El aún órgano regulador de las telecomunicaciones en México se encuentra dividido de cara a la reforma constitucional que busca desaparecerlo. Además de lamentable para la competencia entre empresas instaladas en México, abre otro frente de guerra ante el gobierno de Donald Trump que no busca una revisión sino una renegociación entera del tratado comercial con México y Canadá. Y sí algo preocupa y ocupa al próximo mandatario estadounidense es el alcance que el gobierno de China tendrá sobre las plataformas digitales, aprovechamiento de datos en “la nube” de Internet e Inteligencia Artificial…, mientras aquí los pleitos son tan rústicos como alarmantes.
Conforme a los oficios girados el 22 de octubre pasado por la nueva responsable encargada de administración y finanzas de Birmex, Emma Luz López, el monto estimado de las adquisiciones para suministro del 2025 ascendería a 130 mil millones de pesos. Luego de los estudios de mercado (para encontrar precios de referencia sobre los cuales, por volumen y tiempos de entrega, como sucedió entre 2005 a 2018) se plantea revisar la convocatoria el 19 de noviembre; realizar juntas de aclaraciones el 26 del mismo mes; la presentación y apertura de ofertas se realizaría el 10 de diciembre próximo; se definen ganadores el día 19 y se firman contratos a partir del día 3 de enero de 2025.
Al interior del IFT hay personal de nivel alto y medio de mando que está a favor de la desaparición de dicho órgano, cansada del nepotismo, negligencia y olvido por parte de los comisionados. No ven con malos ojos ser absorbidos por otra institución, si con ello se garantiza la salida de funcionarios de mando superior que fueron colocados ahí por puro amiguismo, como Jocabed García, directora general en la Unidad de Concesiones y Servicios, de quien en su momento les comenté que gustaba de la fiesta y de echarse sus chíngueres con los agentes regulados.
Y aquí le paso la nueva, resulta que a la susodicha también le agrada organizar eventos pasándole charola a su personal obligándolos a pagar por sus fiestas, la más reciente en Halloween, a las que nadie quería asistir por el pésimo clima laboral que ella misma provoca.
Denuncias sobran en el IFT en contra de García por sus actos constantes de abuso y acoso laboral, realizados bajo la complicidad de sus jefes, incluyendo, me dicen, un comisionado, Sóstenes Díaz.
Y es que el caso más reciente es que el IFT tenía una psicóloga, Liliana Delgado, debido al volumen de la problemática de abusos laborales y discriminación de género, la experta decidió irse del órgano. Así como lo lee: la psicóloga decidió abandonar a sus pacientes para conservar su salud mental en la institución que tanto presume de “inclusión y amabilidad” el comisionado presidente Javier Juárez.
Delgado renunció paradójicamente por la violencia ejercida en su contra por parte de Jocabed.
Para que no digan que esto son chismes, este columnista tiene por escrito la despedida que la psicóloga remitió a todos los empleados del IFT.
Este caso no es menor pues se debería echar ojo clínico al preceder de la contralora de ese órgano, Gricelda Sánchez. Y es que nada de esto podría estar pasando sin la complicidad de varios mandos superiores o, simplemente, nadie está haciendo bien su trabajo para parar los abusos.
El IFT está por morir. Se extrañará a la institución, mucho, no así a sus actuales funcionarios. Y entre los muchos y complejos asuntos que tendrá abordar la Agencia de Transformación Digital, en manos de José Merino (como por ejemplo, el conflicto con el T-MEC), será capaz de librarse de esas malas prácticas y de ese tipo de funcionarios que en nada abonan a un segundo piso.
De Anda sigue tan campante. Pese a la limpieza que la Secretaría de Salud, de David Kershenobich, ha emprendido en las áreas relacionadas para adquisiciones del sector público de la salud, hay dos personajes que se mantienen encumbrados: pese a los esfuerzos de la administración de Zoé Robledo de culminar la limpieza administrativa, se mantiene el coordinador de abasto del IMSS, Jorge de Anda García, y se pasea presumiendo su cercanía con las altas esferas del Senado… por lo que se ven frustrados los esfuerzos institucionales para el saneamiento comercial.
Los expedientes de investigación hablan de que Anda García logró controlar los estudios de mercado y las asignaciones de Birmex como ente comprador del sector salud. Esto en consonancia con su excompañero Ramón López Gaytan y sus colaboradores dispersos en diversos cargos menores. Y es que es bien sabido como influyó para que en conjunto con el mayor Jorge Bustamante de Birmex, se le otorgaran contratos tanto para la llamada última milla a Médica Farma Arcar, propiedad de Agustín Padilla y Araceli Villaseñor. Por presión de Bustamante, Birmex contrato a Arcar para servicio logístico al Seguro Social.
El presunto tráfico de influencias, se sabe, deriva en el regreso de la ya “famosa entrega virtual” de medicinas e insumos, esquema mediante el cual esa empresa realiza entregas falsas en almacenes.
En las compulsas de la ASF, de David Colmenares, registran entregas de medicamentos muy superiores a las prescritas en clínicas y hospitales, en especial, las de índole regional.
Por su parte, el mayor Bustamante otorgó en forma directa contratos para la distribución de vacunas a empresas también recomendadas por Jorge de Anda, desplazando a las anteriores utilizadas por Birmex y elevando exponencialmente el costo de entregada, aprovechando la contingencia de Covid-19.
Parece que de Anda sigue gozando del su manto protector desde el Senado. Pero ¿hasta cuando?
Ultrasist innova. Pues la firma mexicana líder en tecnologías de la información, que encabeza María Julia Orozco Mendoza, concluyó con éxito su iniciativa “Hackaton”, donde recibió proyectos innovadores para aplicar en su ya amplio mercado de soluciones informáticas para clientes de todo tipo. La empresa celebra 30 años de vida en el mercado nacional e internacional, donde se alió ya con la referencia mundial ILINK.