El Tipo de Cambio: Fortalezas y Riesgos

BRÚJULA ECONÓMICA

Arturo Vieyra<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>&nbsp;<br>
Arturo Vieyra*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.  larazondemexico

La paridad peso-dólar rompe finalmente la barrera de los 20. Particularmente durante el segundo semestre de este año, después de las elecciones, en los últimos cinco meses, el tipo de cambio ha estado sujeto a múltiples presiones que han promovido una depreciación de la moneda mexicana cercana al 16%.

Eventos esperados e inesperados han afectado la paridad, entre los que destacan: (1) la elección Presidencial en México y el fuerte debate en torno a la mayoría calificada en el Congreso; (2) la sorpresiva decisión de política monetaria en Japón de subir la tasa de interés; (3) el clima hostil hacia la relación comercial y de los migrantes generado en la contienda presidencial en Estados Unidos; y posiblemente, (4) el fuerte encono político desatado a raíz de la aprobación de la reforma judicial. A ello hay que añadir la reciente fortaleza del dólar derivado de la baja en la tasa de interés por parte de la FED que ha afectado a múltiples monedas emergentes.

Considero que, hacia adelante, para el mediano plazo, no deberíamos esperar una depreciación mayor del peso ya que los fundamentales económicos dan muestra de una fortaleza importante. Destaco en primer lugar, las reservas del Banco de México que con un monto superior a los 225 mil millones de dólares (mmdd), que sumados a la línea de Crédito flexible con el FMI por 35 mmdd brindan un poderoso blindaje para hacer frente a posibles ataques especulativos.

Por el lado de las cuentas externas la posición de la economía es bastante sólida con déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos cercano al 1% del PIB para este año y el siguiente. Este déficit es fácilmente financiable con la entrada de Inversión Extranjera Directa que para este año y el siguiente posiblemente rebase anualmente los 30 mmdd. Con ello, la presión por el lado del mercado de divisas y, por tanto, sobre la paridad es prácticamente nula.

Finalmente, si la Secretaría de Hacienda logra generar confianza a partir del próximo Paquete Económico 2025, ello mantendrá la calificación de la deuda soberana del país y en consecuencia reducirá la incertidumbre sobre mayores presiones fiscales.

Desafortunadamente, los riesgos de desestabilizar el tipo de cambio no son menores y están presentes con una probabilidad importante. En primer lugar, hay que destacar que un posible triunfo de Donald Trump podría implicar un aumento en los aranceles a las importaciones provenientes de México, lo cual, sin duda presionaría al peso y generaría una depreciación al menos en la misma proporción de los aranceles impuestos.

Si el Programa Económico 2025 no muestra un panorama fiscal razonable también afectará la depreciación. Asimismo, la geopolítica presenta riesgos de consideración, particularmente por una intensificación del conflicto en Medio Oriente, que podría causar nerviosismo en los mercados y un incremento en el precio del petróleo y baja en el crecimiento mundial.

En conclusión, aunque al parecer las principales presiones sobre la paridad están por concluir y, principalmente, los fundamentales son sólidos para lograr una próxima estabilidad del peso mexicano (sin excluir ciertos episodios de volatilidad), los riesgos siguen siendo altos y podrían influir en su desempeño hacia el cierre de este año y el siguiente.

Arturo Damm Arnal
Arturo Damm Arnal
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