Para Jorge, gracias por estos 13 años juntos, y los que faltan.
El caso de Marilyn Cote, la farsante psiquiatra, se hizo viral. Una mujer que se hacía pasar como experta en salud mental prometía curas milagro y recetaba medicamentos psiquiátricos que requieren de un estricto control y que, además, mal recetados, pueden tener efectos adversos muy delicados.
Incluso se atrevió a atender a pacientes con esquizofrenia y depresión a quienes les recetó fuertes medicamentos. Aparecía en sus redes sociales con Photoshop al lado de un psiquiatra y otras fotos donde presumía falsamente ser una especialista en la salud mental.
A guardar los helicópteros y aviones
Hasta donde se sabe, Marilyn Karina Cote Mendieta es licenciada en Derecho con una maestría en criminalística y un doctorado en psicología clínica. No es doctora y mucho menos psiquiatra.
Utilizaba un recetario falso en el cual se hacía pasar por médica cirujana, médica psiquiatra y psicóloga clínica, para lo que ponía tres números de cédulas profesionales falsificadas.
Fueron años en los que esta charlatana se atrevió a ver a pacientes con padecimientos muy delicados; cualquier problema de salud mental mal tratado puede acabar con la vida del paciente. Hay ya varias denuncias ante la Fiscalía de Puebla en contra de Marilyn Cote. Pero fueron años los que esta falsa psiquiatra vio a personas con padecimientos graves.
El fiscal de Puebla, Gilberto Higuera, ha anunciado que se realizó un cateo en el que “se aseguraron documentos con aparente falsificación para ejercer profesiones sin contar con los requisitos y autorizaciones legales”.
La salud mental es de lo más importante para la calidad de vida de los seres humanos. Lo grave es que, como es un padecimiento que no se ve a simple vista en la mayoría de los casos, no se le da la importancia que debería tener en las políticas de salud pública en México.
Las afectaciones en la salud mental repercuten en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. Problemas de salud mental como la depresión repercuten enormemente en la vida laboral de cada individuo.
En México, las personas con depresión mayor pierden hasta 2.7 más días de trabajo que aquellos que padecen diabetes, trastornos respiratorios, problemas cardiacos o artríticos.
Especialistas aseguran que el riesgo de suicidio de los pacientes psiquiátricos es de tres a 12 veces mayor que el de las personas sin
esta afectación.
Como políticas de salud pública, tener psiquiatras bien preparados en el sector público y privado es fundamental.
Si bien la Comisión de Salud del Senado de la República aprobó y publicó en el 2022 la nueva Ley General de Salud Mental, cuyo objetivo sería garantizar el derecho a la población a recibir servicios de calidad en esta rama de la medicina y establecer mecanismos para promoción, prevención, evaluación, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y fomento de la salud mental, la realidad es que la población en México no tiene garantizados los servicios para tratarse de una enfermedad mental.
Hoy son menos de 500 los psiquiatras infantiles para todo un país.
Durante la administración de López Obrador, no se les dio prioridad a los medicamentos para la salud mental. No se hicieron las compras con tiempo y además suspendieron la compra a una farmacéutica, Psicofarma, que yo no sé si estaba o no haciendo bien su trabajo, pero sí tenía los medicamentos psiquiátricos y opiáceos que son fundamentales para la salud mental y el dolor. Se bloqueó a ese proveedor sin tener cubierta la compra de esos medicamentos para los pacientes.
Durante meses hubo un desabasto terrible en la producción de medicamentos para la atención de la salud mental y la rehabilitación de adicciones.
Ésta es una de las razones por las cuales la gente, en su desesperación, es engañada y acude con médicos falsos que les prometen cura y, además, les dan medicamentos falsos. ¡Un peligro para la salud!
Y es que, ante la falta de medicamentos, los pacientes acuden al mercado negro minimizando los riesgos que en realidad pueden causar hasta la muerte.
No sólo se trata de medicinas, sino que existen farmacias clandestinas que no están reguladas y que ofrecen los productos a muy bajo costo, lo que puede ser un gancho para que muchos acudan a estos establecimientos que en realidad no cuentan con las credenciales necesarias para operar.
De acuerdo con un reporte de la Organización Mundial de la Salud, una de cada ocho personas en el mundo sufre de algún problema de salud mental.
A nivel mundial, México es el sexto país con mayor falsificación de medicamentos, lo que pone en riesgo a cerca de ocho millones de personas que los consumen, lo que genera pérdidas anuales estimadas de 150 millones de dólares en el territorio.
Entre los estados donde se puede encontrar más medicamentos robados o de fabricación ilegal están: Jalisco, Michoacán, Puebla, Ciudad de México y Nuevo León.
En la nueva administración de la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, hay dos personas muy importantes en su equipo, quienes conocen a profundidad los temas de salud mental y siempre les han dado prioridad.
En primer lugar, el titular de la Secretaría de Salud, el Dr. David Kershenobich, quien fue durante años director general del Instituto Nacional de Nutrición, y en segundo, el Dr. Juan Ramón de la Fuente, actual titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, psiquiatra, que tiene una capacidad muy importante para poder aportar para que en este nuevo Gobierno de jefa del Ejecutivo federal se trabaje a profundidad en la salud mental de los mexicanos.