Kamala Harris, la actual Vicepresidenta de Estados Unidos y candidata a la Presidencia recibió al Presidente de Ucrania Volodymyr Zelenskiy en la Casa Blanca en Washington.
La vicepresidenta tiene una tarea primordial en su actual rol que también se integra a sus propuestas de campaña, y es la de mantener el liderazgo en materia de política exterior, principalmente en países que viven una situación en conflicto como Ucrania y Rusia.
La política exterior y la diplomacia a su alrededor son una serie de actos aceptables e inaceptables. Aquí no hay medias tintas, no hay una carta por debajo de la mesa, no hay mensajes privados, ni tampoco guiños entre unos y otros.
Como bien lo ha dicho la internacionalista mexicana Brenda Estefan “en política exterior es oscuro-oscuro , claro-claro, pero nunca claroscuros”.
Para ello, la preparación de cualquier elemento en los Ministerios de Relaciones Exteriores, el arte de acercarse, crear un diálogo, presentar propuestas con el objetivo de acercarse más a las avenencias que a las diferencias.
Acuerdos y más acuerdos, de eso se trata.
El día de ayer lo hizo Kamala Harris recibiendo a Zelenskiy en su espacio, en su país y ofreciéndole un espacio de diálogo para su país y todo el mundo.
Porque a quien tu recibas en casa es con comunicado implícito para el resto del mundo, con quién sí congenias, con quién sí puedes dialogar y acordar y con quién sí puedes establecer políticas que beneficien a los tuyos y a los suyos.
Todo es una negociación, ni siquiera las fotos que vemos en donde comitivas de distintos países se encuentran para dialogar o negociar, se transmite lo que en realidad se vive y la presión que puede existir.
En la foto vemos elementos físicos y de comunicación imprescindibles que son consecuencia de los objetivos de ambos países.
En este caso de Zelenskiy y de una candidata a la Presidencia.
Mire la elegancia y sobriedad del Salón y la ubicación en donde se lleva a cabo el encuentro, son una serie de acciones que comunican.
La percepción que pueden ofrecer de manera política, porque, aunque el presidente visitante tiene micrófonos se encuentra en un espacio reducido sin mucha capacidad de maniobra, eso también cuenta.
Las Banderas siempre tienen una ubicación correcta bajo manual, y acá la de Ucrania colocada al centro, justo en el espacio en blanco, con las líneas divisorias respetando su individualidad, pero con el soporte por ambos costados del país norteamericano.
Zelenskiy con su tradicional vestimenta de un presidente que está en guerra y que está de lado de sus Fuerzas Armadas, su principal comunicado a donde vaya.
Ella, Kamala Harris mirándolo atenta, estableciendo más lazos y enfatizando que Estados Unidos no debe aislarse del resto del mundo. “El aislamiento no es protección, por ello Estados Unidos apoya a Ucrania, no por caridad, sino porque es parte de nuestros intereses estratégicos”.
Una foto de solidaridad, de compromiso, de ayuda y de refrendar ese paquete de ayuda militar valorado en 8mmd para defenderse de los rusos, por parte del presidente Biden.
Todo comunica.
El cuidado de los elementos tangibles e intangibles son parte fundamental de las relaciones diplomáticas, no toda se habla, no toda es a la vista, pero cuando lo es, debe de cuidarse y comunicar como anfitrión o como socio.
Esta es una buena foto para entender que la diplomacia no se basa en ideologías, sino en acuerdos que beneficien las libertades, los derechos humanos, la paz y la seguridad de cada país.