Mejores amigos, peores enemigos

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

Tras la captura en Estados Unidos de Ismael El Mayo Zambada, la violencia en Sinaloa se ha intensificado, y es que los seguidores de El Mayo se están enfrentando al grupo de Los Chapitos, los hijos de El Chapo Guzmán.

Los Chapitos tienen como objetivo eliminar por completo a la facción de El Mayo, para reclamar el control tanto del territorio como de la organización.

Los aliados de El Mayo quieren venganza por el secuestro de Zambada, y así también tomar el control de la organización.

Desde la captura de Joaquín Guzmán Loera y su extradición a los Estados Unidos, sus hijos comenzaron a distanciarse de quienes habían sido los más cercanos colaboradores de El Chapo y sus descendientes.

Sucedió con los hijos de Dámaso López El Licenciado, quien había sido el director del penal de Puente Grande, cuando Guzmán Loera escapó de esa cárcel por primera vez y Dámaso López se fugó con él y empezaron a trabajar juntos.

Era 2001 y el Cártel de Sinaloa estaba en uno de sus momentos más fuertes. A la cabeza, Ismael El Mayo Zambada, Joaquín El Chapo Guzmán y Dámaso López El Licenciado.

Guzmán Loera y Dámaso tenían un acuerdo, sabían que existía la posibilidad de que los detuvieran a cualquiera de los dos y que las autoridades los presionarían para que declararan el uno contra el otro. Hicieron un pacto para protegerse entre ellos.

Creo que lo que poco imaginaron es que sus hijos, una vez detenidos El Chapo y El Licenciado, librarían una batalla campal entre ellos.

Era tal el miedo de Dámaso López de que Los Chapitos mataran a sus hijos, que uno de ellos terminó por entregarse a las autoridades estadounidenses para convertirse en “testigo protegido”.

Por su parte, El Mayo siguió viendo por sus ahijados, los hijos de Guzmán Loera, por muchos años. Incluso los jóvenes fueron secuestrados por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación en un restaurante llamado La Leche en Puerto Vallarta y fueron liberados por una gestión de El Mayo.

Hace un par de años, los hijos de Guzmán Loera empezaron a fabricar fentanilo, y se volvieron mucho más poderosos por la cantidad de ingresos que estaban recibiendo. Esta droga, prácticamente nueva en el mercado, deja millones de dólares en ganancias, pero también cientos de muertos.

El Mayo, que estaba ya distanciado de los hijos de su íntimo amigo, todavía apoyó a Ovidio Guzmán el día que lo quisieron detener por primera vez en el llamado “culiacanazo”.

Disputa por el liderazgo del Cártel de Sinaloa

Elementos de Sedena y GN resguardan las calles de Culiacán, el pasado 9 de octubre.
Elementos de Sedena y GN resguardan las calles de Culiacán, el pasado 9 de octubre. ı Foto: Cuartoscuro

Hoy, El Mayo asegura que fue traicionado por Joaquín Guzmán López para entregarlo a las autoridades estadounidenses.

Y tras esta captura, los grupos que apoyan a El Mayo, y los que están del lado de Los Chapitos están muy enfrentados entre sí, para ver quién se queda con el control del cártel, no sólo en Sinaloa, sino en todo el país, y sobre todo la distribución de la droga que va hacia Estados Unidos y Europa.

Se dice que Los Chapitos para tomar el control del Cártel de Sinaloa han formado un nuevo grupo llamado Fuerzas Especiales Unión. Sus nuevos aliados son los que hasta hace poco eran sus acérrimos enemigos, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

CJNG es un grupo criminal que además trabaja como una especie de franquicia y tiene presencia en gran parte del país.

Se supone que el acuerdo con el grupo de Nemesio Oseguera consistiría en que el CJNG expulsaría a Los Mayitos de territorios clave, por ejemplo en Zacatecas, Nayarit y Chiapas, que ya de por sí son lugares donde hay mucha violencia y con este acuerdo podría incrementarse.

Los Chapitos han tratado de llegar al acuerdo que el CJNG no los moleste en estados como Sinaloa, Durango, Sonora y Chihuahua.

Mientras tanto en Estados Unidos, Ovidio Guzmán y Joaquín Guzmán López, hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, estarían buscando un acuerdo de culpabilidad para no llegar a un juicio y obtener beneficios en su proceso legal.

El abogado de Los Chapitos, Jeffrey Lichtman, declaró que los dos detenidos por autoridades de Estados Unidos han aceptado declararse culpables por los delitos de: posesión de sustancia controlada; conspiración para importar, manufacturar y distribuir una sustancia controlada; lavado de dinero; portación de armas de fuego y participación en una empresa criminal.

Si las leyes estadounidenses aceptan la culpabilidad de los dos detenidos, tanto Ovidio como Joaquín podrían obtener beneficios como una condena reducida, mejores condiciones de reclusión o incluso entrar al programa de testigos protegidos y salir de prisión para tener una nueva identidad.

Por su parte El Mayo Zambada, a quien le dijeron en su audiencia en la corte de Nueva York, que su pena podría ser la pena de muerte, también podría buscar declarase culpable para llegar a un acuerdo con las autoridades estadounidenses y dar información, sobre todo, de la forma de operar del Cártel de Sinaloa y sus aliados.

No hay peor enemigo que quien en algún momento fue amigo. Y entre ellos se conocen muy bien.

En el más reciente informe de la Administración de Control de Drogas, la DEA, se especifica que Estados Unidos enfrenta la mayor crisis de drogas que haya enfrentado hasta ahora, la más peligrosa y mortal. Y señala a los cárteles de la droga mexicanos por ser los principales responsables de inundar de droga su país.

Según las investigaciones de la DEA, son los cárteles Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa, los responsables de las operaciones para traficar fentanilo y metanfetaminas, debido a que estos grupos han cambiado las drogas como la cocaína y la heroína, por las sintéticas, las cuales se han convertido en las más adictivas y letales.

Además, aseguran que estos dos cárteles mexicanos han eliminado a su competencia en Estados Unidos. La realidad es que estos grupos más bien han absorbido a la gente que trabaja en el negocio de las drogas en ese país.

Allá también tienen operadores con quien trabajan, pareciera más bien que han incorporado a las personas que traficaban y distribuían droga principalmente a estos cárteles, al de Sinaloa y al CJNG, que la distribuyen y regresan parte de los recursos a nuestro país.

En el informe explican que el liderazgo del Cártel de Sinaloa está teniendo complicaciones y que se está dividiendo y generando mayor violencia.

Hoy las agencias estadounidenses ya no reconocen a Ismael El Mayo Zambada como líder absoluto de ese grupo criminal, aseguran que tiene problemas de salud, y sus más allegados, incluyendo a un hijo, están detenidos en Estados Unidos.

Ahora aseguran que los hijos de Guzmán Loera son de los principales operadores, sobre todo con esta nueva alianza que se supone están haciendo con el Cártel Jalisco Nueva Generación.

De concretarse esta alianza, ésta podría convertirse en la principal organización criminal del país, pero recordemos a Los Mayos, y otras fracciones de grupos criminales en el país que no son pocos y la violencia solamente se va a intensificar en nuestro territorio.

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