Murat, Ramírez Marín y un coscorrón
La senadora del PRI Carolina Viggiano fue quien ayer, nos comentan, durante la aprobación de la reforma constitucional en materia de vivienda —con la que se abrirá la puerta a que se permita al Infonavit ya no sólo financiar, sino construir vivienda—, dio una lección de cómo deslizar suavemente un coscorrón doble. Y es que resulta que en el debate en el que habían salido a relucir cuestionamientos a la corrupción del pasado en la política de vivienda, la legisladora recordó que en las filas de la 4T ahora están un exdirector de Infonavit “de la época neoliberal”, Alejandro Murat, “que puede orientarlos de cómo hacer correctamente la política de vivienda”, y un extitular de Sedatu, también “de la época neoliberal”, recargó, en alusión a Jorge Carlos Ramírez Marín, “que puede orientarnos de cómo hacer vivienda correctamente y sin corrupción”. Ahí su dicho, y al que le haya dado el coscorrón, si acaso se dio cuenta, que se sobe, nos dicen.
Resultados en Seguridad
Y fue San Luis Potosí la entidad donde ahora la dirigencia morenista encabezada por Luisa María Alcalde y Andrés López Beltrán tocó ahora base para encaminar su política de afiliación masiva. En el acto, la líder estatal del guinda, Rita Ozalia Rodríguez, destacó la perseverancia de militantes y simpatizantes del movimiento, quienes han superado retos y adversidades para continuar promoviendo un proyecto que busca construir condiciones más justas y equitativas para toda la población. Y dio cuenta de que existe un fuerte compromiso con el segundo piso de la Cuarta Transformación. El trabajo ha permitido el crecimiento de Morena, siempre enmarcado en los principios de “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”, y “Por el bien de todos, primero los pobres”, declaró, en un acto que se leyó como un cierre de filas de la dirigencia nacional con la local en la entidad encabezada por el Partido Verde.
Señal de nuevos tiempos, nos cuentan, la buena relación entre el alcalde de Álvaro Obregón, Javier López Casarín, y la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, es más que notoria. Muestra de ello fue la conferencia que ambos ofrecieron ayer previo al arranque del programa Gobierno Casa por Casa, en la que la mandataria capitalina reconoció públicamente al edil por su victoria en la demarcación y éste, además de regresarle el cumplido, le regaló una chamara con los logos de la alcaldía, la cual incluso le ayudó a ponerse. Realizaron luego un recorrido en el que Brugada presentó a cada vecino con López Casarín y éste los atendió con diligencia. Se mostraron contentos los dos políticos al dar los primeros pasos para la concreción de dos programas estrella de la actual administración capitalina: una nueva línea del Cablebús y una Utopía. Un par de proyectos con los que López Casarín nos reportan, se vio, como diría el clásico, feliz, feliz, feliz.
¡Qué tal el rifirrafe que protagonizaron ayer en el Senado el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, y el presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña! Y es que, nos comentan, calentó al dirigente del tricolor el hecho de que el morenista no le concediera el uso de la palabra durante la declaración de validez de la reforma que establece la supremacía constitucional. Así que, engallado, se enfiló directo a la tribuna para reclamarle cara a cara y apuntándole con el índice. “Vaya a su curul y dígame... ¡No me ponga el dedo encima, no me ponga el dedo encima! ¡Respete a la presidencia! ¡No me toque!”, levantó la voz entonces en el micrófono Fernández Noroña, antes de, además, exigirle, que lo respetara. “Date a respetar”, le devolvió Alito, con la exigencia de que no le gritara, que le espetó al menos tres veces. Faltó poco para que pasaran a los golpes, lo cual no ocurrió, porque se interpuso la senadora morenista Lucía Trasviña, repartiendo, por su lado, codazos y empellones. Recordó el episodio el lema aquel de la TV de que “hay tiro en la Casa del Federalismo”, ¿o cómo era?
Y hablando de situaciones crispadas al que ayer le gritaron en plena presentación de su libro fue al magistrado electoral Felipe de la Mata. Ocurrió frente a alumnos, exmagistrados y autoridades universitarias en el Aula Magna Jacinto Pallares de la Facultad de Derecho de la UNAM, hasta donde llegó la jueza federal Karina Ibarra para decirle: “Usted… será uno de mis protagonistas históricos que figurará como el traidor de la democracia mexicana por haber votado por la supermayoría que no votamos los mexicanos”. Dando cuenta del repudio que generó entre juzgadores su posición sobre la sobrerrepresentación. Como sea, De la Mata no se quedó con las ganas de responder, aunque quien le reclamó ya no lo escuchó, pues abandonó el auditorio. “Creo que la señora jueza no ha leído mis sentencias, si se hubiera acercado conmigo a dialogar pudimos haber hablado, pero me imagino que a gritos es como ella quiere expresar su sentimiento”, asentó, antes de recordar su posición sobre el tema de la elección de jueces que no es otra, sino la de que no es una buena idea. Ahí el dato.
En medio de la ola de violencia que azota a Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha se da su tiempo para el futurismo político. Ayer, nos comentan, durante la toma de posesión del alcalde de Ahome, Gerardo Vargas Landeros, el mandatario le dio un empujón con miras a la sucesión del 2027. “Yo le tengo fe, lo hará muy bien y más ahora... yo sé por qué les digo, en estos tres años tienes que esmerarte, Gerardo”, dijo el gobernador en plena ceremonia. “El que gana las carreras es aquel que se acredita mejor con su trabajo”, agregó. Lo anterior se tomó en los círculos políticos locales y en las redes sociales como una revelación de que Vargas Landeros es el delfín de Rocha. Habría que ver, nos dicen, lo que piensan otros aspirantes, a quienes no debe haberles hecho gracia este destape prematuro. De modo que, además de la crisis de violencia, ahora don Rubén podría enfrentar una rebelión interna de liderazgos estatales de Morena. Y como dicen los clásicos: ¿Pero qué necesidad?