El contraste entre el México compuesto por cultura, gastronomía, activos naturales, creación artística y una población buena, creativa y trabajadora, contrasta de manera tremenda con el México violento.
Las dolorosas y repugnantes imágenes difundidas en días pasados, acompañadas de las cifras de asesinatos y desapariciones, son un estruendoso recordatorio de que la seguridad es la primerísima asignatura y que, sin ella, el bienestar de las comunidades siempre estará incompleto; la seguridad es indispensable, es piedra angular de todo proceso en el país.
La versión 2024 del Informe Global de Seguridad, publicado por la firma consultora Gallup, retrata que la violencia continúa permeando las comunidades de diferentes países, atentando contra su desarrollo. El informe señala que vivimos la situación más crítica en materia de violencia a nivel global desde la Segunda Guerra Mundial. Los resultados del informe comprueban la relación directa que existe entre la seguridad y la prosperidad de los pueblos, cultivando estabilidad económica y un desarrollo más saludable en aquellos territorios considerados seguros.
Las regiones del globo donde la población manifiesta sentirse más insegura las ocupan algunos países de África Subsahariana, Latinoamérica y el Caribe, donde sólo entre 51 y el 47 por ciento de sus habitantes manifiesta sentirse seguros al caminar por la noche (siendo la población ecuatoriana la que se siente menos segura a nivel mundial).
Entre sus resultados destaca que, a pesar de que la seguridad se ha deteriorado en diversas naciones, a nivel global la sensación de seguridad y la confianza en los cuerpos policiales se han incrementado. El caso más destacado del reporte lo encarna El Salvador, país que en 2016 ocupaba el penúltimo lugar en seguridad en un listado de 134 países —es decir, el lugar 132—, mientras hoy ocupa el octavo sitio de un listado de 140 naciones. Los ciudadanos que se sienten más seguros viven en Kuwait, Singapur y Noruega; los que se sienten menos están avecindados en Ecuador, Sudáfrica y Liberia.
La semana pasada, la Presidenta Claudia Sheinbaum y su gabinete de seguridad presentaron las estrategias para hacer frente al gran reto que nuestro país enfrenta: 1. Atender las causas. 2. Consolidar la Guardia Nacional. 3. Inteligencia. 4. Coordinación.
Estoy seguro que la estrategia es correcta, tomando en cuenta el deterioro y la debilidad institucional de la administración pública municipal. A la par de estos cuatro pilares, será necesario que las administraciones estatales y municipales fortalezcan sus cuerpos policiales. El Gobierno federal, a pesar de la fortaleza de sus instituciones, requiere necesariamente del apoyo local para aliviar la crisis por la que atravesamos.
La Presidenta y su secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, con el apoyo institucional de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Secretaría de Marina y de la Guardia Nacional, lograron abatir la inseguridad en la Ciudad de México, resultados profundamente esperanzadores que seguramente serán replicados a nivel nacional.
