El gobierno cubano tiene sumergidos a sus ciudadanos en la miseria absoluta para poderlos controlar.
El adoctrinamiento hecho desde el poder les hace creer a quienes viven en la isla que la carencia en la que viven es propiciada principalmente por el tan citado embargo que les ha impuesto el Gobierno de los Estados Unidos.
Para Joseph Göbbles, quien se desempeñó como ministro de Propaganda e Ilustración Pública entre 1933 y 1945 en la Alemania nazi, y quien fue el principal propagandista de Adolf Hitler, decía: “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”.
Bartlett, ¿París o Washington?
Y sí, la mentira que dice recurrentemente el régimen cubano sobre el embargo, como dijeron los propagandistas de Hitler, si se repite mil veces, la gente lo cree.
Hoy, mucha gente en Cuba y el mundo se han comprado esa mentira, pero la realidad es que el bloqueo comercial por parte del Gobierno de Estados Unidos, a través de este embargo, no es como lo narran los gobernantes de la isla: desde Fidel Castro, Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel. Estos personajes han manipulado a su población para mantenerlos doblegados.
Hace unos días, el senador republicano y próximo secretario de Estado de la Unión Americana, Marco Rubio, explicó claramente lo que ocurre con el régimen cubano, y es que Rubio nació en Florida, de padres cubanos migrantes quienes vivieron la verdadera situación de los habitantes de ese país.
Rubio desempeñó un papel clave en la implementación de sanciones contra el régimen cubano en la primera administración de Donald Trump, incluidas restricciones a empresas y ciudadanos estadounidenses que hicieran negocios con entidades controladas por los militares cubanos, e impulsó la designación de Cuba como Estado Patrocinador del Terrorismo.
En su muy clara explicación, Rubio señala cómo funciona el régimen castrista. Para empezar, Cuba mantiene relaciones comerciales para importar y exportar productos con países como Canadá, España, Rusia, China y México, entre muchos otros.
El senador advirtió que es mentira que el gobierno de Cuba esté aislado, con barcos estadounidenses rodeándolo, como muchos creen que es la situación de la isla, que, por el contrario, el Gobierno cubano cuenta con cientos de extranjeros que acuden por negocios o de vacaciones.
Lo cierto es que cualquier estadounidense puede ir a la isla, pero lo que no puede es hospedarse en hoteles o hacer negocios con empresas privadas, porque los hoteles son controlados por militares, los negocios son controlados por militares, así como otras actividades, ya que buscan mantener el control.
Si vas a Cuba y te hospedas en un Melia Cohiba o un Iberostar, entre muchos otros, quien arrienda el hotel a estas grandes empresas, por ejemplo, en este caso que son empresas españolas, quienes manejan los hoteles le pagan al Gobierno cubano, y éste decide cuánto les paga a los trabajadores cubanos y si lo hace en efectivo o en vales.
Explica el exsenador Rubio que no existe restricción para el envío de dinero a Cuba, lo que pasa es que el Gobierno solamente permite que se mande ese dinero a través del banco que controla el régimen.
Quienes envían remesas no lo pueden hacer con el banco de su elección. Entonces ahí viene otra forma de control, desde cuánto cobra ese banco por la comisión, mismo dinero que se queda el régimen, hasta si quiere o no entregarlo. Otro tema gravísimo es que el tipo de cambio de esos dólares, que son enviados a la isla con respecto al peso cubano, también lo controla el Gobierno, así que de esa forma también se quedan con parte de las remesas enviadas.
En el tema de la escasez de medicinas no tiene que ver con el embargo, sino con las restricciones a proveedores o el cobro de aranceles que el régimen aplica a este sector, con tal de buscar ganancias y mantener el control del mercado.
En la oscuridad
El régimen castrista les dice a sus ciudadanos que el Internet es muy limitado porque Estados Unidos no permite que otros países inviertan en telecomunicaciones en la isla.
Es otra mentira. El Gobierno quiere ser el único que pueda brindar ese servicio para controlar lo que la gente escribe en redes sociales. La realidad es que las telecomunicaciones ni siquiera forman parte del embargo comercial.
Hoy, cualquier compañía podría ir en estos momentos a isla e invertir en el negocio de telecomunicaciones, lo que sucede es que el Gobierno cubano prohíbe la entrada de estas compañías y tiene una razón, para ellos, fundamental, y es para censurar. Pero ,además, si a alguien en la isla se le ocurre escribir algo en contra del régimen, ellos lo pueden controlar.
Por eso también pagan con vales, para poder controlar hasta lo que come la gente. Si no están de acuerdo o critican al régimen, les quitan hasta la comida.
Cuba lleva 64 años bajo el castigo de su propio Gobierno, que no permite la libertad de prensa, de convivencia o de organización social, pues, como lo dice Marco Rubio, el embargo puede terminar de inmediato si el actual presidente, Miguel Díaz-Canel, permite la libertad de los presos políticos, la libertad de prensa y la realización de elecciones en las que participen partidos de oposición y no sólo el partido oficialista.
El embargo a Cuba ocurrió en 1960 porque el régimen de Fidel Castro expropió casi seis mil empresas estadounidenses y cubanas valuadas en 10 mil millones de dólares, incluyendo tierras y refinerías de azúcar, a las que nunca pagó. Una sanción que existe hasta nuestros días, pero que a lo largo del tiempo ha sido modificada.
Actualmente, Díaz-Canel ha sumado arrestos contra presos políticos, incluso adolescentes, sólo por el simple hecho de protestar debido a la falta de servicios básicos como luz, agua y salud pública.
Pero lo cierto es que el embargo no es el causante de lo que asegura el régimen cubano.
Al Gobierno de Cuba le conviene quedarse con los sueldos de los cubanos. Lo vimos claramente cuando vinieron médicos cubanos a México contratados por el Gobierno de López Obrador. El Gobierno de México les pagó aproximadamente, y según cifras oficiales, por 3 meses, 433 mil pesos a cada médico. Pero este sueldo fue entregado al Gobierno de Cuba, y éste le pagó lo que quiso a sus doctores. La realidad es que estos doctores recibieron un pago mínimo.
Los ciudadanos cubanos permanecen bajo el dominio del Gobierno porque es la manera en que pueden tener el control y evitar el libre comercio y pensamiento de los habitantes en Cuba.
Lo más grave es que actualmente muchos países en América Latina, como es el caso de Venezuela, están intentando copiar este modelo de control.