El Paquete Económico 2025 está integrado por tres documentos: los Criterios Generales de Política Económica (91 páginas); la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (156 páginas); el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (183 páginas). Un total de 430 páginas, con información que da para escribir una decena de Pesos y Contrapesos dedicados al tema de los ingresos (¿de dónde saldrán?), y egresos (¿en qué se gastará?), del Sector Público Federal para el año que entra, el séptimo de la 4T.
En esta ocasión centro la atención en los grandes números, sobre todo, por el lado del gasto (que nos indica qué tipo de gobierno tenemos), recurriendo para ello a la Clasificación Funcional del Gasto Gubernamental, que agrupa los gastos de acuerdo a los tres grandes objetivos que persigue el gobierno: los relacionados con las tareas propias del gobierno (impartición de justicia); los relacionados con el desarrollo social (redistribución del ingreso); los relacionados con el crecimiento económico (generación de ingresos, para lo cual se requiere que los proyectos en los que se invierte sean rentables o, dicho de otra manera, que no sea necesario subsidiarlos). Comparo lo que será el 2025 con lo que fue el 2018 (último año del sexenio de Peña Nieto), y con lo que será este 2024 (último año del primer piso de la 4T).
En 2018 el 9.8% del Gasto Programable del Sector Público Federal se destinó a financiar las tareas propias del gobierno, porcentaje que bajó a 8.3% en 2024 y que bajará a 7.4% en 2025, reducción que se da en momentos en los que la impartición de justicia (que consiste en prohibir y prevenir la violación de derechos y, de fallar, en castigar y obligar a resarcir al violador), deja mucho que desear. Entre 2018 y 2025 el gasto destinado a financiar las tareas propias del gobierno se reducirá en 2.4 puntos porcentuales, el 24.5%.
En 2018 el 62.6% del Gasto Programable del Sector Público Federal se destinó a financiar las tareas relacionadas con el desarrollo social, porcentaje que aumentó a 67.7% en 2024 y que aumentará a 74.3% en 2025, lo cual muestra que la prioridad de la 4T es la redistribución del ingreso. Entre 2018 y 2025 el gasto destinado a financiar las tareas relacionadas con el desarrollo social aumentará 11.7 puntos porcentuales, el 18.7%.
En 2018 el 27.6% del Gasto Programable del Sector Público Federal se destinó a financiar las tareas relacionadas con el crecimiento económico, porcentaje que bajó a 24.0% en 2014 y que bajará a 22.9% en 2025, lo cual muestra que la prioridad de la 4T no es la generación del ingreso (que, ¡pequeño detalle!, debe generarse antes de poder redistribuirse). Entre 2018 y 2025 el gasto destinado a financiar las tareas relacionadas con el crecimiento económico se reducirá en 4.7 puntos porcentuales, el 17.0%.
Resumiendo. Entre 2018 y 2025, como porcentaje del Gasto Programable del Sector Público Federal, el destinado a financiar el desarrollo social pasará de 62.6 a 74.3, un aumento de 11.7 puntos porcentuales, el 18.7%. El destinado a financiar el crecimiento económico pasará de 27.6 a 22.9, una reducción de 4.7 puntos porcentuales, el 17.0%. El destinado a financiar las tareas propias del gobierno pasará de 9.8 a 7.4, una baja de 2.4 puntos porcentuales, el 24.5%.
¿Qué tipo de gobierno tenemos? Redistribuidor del ingreso.