La fecha límite para nombrar al nuevo titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) es este próximo 15 de noviembre.
Son 47 los aspirantes que buscan estar al frente del organismo autónomo, pero sobre todo, quien ha hecho una lucha enorme para quedarse al frente de la Comisión y ser reelecta es la actual titular, Rosario Piedra Ibarra.
Los aspirantes, incluyendo a Piedra Ibarra, comparecieron este fin de semana ante las Comisiones Unidas de Derechos Humanos y de Justicia en el Senado.
Altán, competencia sucia en celulares
Piedra Ibarra ha tenido un pésimo desempeño al frente de la Comisión y no ha cuidado los derechos humanos de los ciudadanos, que se supone para eso está. Pero además de todo, tiene adversarios dentro y fuera de Morena.
Su nombramiento en 2019 fue ejecutado de forma ilegal y burlándose del pueblo mexicano. En el Senado ni siquiera se contaba con el número real de legisladores para votarla, y en medio de empujones y arrebatos en el pleno se metieron votos de más en la urna. Sí, resultó que hubo más votos que senadores presentes en esa votación.
Al final, con todo y esa trampa, solamente tuvo 76 votos de los 116 senadores, por lo que no alcanzó la mayoría calificada para ser elegida presidenta de la CNDH. Pero aun así, ha estado al frente nada más ni nada menos que de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Una CNDH que durante muchos años fue una institución ejemplar, en la que se trabajó de forma apartidista y por todos los mexicanos. Cualquier ciudadano podía solicitar una petición en esa oficina y era atendido.
Es más, muchos de los que hoy están en el poder recibieron apoyo de la CNDH del pasado, ésa que funcionaba antes de que llegara Piedra Ibarra.
Por ejemplo, nunca atendió las solicitudes ante el desabasto de medicamentos, en particular, los de cáncer para niños.
En septiembre de 2020, cuando activistas de colectivos feministas tomaron el inmueble de la CNDH ubicado en República de Cuba, se dieron cuenta de los lujos gourmet que se da Piedra Ibarra, con el presupuesto del Gobierno que ella misma decía, había que trabajar con austeridad.
En 2022 tardó tres días en pronunciarse sobre los asesinatos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en Cerocahui, Chihuahua, pues aseguró que no quería hacer pronunciamientos apresurados ni “entorpecer” la investigación.
Se busca ombudsperson
En enero de este año, el activista Adrián LeBarón dio a conocer que la CNDH resolvió que no existía violación a los derechos humanos en la masacre ocurrida en noviembre de 2019 en Bavispe, Sonora, cuando un grupo criminal asesinó a 6 niños y 3 mujeres de las familias LeBarón, Langford y Miller.
Trabajadores del Poder Judicial dicen que nunca recibieron apoyo alguno de Piedra cuando se están violando sus derechos humanos.
Aseguran que, en 65 días de protestas, la titular del organismo no se pronunció y que “no tiene calidad moral para estar en la CNDH”, que su ratificación sería “un atentado a la libertad y a los derechos humanos”.
Otro de los temas polémicos ocurrió el año pasado, cuando la Comisión se quedó sin los integrantes en su Consejo Consultivo, ya que los seis miembros presentaron su renuncia en protesta contra la gestión de Rosario Piedra.
Mientras que en enero de este año propuso que la CNDH fuera eliminada junto con los otros organismos autónomos, como planteaba en un dictamen Morena, para que se convierta en una Defensoría Nacional de los Derechos del Pueblo.
La Constitución permite la reelección de quien encabece la CNDH, por lo que Rosario Piedra Ibarra puede volver a ocupar ese cargo por cinco años más.
Pero la ley también pide que sea elegida sin trampas.
Piedra Ibarra aseguró ante las comisiones del Senado que su gestión representó 50 por ciento de todas las recomendaciones emitidas por la CNDH desde 2000, en que fue declarada autónoma. Lo cierto es que su enfoque fue hacia el pasado, hacia las desapariciones de los años setenta debido a que su hermano, Jesús Piedra Ibarra, fue reportado desaparecido en esa época, en una situación muy compleja, pero ella olvidó y no apoyó a los familiares de los desaparecidos que en el sexenio pasado se reportaron de manera oficial más de 50 mil personas, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Tras las comparecencias de Rosario Piedra y de los otros 46 aspirantes en el Senado, el siguiente paso es analizar los perfiles, y será hasta el 8 de noviembre cuando se presente la terna en la Cámara alta para elegir a la persona que presidirá el organismo por cinco años para el periodo 2024-2029.
Posteriormente, el pleno del Senado deberá elegir, de la terna, al titular; para ello, es necesario el voto a favor de dos terceras partes de los miembros presentes; es decir, si acuden los 128, será necesario 86 votos a favor.
Para presidir la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para el periodo 2024-2029, hay perfiles muy serios y con credenciales mucho más importantes en esta terna. Muchos de los candidatos plantearon ante senadores la necesidad de transitar a una Defensoría más cercana al pueblo.
Como aspirantes están entre muchos otros: Paulina Hernández, vicerrectora de la Universidad de Guadalajara, quien ha planteado mejorar los procesos de investigación de casos que se presentan en la CNDH.
Hugo Hernández Vaquero, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, quien asegura que es fundamental centrar la estrategia de derechos humanos en la familia y en el trabajo, y aseguró que la dignidad de una persona depende en mucho de un trabajo digno.
Adolfo López Badillo, ombudsman de Puebla, y Karla Alejandra Obregón Avelar, ombudsperson de Durango, quien mencionó que aspira a ocupar la titularidad de la CNDH.
También busca presidir el organismo nacional la titular de la comisión de Derechos Humanos de Tlaxcala, Jacqueline Ordóñez Brasdefer, quien opinó que debe fortalecerse la independencia de la CNDH y su capacidad de investigación.
Una persona cuyo nombre se escucha fuerte para sustituir a Rosario Piedra Ibarra y, además, es una mujer muy preparada, es Nashieli Ramírez Hernández, quien es una promotora y defensora de derechos humanos con más de 40 años de trabajo en México.
Es presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México. Está desde el 2017 y ha sido reelecta en un segundo periodo hasta el 2025.
Actualmente es presidenta del Instituto Internacional del Ombudsman.
Sin duda hay muchos aspirantes que cuentan con una trayectoria muy importante en el tema de derechos humanos, en cambio, otros buscan presidir o ser reelectos en la CNDH con el fin de politizarla.