“Nací chilango, judío y joto. Ambas tres, a mucha honra. Me mal gradué de Negocios Internacionales por la Universidad Iberoamericana e hice una maestría en Negocios y Administración de Futbol por el instituto Johan Cruyff. Como ven, no fue fácil aprender a quererme, pero aquí estamos”, así se presenta Uri Bleier, autor de Esta cuerpa mía (Alfaguara, 2024): novela deudora de Truman Capote, Camila Sosa Villeda, Pedro Lemebel, Luis Zapata, Juan Gabriel y Reinaldo Arenas. Mambo arropando el deseo en las zonas del dolor, saña y franjas de la ternura.
“Buenas, buenas. Ya llegué, ya arribé, ya estoy aquí. En mi esquina me conocen como la Metrera, la Agujita, la Glorietera, la Encueramachos”: incipit de una crónica coral de euforias, traiciones, despedidas, encuentros, abandonos, soledades, hipocresías, sexo y heridas bajo los compases de un desamparado humor. La protagonista monta a trote el fiero potro de “la venganza de las travestis, por donde menos se lo esperaban, que es a través de la palabra” (Camila Sosa Villada).
Mundo trans entretejido con los signos de un bolero-son arrebujado con índices desafiantes del amor y el desamor. “Quise develar las vidas de estas personas y de las trabajadoras sexuales sin caer en los lugares comunes de la martirización y el melodrama. Lo hago con música guarachera de fondo porque así se me acomodan mejor los sentires”, me dijo Uri Bleier.
Respuesta ante la amenaza
Episodios de la vida de Kassandra Guazo —trabajadora sexual trans— como ejes de los itinerarios de Mónica (antes Leonardo), que arropa a otras en la transferencia de epidermis superpuestas, cobijos de huesos reales. Escenarios (la calle, la noche, tugurios...) donde conviven ángeles y demonios. “El coraje me llenaba los pulmones de un aire pesado, y podrido”, explica Mónica.
Revelaciones de crudezas y ternuras, de solidaridades y traiciones, de sonrisas y clamores conjurados. “Momentos duros de estas mujeres, en un transcurrir de difíciles circunstancias, pero con el deseo de traspasar la infamia con iluminados gestos. Todo eso lo llevo a la ficción con un despliegue humorístico que desdeña la victimización. No quiero que los lectores las vean frágiles, al contrario, el propósito está en conformar el retrato de un cosmos de historias de amores donde las involucradas despliegan un desbordado deseo de vivir”, expresa Bleier.
Discurso narrativo que apela a un habla directa de sórdido resol: las palabras roen aciagos sucesos y arrojan sobre el desaliento el destello de la rabia emancipadora. “En el momento de la siesta de Dios, las putas somos la luz de la vela”. Sorprende cómo Mónica/Leonardo alza la bandera de la salvaguardia de sus compañeras en los periplos de los andares errabundos por sombras enigmáticas (“Yo, que soy perra de luna, me acuerdo de que esa noche estaba llena, redondota y de un color bonito”) en espacios donde reinan los feminicidios.
“Esta novela la escribí preocupado en darle sentido a la voz de Mónica. Busqué siempre la conformación de una modulación muy jota, muy queer, callejera, acompasada. Mis viajes constantes a La Habana configuraron ese desparpajo rítmico: me arrobo el atrevimiento de decir que es una fábula salpicada de destellos afrocubanos”, me confesó Uri Bleier.
ESTA CUERPA MÍA
- Autor: Uri Bleie
- Género: Novela
- Editorial: Alfaguara, 2024