado la ofensiva de Netanyahu, la cual ha despertado manifestaciones en contra dentro y fuera de Israel de quienes buscan frenar al primer ministro.
Líbano es otro país que no tiene la capacidad para enfrentar el poder militar de Israel, ya lo demostró con el ataque por medio de explosivos colocados en aparatos de comunicación, una ofensiva que dejó con mucho dolor y desesperanza al mundo. Hezbolá quedará inoperante, pero en medio están los civiles que van a sufrir en carne propia la guerra que se desató este fin de semana en la región y que ha dejado devastada a Palestina.
La preocupación de la Unión Europea por la guerra en Medio Oriente es evidente. El alto representante, Josep Borrell, dijo en un comunicado que es urgente un alto al fuego tanto en la Franja de Gaza como en la frontera norte de Israel, una petición que ha sido ignorada durante meses por el gobierno israelí.
Este nuevo conflicto será sin duda uno de los puntos centrales de la Asamblea General de las Naciones Unidas que se celebra esta semana en Estados Unidos. Es desde este país donde también se ha criticado el nuevo frente contra Líbano, que pone en riesgo la vida de civiles que viven en la zona del conflicto, así lo aseguró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, ha sido contundente con sus declaraciones al medio estadounidense CNN en el marco del inicio de la Asamblea General de la organización, “el conflicto en Líbano corre el riesgo de convertirse en una nueva Gaza”.
