Dos clasificaciones del gobierno. (I) Gobierno gobierno, gobierno fallido, anti gobierno (ya analizada). (II) Gobierno gobierno (aparece de nuevo), gobierno ángel de la guarda, gobierno hada madrina. Tanto el ángel de la guarda como el hada madrina violan el principio que afirma que al gobierno se le debe permitir todo lo que debe permitírseles a las personas, y que debe prohibírsele todo lo que se les debe prohibir a las personas.
El gobierno ángel de la guarda pretende preservarnos de todos los males, incluyendo los que nos hacemos a nosotros (ejemplo: consumo de drogas), violando el derecho a la libertad individual. Si a Juan no debe permitírsele prohibirle a Pedro dañarse, tampoco debe permitírsele al gobierno. El gobierno ángel de la guarda, que viola el derecho a la libertad, es anti gobierno.
El gobierno hada madrina pretende concedernos todos los bienes, incluyendo los que debemos obtener nosotros (ejemplo: comida, atención médica, educación), violando el derecho a la propiedad privada: ningún gobierno puede darle todo a todos, por lo que solamente puede darle algo a algunos, y ese algo tuvo que quitárselo a alguien más, redistribuyendo el ingreso, violando el derecho de propiedad privada. Si a Juan no debe permitírsele quitarle a Pedro para darle a Francisco, tampoco debe permitírsele al gobierno. El gobierno hada madrina, que viola el derecho a la propiedad, también es anti gobierno.
Golpes federales al hampa
Los gobiernos son una mezcla de gobiernos fallidos, anti gobiernos, gobiernos ángel de la guarda y gobiernos hada madrina. No menciono a los gobiernos gobierno, porque si opera cualquiera de los otros, el gobierno gobierno, que solamente debe prohibir e impedir la violación de derechos y, de fallar, castigar y obligar a resarcir al violador, deja de existir.
Los gobiernos son una mezcla de gobiernos fallidos, anti gobiernos, gobiernos ángel de la guarda y gobiernos hada madrina, cada uno realizando tareas que no deben permitírseles a las personas, porque implican el uso ofensivo e ilegitimo de la fuerza para violar derechos, por lo cual tampoco deben permitírseles a los gobiernos, que sólo deben recurrir al uso defensivo y legítimo de la fuerza para defender derechos, no al ofensivo e ilegítimo para satisfacer necesidades e intereses, y para obligar a la prudencia y la benevolencia.
Parafraseando a Bastiat: “El gobierno es la fuerza, y consiguientemente el campo de acción del gobierno no debe extenderse más allá del legítimo uso de la fuerza”. ¿Y cuál es el legítimo uso de la fuerza? El defensivo, en contra de su uso ilegítimo, el ofensivo, violador de derechos.
Parafraseando a Rand: “No debe haber semejante cosa en el comportamiento del gobierno o en los preceptos de la ética o en las normas jurídicas: acciones prohibidas a las personas y permitidas al gobierno o aprobadas por la ética y las normas jurídicas”.
Al gobierno debe permitírsele lo que se le debe permitir a las personas: el uso defensivo y legítimo de la fuerza, y debe prohibírsele lo que se le debe prohibir a las personas: el uso ofensivo e ilegítimo de la fuerza. Hoy a las personas se les prohíbe el uso defensivo e ilegítimo de la fuerza, pero a los gobiernos se les permite ¡y se les exige! Lo importante no es la identidad del agente, sino la naturaleza de la acción. Lo que importa es qué se hace, no quién lo hace.
