¿Intermitencias o maroma profesional?
Que no fue un duende travieso el que votó en lugar del diputado Pedro Haces, durante la aprobación de la reforma de supremacía constitucional. Se trató de una “intermitencia” en el servicio de Internet conectado a la tableta de los legisladores, en este caso del morenista que se encontraba fuera del salón de plenos, con el sistema de votación, ha tratado de explicar el presidente de la Cámara, Sergio Gutiérrez. “Fue una intermitencia del servidor de Internet que probablemente se generó de un intento cuando alguien trató de votar. A mí me ha pasado, a veces llego y hay varias tabletas, tomo una, no es mía, me doy cuenta que no es la mía y tomo otra, es algo que puede suceder normalmente y que no se ve como una situación de manipulación ni mucho menos”. Ha señalado así la hipótesis de que por error algún otro diputado pudiera haber votado, con lo que el sufragio se reflejó en el tablero, aunque al final se quitó y ya no se contó. Ha dicho también el morenista que será algo que ya no se va a repetir. Uf.
Y es la empresa Italika, de Ricardo Salinas Pliego, la que hoy celebra 20 años de vida. Entre los datos que dan cuenta de los éxitos que ha cosechado en ese tiempo está el de que más de nueve millones de mexicanos han adquirido alguna de sus motocicletas. Es sabido que la marca vino a revolucionar la movilidad en México, empoderando a las personas con un transporte accesible, gracias a una amplia y variada oferta de unidades: motos de trabajo, de doble propósito, chopper, urbanas y deportivas. Otro indicador relevante es que tiene presencia en los mercados de México, Guatemala y Honduras, más de mil centros de servicio y un equipo de más de 5 mil colaboradores. En su planta ‘Ensamblika’, ubicada en el Estado de México, cada 60 segundos se ensambla una nueva motocicleta, llegando a producir hasta un millón al año. Y en breve abrirá una nueva planta en Guadalajara, lo cual permitirá crecer la producción hasta 500 mil unidades más. Qué tal.
Jalisco y sus indicadores de seguridad
Y vale la pena echar un vistazo a los indicadores en materia de seguridad que dio a conocer ayer el gobernador de Jalisco Enrique Alfaro. Y es que, nos hacen ver, claramente se da cuenta de un trabajo efectivo realizado a lo largo del sexenio. Por ejemplo, la incidencia delictiva en general se redujo en 63%; los homicidios en 30% y los feminicidios en 45%. Fueron localizadas más de 17 mil personas reportadas como desaparecidas y el presupuesto para seguridad se incrementó en 63.4% con respecto al de 2018. En cuanto a combate a la impunidad, se logró judicializar a 22 mil 130 personas que enfrentaron a la justicia, el doble de implicados que en 2018 y con todo eso la entidad se posicionó por debajo de la media nacional por cada 100 mil habitantes en la comisión de delitos de todo tipo y pasó del lugar 12 (hace seis años) al 19 (en 2024). Jalisco es más seguro, ha señalado Alfaro en su último informe de seguridad y los indicadores, que son muchos más que los citados, efectivamente lo reflejan.
Muy lamentable, nos dicen, que el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, insista en presentar a la entidad como un mundo feliz, pues la crisis de violencia que inició el pasado 9 de septiembre está lejos de terminar. Tras una detonación, que causó pánico por muy controlada que haya estado, Rocha llamó a “no dejar que el miedo nos gane”. El mandatario minimizó el hallazgo de dos artefactos explosivos que, aunque son de fabricación casera, su estallido no controlado pudo haber generado daño, a juzgar por el estruendo que provocaron. Y para colmo, poco después de que terminó su conferencia semanal, fue asesinado el conocido empresario Jorge Peraza Bernal, dueño de La Chuparrosa Enamorada, uno de los restaurantes más conocidos de Culiacán. Rocha ha pedido a la población: “Salgan a la calle, manden a sus hijos a las escuelas”, y llamó a realizar todas las actividades con normalidad. Pero las ejecuciones cotidianas y ahora los estallidos, no pueden ser algo normal, piensan muchos.
Muchos tienen presente el verbo “robalear” para referirse a algo así como evadir o no dejarse capturar y éste viene a cuento, porque resulta que ayer en el INE utilizar el concepto de presupuesto “precautorio” les permitió salir del apuro de definir de qué tamaño debe ser la bolsa de recursos públicos para sacar adelante la organización de la elección de jueces, ministros y magistrados del año entrante. Y es que de esa manera, consiguieron no quedarle mal a Hacienda que les dio hasta hoy para definir la cifra —que al final quedó en 13 mil millones de pesos—, con los jueces que ya les pusieron su primera multa por desacatar la suspensión que ordenaba frenar trabajos preparatorios para dichos comicios, y hasta para quedar sostenidos del clavo ardiente que implica esperar el resolutivo que tome la Corte sobre la reforma judicial. Y es que lo de “precautorio”, nos cuentan, en este caso permite explicar que ya se aprobó pedir el presupuesto, pero que al final podría no pedirse, y que se pidió de esa dimensión, aunque podría ser mayor o menor. Y así ya nadie está en falta en medio de la denominada crisis constitucional. Échense ese trompo a la uña.
Dicen los que saben de temas políticos que la declaración de Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, la semana pasada, cuando deslizó que la Cámara alta podría no aceptar las renuncias de los ocho ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, además de las voces que piden juicio político en contra de los togados, son una especie de advertencia, por decir lo menos. Hoy será un día trascendental en la vida democrática del país, después de que por primera vez el alto tribunal analizará la constitucionalidad de una reforma constitucional, en este caso en materia judicial. Si los ministros deciden echar abajo una parte sustancial de la enmienda, es decir la elección por voto popular de jueces y magistrados, nos comentan que no es nada difícil que se ponga en marcha cualquiera de los dos planes al principio mencionados… o en una de ésas los dos. Habrá que conocer hoy, o en los siguientes días, la determinación de los ocho ministros identificados como distantes a la Cuarta Transformación, porque en función de cómo voten marcarán la ruta hacia las batallas que vienen. Pendientes.